Nuestra primera visita e este restaurante el año pasado nos dejó un sabor amargo y no teniamos ganas de repetir la experiencia, pero llego a nuestros oídos que la política del restaurante había dado un giro de 360° y que valía la pena hacerle una visita, asi que ni corto ni perezoso les llamé por teléfono para reservar y tras muchas e infructuosas llamadas conseguí hacer una reserva el 28 de julio para el viernes 18 de agosto a las 13h30 para tres personas..

Comimos muy bien, por lo que antes de marcharnos decidimos hacer una nueva reserva, esta vez para dos personas para la comida de nuestro último dia de estancia en Cantabria, el 24 de agosto. Asi que voy a relatar  nuestras 2 experiencias y calcularé un precio medio para publicarlo en Verema.

El Asador El Tronky es un restaurante-chiringuito muy bien situado frente al embarcadero de Pedreña, donde tienen paradas Las Reginas (barcos que hacen la ruta Pedreña-Santander y diferentes rutas por la bahia) y a muy pocos Km de nuestro alojamiento.

Su especialidad es la brasa, disponen de una gran parrilla de carbón vegetal donde cocinan principalmente pescados salvajes del Cantábrico,  y también para aquellos a quien no les gusta el pescado, carnes a la brasa. Mariscos y ensaladas completan su oferta

Disponen de una terraza exterior cubierta y de dos comedores interiores.

En las dos comidas que voy a relatar nos situaron en la terraza. Mesas bastante cerca las unas de las otras, sin manteles, con sets de mesa individuales, vajilla y cubertería contemporáneas y copas que deberían mejorarse. El servicio de sala fue muy agradable, simpático  y servicial. El servicio del vino se ciñó al descorche, primera cata y primer llenado y puesta en cubitera. Su carta de vinos es algo corta.

El 18 de agosto tomamos :

Pulpo a la gallega sin patata. Buen punto de cocción y bien condimentado. Muy bueno

Mejillones en salsa casera. Buenos.

Sardinas asadas (1/2 ración). Muy buenas

Sama a la brasa (pieza de 1,100 Kg) . Perfectamente cocinada.  Muy buena

el pan fue correcto

de postre tomamos :

Flan de leche condensada con huevo y nata,

Tarta de queso

Ambos caseros y muy buenos.

Tarta al whisky. Correcto, un capricho de ultima hora.

Para beber tomamos una botella de agua grande Solares y una botella de Bermejo Diego ECO DO Lanzarote. No recuerdo la añada. Bodega Los Bermejos. Cepaje 100 %Diego. Agricultura ecológica. Fresco, seco, muy estructurado, sabroso, untuoso, mineral, de buena acidez . Un vino que ya conocíamos, que tomamos igualmente en nuestra visita anterior y que nos trajo buenos recuerdos de las Islas Canarias.

Finalizamos con 3 buenos cafés..

La cuenta ascendió a 50,40 €/persona. Muy buena RCP.

El dia 24 de agosto tomamos :

Rabas de calamar. Excelentes ( las últimas de este periplo )

1 Rey ( 750 gr) a la brasa. Perfectamente cocinado. Sabrosísimo. Excelente de 10.

y de postres nuevamente 1 flan de leche condensada con huevo y nata, que compartimos

Para beber tomamos un par de copas de cerveza. y finalizamos con 2 buenos cafés

La cuenta ascendió a 36,30 €/persona. Muy buena RCP.

El precio que voy a publicar en el encabezado de Verema será de 43,35 €/persona. Muy buena RCP. Un restaurante que ofrece productos fresquísimos de primera calidad  y maneja las brasas con maestria y tengo que decir que me ha hecho olvidar completamente mi nefasta primera experiencia. Esperemos que continue en esta tónica. Sin ninguna duda volveremos cuando se presente la próxima ocasión.

Ultima cena de este verano en Cantabria. No habíamos seleccionado nada para la noche del 24 de agosto y el día anterior tras muchas llamadas telefónicas pudimos hacer una reserva en el asador El Tronky, pequeño restaurante situado frente al embarcadero de Pedreña y a muy pocos Km de donde estábamos alojados, especializado en pescados salvajes del Cantábrico a la brasa y mariscos.

Este asador está siempre lleno hasta los topes, con colas interminables a las horas punta del mediodía y de la noche, tanto de autóctonos como de foráneos. Lo conocemos desde hace muchos años pero nunca habíamos decidido visitarle y esta fue la primera vez que lo hicimos.

Teníamos reserva a las 20h30 con condición sine qua non de dejar la mesa a las 22h00. Llegamos pues a la hora concertada, con el restaurante ya lleno hasta los topes, y nos situaron en una mesa de la terraza cubierta que se encuentra justo a la entrada del restaurante.

Muchas mesas bastante cerca las unas de las otras, sin manteles, con sets de mesa individuales, vajilla y cubertería contemporáneas y copas muy mejorables. El servicio de sala fue rápido y con ganas de que abandones la mesa para coger otro cliente, en cuanto has terminado el ultimo bocado de la cena ya tienes la cuenta preparada.  El servicio de vino es casi inexistente, consistió en descorche y puesta en la cubitera. Tienen una carta de vinos con alguna buena sorpresa.

Tras ojear la carta optamos por compartir los siguientes platos :

Mejillones en salsa casera. Buenos sin mas.

Rabas de calamar (1/2 ración). Buenas, mis ultimas rabas hasta una próxima visita a Cantabria.

Rey a la brasa (1 Kg) sin ningún tipo de acompañamiento. No nos lo presentaron antes de cocinarlo. Lo encontramos un poco seco y falto de condimento.

y de postres una Leche frita, correcta.

Para beber tomamos una botella de vino blanco, que fue una verdadera sorpresa, un Bermejo Diego Seco Ecologico DO Lanzarote 2018. Bodega Los Bermejos. Cepaje 100 %Diego. Agricultura ecológica. Fresco, seco, muy estructurado, sabroso, untuoso, mineral, de buena acidez . Un vino que ya conocíamos y que nos trajo buenos recuerdos de las Islas Canarias.

No tomamos cafés.

La cuenta ascendió a 52 €/persona. RCP correcta. Cocina sin nada que destacar. Tras esta primera experiencia es casi seguro que no habrá una segunda.

Hoy, como siempre, El Tronky estaba ya completo a las dos del mediodía. Nos apuntamos en la lista de espera y nos acercamos a la barra a esperar nuestro turno con una cerveza y media de rabas bien ricas, tiernas y de buena fritura aunque ligeramente con exceso de aceite . 

A los 28 minutos nos sientan en nuestra mesa, en la terraza, y rápidamente nos toman nota y empiezan a desfilar en los minutos siguientes nuestras deliciosas sardinas a la brasa (en plena temporada, con su grasita, perfectas de punto - 14 sardinas a 11,80€) y después un colosal Machote de 1,2kg (45€) y una rodaja de bonito que era una auténtica locura. Llena de sabor, perfecta de textura, la pedimos vuelta y vuelta y así llego... alucinantemente deliciosa (17€). 

Para rematar, un milhojas de crema y nata de la confitería Maria Luisa (5€) además de cafés y chupitos de crema de orujo. 

Bebiendo refrescos y cerveza, comida para 3 personas muy satisfechas por 92€. Ustedes dirán. 

En otras ocasiones he probado los caracolillos, los mejillones (que para mi gusto no valen mucho), las ensaladas que son normales y corrientes y otros pescados que en la carta aparece claramente que no son de piscifactoría y que siempre están de morir.