Bueno, bonito... pero caro

Como Pablo Iñigo ya ha comentado la decoración y coincido con él en su valoración del servicio, obviaré estos puntos.
Menaje de nivel, sin manteles. Carta con más de una treintena de platos, pero con tan solo uno de carne. Carta de vinos suficiente, con precios por encima de x2. Buenas copas. Servicio consistente en apertura, prueba, primer llenado y alguno más si coincidía que pasaban por nuestra mesa.

Almuerzo familiar para celebrar el Día de la Madre. Compartimos casi todos los platos:

- Tomatitos y algas frescas en aliño (12,-€) - Refrescante, ligero y sabroso. No es fácil encontrar buenos tomates.
- Boquerón marinado en matrimonio (2,50€/ud.) - Muy bueno. Diferente a lo usual.
- "Papas aliñás" sevillanas con caballa curada (9,-€) - Nos encantó este plato.
- Tortillita de mini anchoas (6,-€) - Similar a la tortilla de camarones, pero no me convenció.
- Berenjena en adobo al estilo andaluz (8,50€) - Otro plato que nos entusiasmó. Crujientes y sabrosas.
- Ostra frita (8,-€) - Sorprendentemente buena.
- Sardina en espetón al estilo de Málaga (3,80€/ud.) - Más bien en "espetín", porque llevaba dos palillos. A mi mujer le gustó.
- Caballa a la brasa con escabeche ligero (8,50€) - Bien.
- Navaja gallega a la brasa con ponzu (3,50€/ud.) - Muy buena.
- Calamar de playa a la plancha (14,-€) - Sencillo y delicioso.
- Raya de playa "a la madrileña" al estilo de Trifón (24,-€) - Me decepcionó. Plato insípido.
- La txuleta de wagyu (18,-€/100 gr.) - 380 gr. de carne a la brasa tierna y realmente sabrosa.
- Pan de la Barceloneta (4,50€/ración) - Muy bueno.

En la cuenta también aparece un postre, aunque no lo ví porque salí a fumar:
- Citric pie (12,-€) - Mi familia tampoco lo recuerda...

Para beber, 3 frascos de agua "saborizada" (1,-€/ud.), un delicioso refresco casero de cerezas que recordaba a la cola (5,-€) y una botella de Vincent Girardin Pouilly Fuissé Vieilles Vignes (36,-€) servido a buena temperatura y con cubitera.

Tan solo dos comentarios: no nos ofrecieron ningún vino y el Sr. Abellán, al ser interpelado por mi hijo sobre el nombre de una alga que había en uno de los platos, no supo contestar... No me vi capaz de explicarle a mi hijo el motivo, dado que se supone que, además de propietario, es cocinero.

Precioso local, servicio muy bueno, comida bastante rica... pero se han pasado con los precios. Con lo que cuestan platos como la raya o la caballa puedo comprar varios kilos de pescado fresco -incluso vivo en ocasiones- y las raciones no son generosas precisamente. De hecho, me pareció más un aperitivo que un almuerzo y tuve que comerme un helado de tamaño respetable en un local cercano para aguantar hasta la merienda.

Entiendo que va dirigido principalmente a los turistas de alto poder adquisitivo. Para el resto, hay locales más que dignos con precios bastante más moderados. El precio corresponde a lo que tomé yo, porque la cuenta de mi hijo subió casi 100 euros... y sin vino :-S

No creo que repita... a menos que herede o me toque la lotería ;-)