Restaurante El cavall i l'androna en Denia
Restaurante El cavall i l'androna
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
25,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
27 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.6
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.0
Comida COMIDA
8.5
Precio medio entorno ENTORNO
6.0
RCP CALIDAD-PRECIO
9.3
Opiniones de El cavall i l'androna
OPINIONES
2

Me acerqué al restaurante, en un barrio interior de Denia, porque unos amigos de Alcoy, buenos gourmand, me lo recomendaron.

Lo primero, el nombre del restaurante. Resulta que El cavall y l'androna son los nombres de dos rocas que marcan las entradas al puerto de Denia, hoy sepultadas bajo las escolleras.

El local tiene una pequeña terraza poco agradable, y un espacio interior moderno pero que necesita insonorización.

Lo mejor, la calidad de la cocina y los precios muy contenidos. También la bodega, nutrida con los vinos de Selectia Wines: Un Chardonnay alicantino madurado en barrica -Mas de Cavalls- y un blanco joven de uva Pedro Ximenez de Montilla-Moriles -Ocean-. Muy buenos ambos, y por 16 euros la botella.

En Denia cómo no tomar unos 'escombros' (calamar troceado y frito, habitualmente tótena, que es un calamar pequeño de fondo). Un excelente Foie de Pato. Un lomo de atún troceado conseguidísimo, con su crema con toque de wasabe. Un rico pulpo a la brasa, y una corvina excelente, en un caldo de hervido valenciano. Todo este menú a la carta por 30 euros.

El restaurante ofrece un menú del dia a diario por 16 euros, y un menú de fin de semana por 20.

Muy apartado del centro neurálgico de la ciudad y completamente fuera de las zonas más turísticas de Dénia encontramos este local que, cuanto menos, resulta interesante. Es un barrio modesto que cuenta con pocos años de existencia fruto de la gran expansión que ha sufrido la ciudad. En esencia no es más que una humilde casa de comidas que intenta dar servicio principalmente a la gente residente. Abre temprano y hace las funciones de cafetería, bar y restaurante, pero, tras esa humildad, esconde algunos secretos que conviene descubrir. El local lo regenta una familia al completo, cosa que a mí me resulta especialmente encantadora, frente a los dos o tres “holdins” hosteleros que aglutinan un buen número de negocios de restauración en esta ciudad. Padre, madre y sus hijos sirven almuerzos, comidas de menú y cenas los fines de semana e, incluso, todas las noches en el periodo estival.

Comida de celebración con una mesa de casi treinta comensales que decidimos hacer allí siendo conocedores de la amplitud del local y de la excelencia de su cocina. A pesar de tratarse de un enorme bajo comercial de forma alargada y techos altos, se ha intentado decorar con gusto y darle un punto de elegante informalidad que considero muy acertado. Pactamos el menú con el alma de la cocina, Álex, un chaval de apenas veinte años pero que ha pasado periodos de formación en restaurantes como La Salita o Aticcook y que muestra una madurez poco habitual con respecto a otros jóvenes de su generación. Nos ofrece diferentes alternativas, todas muy económicas, y ante nuestra insistencia dado el carácter especial de la celebración, accede a prepararnos un menú más largo y de precio más elevado: 25,00 €. Es muy de destacar que, e excepción de la carne, todos los platos fueros servidos en ración individual y en bonita vajilla. Para flipar.

- Snack de bienvenida: Una pequeña y fina tostada con trocitos de salmón marinada, una cremita de queso y unos brotes tiernos. Crujiente, refrescante y cautivadora. Empezamos con muy buenas sensaciones.

- Cremoso de foie con crema láctea de cítricos valenciano, frutas caramelizadas y crujiente de pan de nueces: Uno de los platos que más gusto. El cremoso se sirve bien frío para mantener la belleza de la presentación y resulta muy agradable la combinación con el resto de elementos. Un plato que firmarían algunos buenos cocineros.

- Pulpo guisado con parmentier y costra de allioli: Guisar el pulpo era la cocción más habitual que se le daba a éste cefalópodo en las cocinas de los hogares de La Marina antiguamente. Luego nos llegó la moda arrolladora del pulpo a la gallega y el pulpo a la brasa, pero hemos de reconocer lo gratificante que nos resulta volver a aquella cocina de nuestras abuelas. Sobre la base clásica de la patata se sirve una buena cantidad de pulpo troceado con el jugo de su guiso y la culminación de un suave allioli gratinado. Espectacular.

- Delicias de cordero con crema de boniato y jugo de carne: El cordero se prepara al horno, de desmiga y se hace una especie de rulo con la carnaza que después se corta en pequeños cilindros. Mucho trabajo. Agradable el contrapunto dulzón de la patata o boniato y muy acertado el salseado con el jugo de la cocción que facilita la ingesta.

- Sepionet con ajos tiernos y panceta: Se sirve sobre una base de quínoa. La combinación de cualquier cefalópodo con elementos de la tierra, especialmente porcinos, suele resultar acertada. Sin alcanzar el nivel de otros “mares y montañas” degustados, no estuvo nada mal.

- Gamba: Dos unidades para cada comensal. Tamaño mediano/pequeño y cocinadas a la plancha. Un pequeño capricho a precio de risa.

- Entrecot lomo bajo de ternera rubia gallega: Para compartir (entre cuatro comensales). Carne de mucha calidad y sometida al punto exacto de cocción. Hizo las delicias de más de uno.

- Como postre nos sacaron una especie de tarta de calabaza: correcta, pero casi prescindible, tras un menú tan cumplido.

La carta de vinos es corta y ciertamente no está al nivel de la cocina que ofrece el restaurante. Se tomó cerveza en cantidad considerable (todavía hacía mucho calor en Dénia), algunas botellas de Sanz Verdejo y Les Alcuses como vino tinto. También hubo cafés, chupitos y combinados en la sobremesa.

Servicio muy atento y servicial que resulta aún más digno de admiración vista la dificultad de atender un grupo tan grande y con tantas ganas de celebración. Se indica el precio de lo que supuso el menú pues la bebida corrió a cargo de quien nos convocó a la celebración y desconozco el montante final y, además, no resultaría ilustrador para el cliente potencial ya que ese día bebimos y comimos mucho. El precio normal no creo que se dispare mucho más de esos 25,00 € que indico.

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