Restaurante Napicol en Meliana
Restaurante Napicol
País:
España
Provincia:
Localidad:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
38,40 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
40 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.3
Comida COMIDA
8.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.0
Opiniones de Napicol
OPINIONES
3

Sorprendente de ver que los ultimos commentos son del 2019. Non  puedo commentar sobre esto periodo. Ahora voy a Napicol una vez al mes por medio. Cerca de casa  en Port SQaplaya es el restaurante  de referencia para mi. Ya son  al meno 2 años que voy y he visto  una progresión en la cocina y la variedad de ella que me da siempre mas gusto de ir.

Carta de vino muy bien hecha y de cualidad pero que ha veces falta de creatividad. Restaurante  que vedo cada día mas creativo en particular con los entrantes. Puedes hacer una comida solo con ellos Y cambian regularmente. Ahora cuando voy solo hago todo solo con estos, sin elegir dejando Anselmo elegir los 5/6 platos que me van a servir

Servicio perfecto. Gentil y muy profesional. Anselmo coje el pedido pero el servicio es muy eficaz y agradable.

Pescado muy fresco y punto de cocción perfecto. Non hay el problema tradicional de "demasiado coccido"

Platos traditionales de la zona presente en la carta pero como dicho creatividad en los entrantes con base los productos regionales.

Terraza amplia y muy agradable con mesas bien separadas. Parking amplio

Tras la última visita, salimos con el pensamiento puesto de volver en una noche de verano para disfrutar de esa terraza amplia. Además tiene música (más que correcta) en directo que lo hace más agradable para algunos (también hay detractoras). Mesas bien montadas, como en el comedor interior, hoy sin usar; se agradece amplitud y separación de las mesas. Lleno, creo que completo, en la terraza. El padre, Anselmo, ejerce de responsable para todo y le acompañan suficiente gente en sala más voluntariosa que preparada.

Sigue teniendo problemas de servicio en el vino. Su amplia y completa carta de vinos merece un servicio más acorde a esa especial dedicación. En nuestro caso y para beber tomamos hasta 4 aguas sin gas de Fuente Liviana, un vermut blanco que, aunque pedimos opciones, nos dijeron que Martini en blanco y Lustau en tinto; 4 cervezas a elegir entre Turia y Estrella más una 0.0 de Estrella Levante y un zumo de tomate; en la parte de vinos nos fuimos por espumosos y empezamos con Recaredo Terrers Nature Gran Reserva 2014 (29,25€) y seguimos con AA Mirgin Laietá Gran Reserva Brut Nature 2015 (27,75€). Solo hubo uno que tomó un café con hielo al final de la cena. ¿Problemas?: pues una cerveza pedida aparte de la comanda inicial, hubo que reclamarla dos veces, al igual que el café final, al pedir la segunda botella de cava (y pasar a Laietá), nos traen y abren otro Recaredo que, al ir a servirlo y ver la forma de la botella, les digo que hay un error; tras unas dudas, traen el correcto y directo al enfriador, ni lo dan a catar ni cambian las copas, aunque no parece que sea por enfado (así tuve la sensación) optamos por dejarlo estar y enjuagamos las copas con agua.

En la parte de comidas optamos por pedir al centro, dos raciones de cada; pero la ración compartida está pensada para dos personas y para cuatro (además más triperos de la media) se queda en 2-3 pinchadas quedándose por debajo de lo que sería una tapa. En la carta de comidas, si quitas los arroces (un tercio del espacio de la carta) para la noche, se quedan bastante disminuidas las opciones. Seis posibilidades de carnes, más el pescado del día (que creo fueron 3 opciones) sin saber precio, y tres opciones de guisos (cap i pota, alli pebre y caballa), más entrantes de temporada y entrantes clásicos en suficiente número.

Lo que tomamos:

. gazpacho: un vaso pequeño como aperitivo y cortesía de la casa: se agradece y más en verano.

. ensaladilla rusa: bien presentada, corte muy fino y buena mahonesa para ligar todos los elementos, quizás con un poco de exceso de cocción en los mismos.

. clotxinas: tamaño pequeno, buen punto de cocción y condimentación algo light (siempre gustará a más gente) y ración claramente corta para compartir entre 4.

. anchoas (en carta con boquerones) pero las pedimos solas (y el precio se rebajó sobre el precio de carta): muy pequeñas, bien desespinadas, con buen aceite. Un lomito por persona.

. navajas: pedidas fuera de carta, muy bien preparadas, sin grano de arena, buena textura, servidas sin cáscara y con un buen aliño; ración de dos por persona y a un precio de 4€ por ejemplar (total 56€+IVA en navajas). Sensación de "clavada fuera de carta". Si le añades la doble ración de pan, por cierto muy bueno, que tomamos (total 15,20€+IVA) te vas a 10€ por persona a la cuenta final sin haberte enterado.

. patatas en pepitoria con caballa: buen guiso, bien de ración de pescado (más que patatas) aunque algo falto de rock & roll en el fondo.

. mollejas de ternera, seta de temporada y sopa de cebollas: buen conjunto aunque sin mucha identidad de los sabores conformantes; quizás en plancha y con un aliño final hubieran destacado más los sabores individuales.

. postre: helado de café y canela: dos bolas de helado con poca profundidad de sabor de café, bien la canela. Otros tomaron helado cítrico, melón, tarta de orero, tarta de limón (quizás de lo mejor, según comentarios) más otro helado que no recuerdo, quedando uno sin postre aunque se defendió con una cucharita.

La factura bien detallada incluso con el precio por persona, lo que siempre facilita el pago a los grupos. Salimos con sensación de haber comido menos de lo deseado, tal y como comentábamos yendo hacia el aparcamiento trasero (muy de agradecer) del local aunque la salida sea muy a oscuras, por el pedacito de huerta propia (¡bonitas fresas! según vimos a la entrada) que hace de separación y de recuerdo de lo que antaño fue esa zona.

Me ha sorprendido la inexistencia de comentarios en Verema de un local que ya estuvo en la capital (con el nombre de Gula y un comentario) y que hace menos de dos años que se ha trasladado a la zona del Barri de Roca a una de esas casas de campo valencianas. El local en la planta baja es amplio, con una cocina a la vista (de hecho da a la calle principal) y un comedor bastante grande más una terraza interesante sobre todo para noches de verano con una notable barbacoa aunque los problemas de viento la han capado. Tiene además algo muy interesante en esta zona: un amplio aparcamiento, aunque haya sido a costa de perder una parte de la huerta (cultivas sus verduras) y jardín. Hay buena separación de mesas, bien vestidas, sillocintos muy agradables, buenas copas y buen servicio. Lleno al completo.

Llevado por la pareja Ana y Chemo (el chef) más Anselmo el padre, en la sala pero con bastante más gente tanto dentro como fuera de la cocina. Aquí van de cocina tradicional, con buen producto y elaboraciones clásicas: buenos arroces y platos de cuchara incluso manteniendo buena oferta del mar. El emplatado es correcto, sin más.

La carta de comidas incluye entrantes clásicos y de temporada con bastante presencia de cocina casera, buenas carnes, pescado (visible en el mostrador) según mercado y sobre todo arroces aunque algunos requieren encargo previo. Tras una exploración previa allí se desplaza el grupo de "arrocito versión XL" (no siempre vamos al completo); esta vez somos 7 comensales ubicados en una amplia mesa cercana a la cocina y vamos decididos a probar uno de esos arroces por encargo: meloso de nécoras.

La carta de vinos es bastante amplia y variada con precios comedidos. Elegimos un gewürztraminer de Domaine Saint Rémy 2016 vieilles vignes, un blanco alsaciano que gustó mucho. A continuación seguimos para el arroz con un interesante tinto Lalama 2014. Ambos servidos dando a catar y primer servicio sin nada más. Para el postre queríamos un vino dulce, pero un comensal pidió si era posible una copa más del alsaciano y se trajo una nueva botella que se abrió y se colocó en nuestra cubitera ¿? para sorpresa de todos (por ello empeora la nota del vino), por lo que acabamos llevándonos la botella casi llena. Previamente y como entrada tomamos 3 vermuts blancos que tras preguntar supimos que era Vittore, 2 botellines de cervezas, una caña y una Radler, además de una botella agua grande sin gas Fuenteliviana.

Como entrantes al centro y, tras la falta de rebollones no avisada, tenemos un buen pan y unas aceitunas en la mesa, tomamos:

. aperitivo de la casa: crema de verduras. Muy agradable con buena textura y que atempera bien.

. 1 x ensaladilla rusa: correcta

. 2 x cardos con almendra y trufa: un guiso con un buen sabor pero que necesita mejorar mucho en presencia.

. 2 x gambitas Gambusí: poco utilizada y es una buena opción, con un ligero rebozado y bien frita, para comer entera. Bien.

. 1 x guisantes del Maresme con habitas: bien resuelto y buena materia prima.

. 2 x cap i pota (invitación de la casa para que conozcamos algo de su cocina casera): guiso de garbanzos Pedrosillanos con pata y morro de cerdo. Muy bueno de sabor. Muy recomendable.

. 5 x arroz meloso de nécoras: de lo mejor tomado en arroz desde hace tiempo con un magnífico fondo, bien de sabor, buen punto de cocción, algo más caldoso que meloso, en una ración correcta. Muy recomendable.

. 3 x postres: torrija con helado, tarta de queso y cremaet que gustaron en general

Para terminar unos buenos cafés (hasta 5) que acompañamos con chupitos de Don PX, Macallan y Orujos de hierbas, a todo lo cual nos invitaron por la relación personal con un comensal.

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