Una buena cena

Primera visita al restaurante Daria, situado en el barrio de Puertochico de Santander, detrás de la Consejeria de Presidencia y Justicia del Gobierno de Cantabria.

El restaurante existe desde el verano del año 2018 y su Chef y copropietario es Nacho del Corral, que elabora una cocina vanguardista, a base de productos de temporada, de proximidad y ecológicos con un toque de fusión y de creatividad.

Mi experiencia fue felizmente muy distinta a la que experimentó Bouquet 55 en el 2018. Pienso que esos cuatro años han debido aportar una mejora general (salvo en la morfología del comedor que aparentemente es la misma). El restaurante ostenta un Bib Gourmand en la guia Michelin y está recomendado por la guia Repsol.

El local es bastante pequeño, con dos alturas. En la planta baja está la barra y 3 mesas altas con taburetes y en la plante superior, en forma de T, hay si no me equivoco, siete mesas para dos personas y tres mesas para cuatro, en total el restaurante puede acoger mas o menos a una treintena de comensales. Su decoración es minimalista.

Tras haber reservado una mesa para tres en el piso superior, fuimos a cenar el 15 de agosto a las 20h30 y nos situaron en una mesa amplia, desnuda, sin manteles, con set de mesas individuales con fotos de paisajes de Santander, vajilla y cubertería contemporánea. Buenas copas. El servicio de sala fue bueno. El servicio del vino se limitó al descorche y primera cata.

Proponen un menú degustación y la carta. Optamos por esta última

Cenamos lo siguiente :

Entrantes

Mollete de carrillera ibérica guisada al vino tinto con emulsión de encurtidos y cebolla crujiente.  A mi hija le gustó.

Zamburiñas en ceviche de mango con aguacate, cebolla roja y su coral en tempura (2 unidades) . Presentación original. Bueno.

Compartimos :

Gyozas de rape y almejas con salsa de almejas, mahonesa y tobiko.(6 unidades). Muy buenas

Platos principales

Steak Tartar de chuleta madurada. Buen producto y bien elaborado . Si hay un pero, seria la preparación en cocina y la falta de acompañamiento.

Tallarines de calamar carbonara con picada de perejil y yema de huevo. Muy buenos

Rodaballo Sichuan, frito entero y salteado con salsa sichuan. Presentación y preparación original. Muy sabroso.

El pan, artesanal y de masa madre, que acompañó la parte salada fue bueno.

Las fotos de los siguientes platos y bebida, por imperativos técnicos de Verema figuraran en el 1er comentario.

Postres

Tarta de queso

Flan cremoso de maracuyá

Crumble de ruibarbo

Los tres, bien elaborados .

Para beber tomamos  2 botellas de agua osmotizada, gratuita y una botella de vino blanco ecológico Finca Las Caraballas 2021 IGP Vino de la Tierra de Castilla y León. Cepajes 100% Verdejo. Vino joven, crianza de 6 meses sobre lías. De color amarillo con reflejos verdosos, fresco, con buena acidez, bien estructurado y final persistente en boca. Acompañó bien la cena.

Finalizamos con tres buenos cafés.

La cuenta ascendió a 47,16 €/persona. Muy buena RCP. Buena cocina, a la que le otorgaría una puntuación entre 7,5 y 8,5, pero por imperativos técnicos tengo que darle la nota mas alta. El punto débil del restaurante es su pequeñez y la proximidad de ciertas mesas entre ellas. Para estar bien hay que reservar una mesa para 3 o 4 personas y, en verano precisar, que  no esté debajo del aire acondicionado. Es posible que volvamos en una próxima ocasión, si somos mas de dos, para ver su evolución.