Local de reconocido prestigio en la elaboración de arroces en el centro de Valencia. Es verdad que hacen muchos en muy pocas horas y hay descritos comentarios de arroces menos acertados. He estado en múltiples ocasiones y el arroz ha estado siempre de notable alto a muy bien. ¿Suerte? La frecuencia me hace pensar que no puede ser solo suerte.
Otro tema aparte es el precio: siempre me ha parecido un arroz de alto precio. El local estaba al 50% que en este caso son muchas mesas llenas, ya que tiene planta baja y piso; esta situación mejora el entorno pues hace un par de años estabas en mesas muy juntas con mucho barullo de fondo.
Una estupenda mesa redonda te hace encarar todo con mejor sonrisa.
La carta de vinos está centrada un valencianos (lógico) con vinos muy clásicos en general, con precios elevados. El servicio fué directo sin dar ni a catar no recuerdo ni con qué excusa; temperatura correcta, copas mejorables, solo un nuevo servicio final para acabar la botella y preguntar si otra más. Servicio y cambio de platos y cubiertos bien y ágil. Vajilla y cubiertos de hostelería corriente.
Comida para cinco ya encargada de arroz con bogavante. Elegimos unas entradas que fueron un muy buen jamon sabroso con un pan normalito tostado que se queda duro pronto y un correcto tomate para acompañar. El pan estaba mejor con el buen aceite Casa Albert que había en la mesa y el tomate para comer con cuchara y dejar al jamon expresarse en solitario. Unas puntillitas correctas sin más.
Unas sabrosas gambas de Denia, tres por persona, jugosas, de tamaño algo más que medio, a la plancha, quizás con demasiada sal exterior fueron perfectas para el tiempo de espera del arroz.
De principal fué el arroz, que merecía una foto la presentación en la paella, con buena cantidad de bicho que además era de muy buen tamaño aunque menos jugoso de lo esperado (¿mucho hervir?). El arroz en muy buena ración, en buen punto, con el aceite justo de dejar manchado el plato al acabar, correcto de sabor.
Un sorbete de limon muy bien presentado y por cortesía de la casa (hay quien conocia a los dueños) empezó a empujar al arroz hacia abajo. De postres: una de kiwi, una de piña, (¿alguien adivina cuantas mujeres había?) un pastel ruso con chocolate caliente bueno aunque troceado para que ocupe más espacio en el plato; dos helados de turron con chocolate caliente en ración XXL (me pareció mayor que otras veces).
Para beber optamos por un blanco pues aún hace calor: un albariño bien de Lagar de Cervera 2012. Me quedé un poco corto y pedí una copa de tinto sin poder elegir porque solo uno tenían abierto: un Beronia (¡¡qué recuerdos!!); casi me congelo las manos intentando ponerlo en temperatura adecuada porque debió salir del congelador de los chupitos en lugar de la nevera de vinos. Además un par de aguas sin gas y dos cocacolas.
Cafés para todos con una buena galletita de compañía; sin chupitos ni mistelas ni repeticiones de cafés ofrecidos.
Buenas sensaciones a la salida; aunque las gambas no son baratas en general, ahora es el mejor momento por su precio más bajo de todo el año, al menos hasta que acabe octubre. Total 315€.
más lo fui en el Noma ("namber guan"), ¿por qué no lo voy a ser en Roberto?
es un ejercicio para el aleman ese que me esta dejando sin memoria.saludos.
Debe referirse al Sr. Alzheimer, pero no se acuerda
Si eso lo he entendido, pero la frase en si no le veo ningún sentido.
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