Fecha de visita: 06/11/2017
Cena 2 pax.
Precio por persona: 400 dolares.
Comida 6,5.
Entorno: 8,5
Rcp: 4
Servicio: 6
Servicio del vino: 9,5 (siempre que lo puedas pagar)
Lo mejor: La apabullante carta de vinos a unos precios no menos apabullantes. La falsa galleta oreo del aperitivo y el cheesecake con esturión y caviar.
Lo peor: El escaso sabor de algunos platos. El precio.
Celebración por la conclusión del maratón de Nueva York. Lunes noche, 100% de ocupación y doblando mesas. Algún extranjero, pero, aparentemente, mayoría de locales. Difícil de encontrar ya que no vimos ningún cartel interior que lo indicara. La sala me pareció muy bonita, pero abarrotada y tremendamente ruidosa. El tamaño de las mesas correcto para un restaurante de este precio y categoría y la distancia entre mesas normal.
Menú degustación previamente contratado y pagado al hacer la reserva, confusión entre los camareros y el maitre en cuanto al menú y al maridaje de vinos. Empezamos con unas magníficas cervezas belgas artesanas recomendadas por el camarero, que tardaron unos 20 minutos en llegar a la mesa desde que fueron ordenadas.
La carta de vinos es absolutamente impresionante, pero los precios son escandalosos. Menos mal que la tienen publicada en su página web y había hecho un estudio previo antes de viajar, gracias a eso encontré un aceptable fiano di avellino italiano a un módico precio de 70 dólares (entre los diez más baratos de la carta). Me sorprendió encontrar algunos vinos españoles curiosos, como los canarios de suertes del marqués, eso sí, si no recuerdo mal a más de 100 dólares la botella….
En cuanto al menú, de más a mucho menos:
Para terminar unos cafés correctos con petitfours y un gran detalle de un destilado de manzana magnífico, que era puro fuego y del que dejaron la botella (muy bonita por cierto) para que nos sirviéramos lo que quisiéramos.
Buen detalle: no admiten propinas.
Otro buen detalle: No sé muy bien porqué pero nos regalaron para desayunar a cada uno un tarro con uno de los mejores mueslis que he probado en mi vida
En resumen: muy caro, servicio amable, pero un tanto atolondrado, mucho bullicio y comida regular. No soy precisamente un experto pero no entiendo como hacen las guías, no sé como puede estar considerado el mejor restaurante del mundo y ni siquiera como puede tener tres estrellas Michelin. En mi opinón solo en Madrid hay no menos de 10 restaurantes mejores que éste en casi todos los sentidos.
Me da un poco de pudor afirmarlo sobre un restaurante tan premiado por expertos, pero definiría la experiencia como profundamente decepcionante.
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