Restaurante Dos Cielos Madrid en Madrid
Restaurante Dos Cielos Madrid
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
100,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
100 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
7.8
Precio medio entorno ENTORNO
9.3
RCP CALIDAD-PRECIO
7.0
Opiniones de Dos Cielos Madrid
OPINIONES
2

Sin conocer DOS CIELOS BCN, me ha sorprendido que la presentación de los hermanos Torres para la ciudad de Madrid sea una propuesta “informal” o “segunda marca” del DOS CIELOS con ciertos toques castizos (del que es responsable como chef ejecutivo a Damián González), y no una apuesta en firme por un “restaurante gastronómico” para la capital. Desgraciadamente creo que es un error, porque el espacio y el servicio prestado pedían más riesgos…, es mi percepción, en todo caso:

La ubicación y medios son sobresalientes, unas antiguas caballerizas en los jardines del palacio de los Duques de Granada de Ega y Villahermosa (S. XIX), en donde se ubica el Gran Hotel Meliá Palacio de los Duques, y cuyo excelente trabajo de restauración permite entre otras sorpresas poder ver el antiguo nivel del suelo a través de mamparas en el suelo, una espectacular sala superior para eventos privados o descubrir que la sala inferior comparte casualmente pared (mismo muro de ladrillos en realidad) con el fantástico EL MOLLETE. Servicio muy atento y profesional (con algún sorprendente fallo), sin servicio de sumeller (lo que deja entrever las intenciones), para una clientela en su gran mayoría propia del hotel (un hotel cinco estrellas con el sello Leading Hotels of the World).

El Menú Degustación PRIMAVERA 2017 (75 euros) incluye:

“Jerez de tomate de primavera” Un curioso aperitivo que fue olvidado por el equipo de sala a pesar de la advertencia, el camarero era extranjero y no debió de entender la pregunta, en todo caso, posteriormente tras informar al “jefe de sala” lo disfrutamos sin problemas. Me pareció muy bueno. El segundo aperitivo “Mollete de rabo de toro, mole y pico de gallo” es un guiño a la capital, pero no sorprende.

Los “Espárragos blancos, parmesano, albahaca y migas de tomillo” es un buen esparrago en el que destacan más los acompañamientos que el producto.

Donde el nivel es superior es con la “Primera florada de guisantes salteados con salsa de jamón ibérico”, soberbia presentación y trabajo con especial mención a la gelatina y salsa del jamón de ibérico. De 10, lo mejor de la velada.

La “Empanadilla rellena de cangrejo real, dendé y sagú” son unos buenos dumplings con una interesante salsa cítrica.

Los principales están formados por el “Pez San Pedro “neniére”, calabacín, mantequilla y perlas de chirivía”, y la “Paletilla e cabrito lechal, ajos, anchoas y cerezas”, dos buenos y sencillos trabajos. Muy bueno en ambos casos los puntos de cocción, en el que destacaría el sabor del segundo.

De los postres: “Pre-postre de temporada”, a base de manzana y pepino y “Postre Hermanos Torres El Cielo”.

De la interesante carta de vinos nos decantamos por las garnachas de San Martín de Valdeiglesias de Comando G, ROZAS 1ER CRU. Vino que no acabó de abrir (lo he podido disfrutar algo mejor en casa un par de semanas después). Decepcionó bastante, por lo que a mitad de recorrido recurrimos a lo fácil: IMPERIAL de CVNE: Maravilloso. El precio final es orientativo sin este incremento no previsto.

Muchas ganas de tener a los hermanos Torres por estos lares..., y cierta sensación de que el momento está por llegar.

La verdad es que teníamos interés en este restaurante, pero a la vez nos producía cierto recelo, no sabíamos si nos íbamos a encontrar con un restaurante al que los famosos cocineros tan solo aportaban el nombre o si realmente sería una muestra de su cocina. No he visitado la casa madre en Barcelona, pero por las referencias que he leído, creo que nos encontramos con una versión más sencilla e informal de la cocina de los hermanos Torres pero bastante satisfactoria.
El restaurante se encuentra en un precioso hotel del que no tenía referencia alguna y dispone de un patio maravilloso, que si lo utilizan como terraza para el restaurante se puede convertir en un lugar de visita obligada en primavera-verano.
El local del restaurante en sí también nos gustó, se encuentra en un edificio anejo al palacio, que probablemente estuviera destinado en su momento a las caballerizas. Decoración de aire industrial, con paredes de ladrillo visto y cristal, dejando ver parte de la estructura de la primitiva edificación. Ambiente bastante informal, nos gustó y nos pareció confortable. Setenta por ciento de ocupación en un sábado por la noche.
Mesas sin mantel, en nuestro caso una bonita mesa de mármol, pero sigo echando de menos el mantel en restaurantes de este precio. Buen menaje destacando unas enormes copas riedel para el vino.
El servicio joven, voluntarioso y muy amable, pero con algunos fallos, especialmente en cuanto al servicio del vino y del pan. Sin embargo, se suplen con la amabilidad del personal y lo más probable es que los fallos terminen de pulirse con un mayor rodaje.
De la carta de vino destaca el apartado de champagnes y el resto bien en general, pero se aprecia una cierta falta de riesgo e innovación. Me pareció escuchar que se trataba de la carta de vinos del hotel y que en un futuro el restaurante incorporaría sus propias referencias.
En cuanto a la comida, optamos por el menú degustación para poder probar el mayor número posible de platos (adjunto foto del menú en el que se indican los platos que lo componen). El menú degustación tiene un precio de 75 euros IVA incluido, sin bebidas y observando los precios de la carta, no es que hiciera los números con exactitud, pero me dio la impresión de que saldría bastante más caro comer a la carta.
Casi todos los platos del menú nos parecieron de alto nivel, con algunos claros y otros oscuros. Los claros: - El abrazo de invierno, reconfortante en una noche fría y lluviosa como nos tocó a nosotros. El plato de camarones, un divertimento que nos gustó mucho, aunque puede haber comensales a los que no les guste comer con las manos (por nosotros no hay problema). - Los guisantes, por sabor y textura eran para llorar de la emoción, lo mejor de la noche. - El pez San Pedro, con un punto casi de tataki, que no había probado nunca en este pescado y que me gustó mucho. - El mollete de rabo de toro, nos gustó mucho por jugosidad y melosidad. Los oscuros: el calabacín del San Pedro, que en mi opinión no aportaba nada al plato y la ensalada de colinabo, en la que la trufa tampoco aportaba nada especial ni de sabor ni de aroma, lo cual es raro en una trufa melanosporum. Los postres, bien, pero sin transmitir ninguna emoción especial.
En resumen, habrá que ver hacia donde evoluciona, quizá por ahora le falte un punto para emocionar, pero esta primera visita nos gustó y disfrutamos bastante. Está por ver si los hermanos siguen encima del proyecto, si es así y pule algunos defectillos, el proyecto tiene buena pinta. Volveremos a verlo.

  • Menú degustación Dos Cielos Madrid Invierno 2017

    Menú degustación Dos Cielos Madrid Invierno 2017

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