Un año después, nueva visita al restaurante Agua Salada, ubicado en pleno barrio de Puertochico  de Santander y en el que habíamos tenido una primera buena experiencia gastronomica. El restaurante está galardonado con un Bib Gourmand de la guia Michelin y recomendado por la guia Repsol.

Al frente de este siguen sus propietarios Carlos Garcia y Pilar Montiel. La cocina es de mercado, tradicional puesta al día, de temporada y de proximidad.

Fuimos a cenar tres personas, tras haber reservado con tiempo, el 17 de agosto a las 20 h30.

Me permito efectuar un pegar/copiar de la descripción que hice del restaurante en mi comentario precedente pues nada había cambiado hasta la fecha.

El restaurante es pequeño, muy acogedor, de ambiente intimo y familiar.  En su sencilla pero cuidada decoración predominan los colores blanco y verde. Una antigua barra de bar que comunica con la cocina, preside la sala, donde se respira alegría y bienestar. Debe tener una capacidad para una treintena de personas. Esa noche se llenó, nadie sin reserva pudo tener acceso al restaurante.

La mesas son de mármol, totalmente desnudas, muy limpias, sin manteles pero con servilletas. Las hay de todos los tamaños, tal vez un poco demasiado cerca las unas de las otras, pero es lo que hay.  La nuestra, desde la que veíamos toda la sala, estaba en un extremo junto a la barra, La vajilla y la cubertería son contemporáneas, de buena calidad. Las copas también, pienso que eran Riedel, pues en esta ocasión no tomamos vino. El servicio de sala fue bueno, amable, cercano y profesional.

Tras leer la carta, optamos por cenar lo siguiente :

Compartimos

Rabas de calamar. Excelentes

Zamburiñas a la plancha (6 piezas) con crema de chirivía, jamón de pato y salsa japonesa. Fresquísimas y sabrosas. Muy buenas

Seguimos individualmente con :

Entrecot de ternera Tudanca con patatas fritas caseras y pimientos asados . Segun lo comentado buen punto de cocción, carne muy sabrosa y buenas patatas

Bonito a la plancha con cebolla encurtida . Pescado del dia. Plena temporada del bonito. Muy bien cocinado y muy rico.

El pan fue correcto.

De postres compartimos

Torrija de Sobao con crema de orujo y helado de turrón

Helado de yogurt con crumble casero de cacahuete y piña natural asada.

Ambos muy buenos.

Para beber tomamos una botella de 1L de agua mineral grande y una cerveza Maestra.

Finalizamos con 3 buenos cafés.

La cuenta ascendió a 40,90 €/ persona .Muy buena RCP. Buena cocina tradicional puesta al día y buen servicio por parte de los propietarios. Si se presenta la oportunidad volveremos a visitarles.

Agua Salada es un restaurante situado en la C/ San Simón n° 2 en Santander ( en la ficha de Verema no aparece la calle),esquina con Santa Lucia, en pleno barrio de Puertochico.

Sus propietarios son Carlos Garcia y Pilar Montiel, que se ocupan con devoción del servicio de sala y del vino. No conozco el nombre del Chef pero la cocina que elabora es de mercado, tradicional puesta al día, de temporada y de proximidad. El restaurante está galardonado con un Bib Gourmand de la guia Michelin y recomendado por la guia Repsol.

Fuimos a cenar tres personas, tras haber reservado con tiempo, el 16 de agosto a las 21 horas.

El restaurante es pequeño, muy acogedor, de ambiente intimo y familiar.  En su sencilla pero cuidada decoración predominan los colores blanco y verde. Una antigua barra de bar que comunica con la cocina, preside la sala, donde se respira alegría y bienestar. Debe tener una capacidad para una treintena de personas. Esa noche se llenó.

La mesas son de mármol, totalmente desnudas, muy limpias, sin manteles pero con servilletas. Las hay de todos los tamaños, tal vez un poco demasiado cerca las unas de las otras. La nuestra, desde la que veíamos toda la sala, estaba paralela a la pared, y en un lado tenia una banqueta apoyada contra ésta, con varios cojines que hacían un poco difícil el asiento, pero... la buena comida hizo olvidar este pequeño inconveniente. La vajilla y la cubertería son contemporáneas, de buena calidad. Las copas también, pienso que eran Riedel. El servicio de sala fue bueno, amable, cercano y profesional. El servicio del vino también lo fue, consistió en presentación de la botella, descorche y primera cata.

Paso a detallar pues la que fue nuestra cena :

Compartimos los entrantes :

Carpaccio de pulpo con vinagreta de pistachos, lima y tomate seco. Muy bueno.

Rabas de calamar. Uno de mis " péchés mignons" en Cantabria. Deliciosas.

Raviolis caseros de cigalitas con salsa de cava y huevas de pez volador. Muy ricos

De plato principal tomamos :

Curry rojo casero con merluza, langostinos y verduras acompañado de arroz (1/2 ración) . Excelente

Lubina de estero a la plancha con verduras asadas. Punto de cocción perfecto. Muy buena

Bonito a la plancha (1/2 ración). Plato del día. Una gozada.

El pan que acompañó esta parte de la comida fue bueno.

Las fotos de los siguientes platos por imperativos técnicos de Verema aparecerán en el primer comentario.

De postres tomamos :

Helado de yogur con crumble casero de cacahuete. y piña natural asada.

Fruta de temporada marinada en agua de Jamaica con sorbete de limón.

Por lo que me contaron ambos buenísimos.

Para beber tomamos una botella de agua mineral de un litro y una botella de vino blanco Desconcierto Albariño 2021 by Antonia Galiñanes DO Rias Baixas. Productor: Cambados Urban Winery SL. Cepajes 100% Albariño. Edad media de las cepas > 25 años. Vendimia manual. Crianza : "Dos semanas después de terminada la fermentación extraen el vino de encima de las lías madre, trasegándolo conservando las lías finas, las cuales están en disolución con el vino mediante la técnica de remontados continuados cada 15 días, durante 7 meses". Vino de color amarillo pajizo. Buena acidez, con volumen , fresco , envolvente y largo en boca. Nos gustó

Finalizamos con tres buenos cafés.47,16

La cuenta ascendió a 47,16 €/ persona. Muy buena RCP. Buena cocina tradicional puesta al día y buen servicio por parte de los propietarios. Les haremos una nueva visita cuando volvamos por Santander.

Domingo dominguete, hay que buscar una opción para cenar y este lo teniamos en la lista de los posibles!! Llamada y reserva!!

Llegada puntual! El sitio es bonito!! Local antiguo de Santander, con sus techos altos, pilares de madera, doble puerta de entrada. Mesas quizás algo juntas, con detalles como una vela en cada mesa, respaldos comodos, mesas de marmol, etc. La verdad es que esta todo bastante cuidado al detalle!

Da la casualidad que la mitad de la clientela era francesa! Da gusto ver como vuelve esta gente por la zona a gastarse los cuartos!

Ojeamos la carta, corta pero con las ideas claras. Prefiero estas cartas donde debas dejarte los sesos porque no sabes que cosa decantarte que por esas cartas inmensas donde no sabes ni lo que lees. Lo tenemos más o menos claro, aunque la jefa de sala nos diga que es muchisima comida. Nosotros a lo nuestro!!

Compartimos:

- Ensalada de sardina ahumada con diferentes tomates y albaca. La sardina, estupenda, los tomates muy ricos y el toque de la albaca aporta una frescura que con el calor que hacia en el loca se agradece millones!!

- Huevo confitado con setas de temporada. Diferentes tipos de seta. La verdad es que estaba bastante bueno!

Llegamos a nuestros segundos!! La noche anterior fue pescado en el Sambal, esta vez toca carne!!

- Mila se decanta por un magret de pato con foie fresco. Dos trozos inmensos!! Pero estaba terrible no, lo siguiente!!

- Por mi parte elijo mollejas rebozadas con trompetillas de la muerte. Un fallo. Entre el calor del local y lo caliente del guiso no pude disfrutarlo como merecia pues estaba muy muy bueno!

No hubo sitio para el postre aunque reconozco que todos tenian un pinta de alucinar!!

Acompañamos la cena con un Moscato de Asti que cumplio perfecto!!! 

Señores, merece la pena la visita!!