Ubicado en una de las calles más activas durante la noche en el centro de la ciudad, en un chaflán y en un edificio que destaca por su decoración exterior y también interior creando un ambiente africano curioso. Muy recomendable por la noche y elegir cena con música (y suplemento económico -pero es barato-) ya que hay una parte del comedor en la que se disfruta de actuaciones etnicas en directo creando un ambiente festivalero divertido.

Local exento de glamour. Mucha madera, mesas bastante cercanas, sillas poco cómodas, poca luz, mucho bullicio y mucha gente con ganas de pasar un buen rato. ¿La comida? pues es un buen sitio para probar carnes inhabituales con una cocina de plancha, alguna salsa y poco más.

Carta de comidas y bebidas junta, plastificada, con bebidas calientes y frias. Cuatro opciones de ensaladas, otro tanto de pescados y el doble de opciones de carnes (lo más recomendable); también unos entrantes (incluido kebab) otros llamados principales (mucho cardero) que incluye carnes y un pequeño apartado para aves; también opciones vegetarianas que quizás sea lo único que no incluye carnes. Los precios de los platos, muy baratos.

Tres dispuestos a cenar con música en directo (y bailar si hace falta). Una cesta de lonchas de pan diferentes con mantequilla para apoyar y unas buenas cervezas locales (y agua mineral propia) mientars viene la comida que tarda un poco más de lo deseable porque el local está absolutamente lleno y con gente en espera, aunque no todo el mundo cena. Lo comido:

. mama´s wild game mixed grill: lo más recomendable para conocer carnes de cocodrilo, avestruz, kudu, venado y gacela. Un plato casi para compartir entre dos porque los trozos de carne (brochetas) dan para probar entre dos comensales. Se acompañan de varias salsas y patata cocida de gran tamaño. Carnes curiosas y que merece la pena conocerlas, llamativo el cocodrilo que sabe a pollo más que el propio pollo actual.

. kudu steak: ese antílope grandote de cuernos curvos. Muy buena de sabor y textura y buena ración. La mejor.

. springbok steak: la gacela saltarina que persiguen los leones. Una presa para sentirse rey del Serengueti.

Un sitio que hay que dejarse llevar y disfrutar de la música y de unas carnes diferentes y correctamente presentadas, a un precio muy asequible y que mejora la baremación global.