O rei do bacalhau

Me alojaba cerca de este restaurante y en el hotel me lo recomendaron. Después de un primer intento el día en que llegué, fallido porque a pesar de ser un martes para cenar me dijeron que había una hora de espera, reservé el jueves, noche en la que en otra zona del restaurante hay un espectáculo de fado que incluye también un menú. Quizás por ello, el comedor en el que estuve, situado en la planta de calle, no estaba completamente lleno. El caso es que a mí me interesaba más tener la libertad de pedir lo que me apeteciera de la carta en lugar de ceñirme a una propuesta concreta, y por eso decidí prescindir de la cena-espectáculo.

Se accede al local a través de un hall en el que está la recepción, así como unas cuantas mesas altas, entiendo que con el objetivo de dar a la gente la posibilidad de esperar su turno sentado. La sala es amplia, con mesas con buena separación, sillas cómodas y mesas bien vestidas, aunque como es habitual en nuestro país vecino, las copas de vino eran mejorables, sin ser totalmente de batalla.

Nada más llegar me entregaron la carta, en la que, como es lógico, el bacalao merece un apartado especial en el que se ofrecen del orden de 10-12 preparaciones. Sin embargo, es bastante más amplia, y dispone por ejemplo de un apartado para la cocina mozambiqueña. Mientras me decidía me trajeron como aperitivo (1,45€) unas aceitunas verdes y negras aliñadas y un cestito con rebanadas de unos muy ricos panes, uno de ellos de maíz. Me decanté como plato principal por la Couvada de bacalhau à Pereira de Laurentina, que según constaba en la carta es una de sus especialidades, y se trata de un plato típico de la Beira interior. Era para dos personas, pero daban la opción de pedir media ración, que salía por 18,60€.

El plato venía servido en una cazuela de barro, y consistía en una tajada de un muy buen bacalao, perfectamente desalado y con unas hermosas lascas, servido encima de un lecho de patata cocida y una verdura que diría que era algún tipo de col. Por encima le habían echado una picada de ajo y abundante aceite, pero el ajo estaba prácticamente crudo, con lo cual su potente sabor dejaba en segundo plano todo lo demás. Por otra parte, la verdura y las patatas quedaban flotando en el aceite, lo cual tampoco me convencía. Ignoro si el plato original es así, pero sea como sea, no es mi manera preferida de comer el bacalao.

Como postre, el camarero me recomendó la baba de camelo (4,50€), y esto sí que fue un acierto. Era mucho más ligera que las que había probado en otras ocasiones, con una textura casi de mousse, y lo acompañaban por encima con unas almendras tostadas fileteadas. Deliciosa.

En cuanto al vino, la carta dispone de suficiente variedad, habrá del orden de 4-5 hojas de vinos de todos los tipos y orígenes de Portugal. Como estaba solo reduje las opciones a aquellos de los que disponían de medias botellas, que era una selección generosa, y finalmente opté por Deu la deu 2017, un agradable alvarinho que salió a 11,90€.

En cuanto al servicio, se trata de camareros veteranos que conocen el oficio. El que me tocó en suerte al principio se mostró bastante seco y distante, y la apertura de la botella de vino que pedí fue un compendio de cómo no hay que tratar el vino: Meneos constantes a la botella, vueltas para quitar la cápsula y ni siquiera me lo dio a probar, sino que directamente me sirvió una copa. Por lo menos de inmediato me trajo una cubitera para mantenerla fresca. Cuando el bacalao llegó, sin mediar palabra, me lo sirvió sin mucho esmero. No sé, debí pillarle en mal momento, aunque al final se relajó, estuvimos charlando un poco sobre lugares de España y la recomendación final de la baba de camelo fue sin duda un acierto. Por lo demás, los tiempos fueron adecuados, sin atosigar, y el resto del servicio se mostró amable y atento.

En resumen, tendría que darle otra opción para tener una opinión mejor formada. El bacalao que elegí no me convenció por su elaboración, pero creo que probablemente había otras opciones que me habrían dejado satisfecho. Tendré que probarlo de nuevo en otra visita a Lisboa, una excusa más para volver a esta magnífica ciudad.

PD: Me sorprende que en la ficha del restaurante entre los Tipos de comida no exista una opción para la comida portuguesa. Sería bueno añadirla.

 

  • Baba de camelo

    Baba de camelo

  • Couvada de bacalhau à Pereira de Laurentina

    Couvada de bacalhau à Pereira de Laurentina

  • Sala

    Sala

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Joan Thomas

    Veo que le das una nueva oportunidad y eso es una buena señal. Lastima la preparación de ese buen bacalao, a ver si la próxima preparación que pruebes cuando vuelvas te da entera satisfacción :-)
    Pienso que seria bueno como tu dices, añadir la cocina portuguesa y al mismo tiempo aprovechar para incluir la cocina canaria, también ausente.
    Saludos

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