Día grande fallero y festividad del padre con lo que Valencia en fallas es un puro hervidero. Tras visita matutina a las fallas principales de la zona (ensanche y Ruzafa) acudimos a comer a este local con los padres del chef y cocinero para no fallar aunque la verdad es que aquí no se falla y menos en fallas.
Sin cambios en el local, salvo en el pequeño privado que ahora dispone de unas mesas y sillas altas ad hoc para manejarse mejor en el poco espacio físico. Sin duda tiene un plus.
Cuatro para comer en un local que se fue llenando conforme acababan las mascletás cercanas. Hay un menú para facilitar el servicio con prontitud porque la cocina se queda pequeña para tanto comensal. En sala, Estela y ayudante se afanan en que la experiencia sea más placentera, y a fe que lo consiguen.
No pedimos nada (ni el vino) porque la confianza es total. Para beber, aparte de aguas sin gas y pan, tomamos un par de vermuts que no recuerdo nombre, cerveza de presión, una copa de Loess verdejo 2022 cumplidor y de aparente envase; como vino tinto para comer nos recomendaron Cesilia roble 2020, un coupage de monastrell, petit verdot y cabernet que nos duró toda la comida.
La comida:
. crema de guisantes a la hierbabuena con rodaballo fresco salvaje, pan de gamba casero con diferentes pimientas asiáticas que le aportaban un sutil punto picante muy facilón. Puede ser un plato principal por el producto, por el cocinado y por la cantidad y en realidad es un resumen de entrante (crema) y principal (pescado). Platazo para empezar.
. torrija de calamar encebollado sobre un pan brioche y con mayonesa casera de kimchi y verduritas asiáticas acompañado de wakame: un plato de diferentes texturas y sabores con ese punto asiático y de mezcla de sabores. Muy bien.
. lasaña de wonton frito en el que en su interior como carne lo que hay es blanquet valenciano desmigado con salsa Aurora (a modo de besamel de tomate) y cebollita caramelizada: lleva además frutos secos (creo que anacardos) muy troceados. De nuevo mezcla de texturas con intensidad de sabores y sensaciones en un plato de fusión asiático-valenciano. Muy recomendable.
. carrillera de cerdo ibérico sobre cremoso de boniato rojo ahumado y salsa y crujiente de pistachos: de nuevo un plato contundente y que, como los anteriores, es un plato principal. Muy bien.
. semifrío de turrón con toque de almendra y paletté: el barquillo clásico. Más ligero de lo que aparenta, no satura de dulce. Bien.
. tarta casera de la abuela: en versión libre y de chocolate. Se nota la presencia de un pastelero en cocina. Muy bien de intensidad, de punto dulce con el amargo del chocolate. Acompañamos de una agradable mistela en elegante botella. Todo este postre (tarta y mistela) por cortesía de la casa y como extra fuera de menú, tampoco nos cobraron las bebidas previas ni los cafés finales.
Se nota evolución en cocina con menos riesgos y más seguridad en las combinaciones de productos; quizás pierda frescura pero es evidente que gana en aciertos.
crema
calamar
wonton
carrillera
postre turron
postre chocolate
Ese Diego!!!
Hace muy buena pinta y además me flipan esas combinaciones, por lo que apuntado queda ya que no lo he visitado.
Abrazotes y una alegría verte el mes pasado!!!
Estuve hará un año aprox con un amigo que lo conocía y nos gustó mucho. Repetiré, los platos que has puesto no los recuerdo en mi anterior visita, tienen muy buena pinta.
Pues podíamos quedar un día los 6 (con JJ y Eva).
Saludos
Renueva platos con mucha frecuencia. Esa es una clave importante porque permite repetir visita sin repetir platos. Renovarse o morir.
Saludos
Buen sitio de confianza.
Saludos
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