Después de un primer contacto reducido al menú y algún extra, había el propósito de volver pronto y probar algo de esa carta atrevida e innovadora.
Reserva previa y comida en mesitas estrechas (tipo locales franceses) que dificulta compartir platos y hasta la enfriadora del vino. Buen cambio de platos, cubiertos. Buen servicio en sala.
La carta de comidas incluye un menú de sábados y festivos por 19.50€ que se forma con un entrante, un principal y un postre a elegir entre 3-4 opciones.
Un segundo listado que incluye platos especiales del día como el arroz de plancton.
La carta propiamente dicha y fija incorpora una parte de "verde" (ensaladas, etc); entradas como bravas, ajoarriero, croquetas de ceps, etc; productos del mar: mejillones, pescados, callos de bacalao..; carnes: lasaña de vaca, pastrami, hamburguesa goulash, etc..; postres: tarta finesca, pastel chocolate, lima limon, fruta fresca, etc..
La carta de vinos, adecuada al tipo del local, tiene bastante variedad para elegir; hay incluso extranjeros.
El tipo de local no es para tener una bodega superlativa de grandes marcas y añadas, pero aun así cumple mejor de lo esperado.
Los vinos incorporan datos de la bodega y uva lo que es de agradecer.
Bien servido de inicio, buena temperatura y copas.
Cuatro para comer y decididos a probar cocina. Elegimos tras consultar con el servicio de sala:
. croquetas de ceps x 2 pp: unas croquetas no deben dejarte con la duda cuando has acabado el plato de no saber de que se habían pedido las croquetas. Estas bien que saben a setas y no dejan dudas.
. crujiente de arroz marino y guacamole: recuerda el chip de entrada de la Salita y que sirve ahora de base para formar un curioso plato que incluye hasta camarones. Difícil de comer pero curioso y creativo a la par que sabroso. Dudamos de repetirlo pero decidimos esperar a ver el resto de la comanda. Un plato muy de Begoña con mucho colorido, muchos ingrediente, diferentes texturas y todo formando un armónico conjunto.
. mejillones al curry verde: unas piezas XXL de mejillones, sabrosos, carnosos, bien preparados y servidos en cazuela. Muy recomendable.
. sardinas ahumadas y braseadas con causa limeña de huancaina: comentadas como de picante notable, el ají estaba bien de punto para gustar a casi todos.
. el pescado en su adobo. Espectacular presentación. Buen pescado y buen adobo tipo cazón andaluz, servido sobre una base que es una estructura de pez.
. arroz de plancton con mayonesa de lima y calamar. Servido en cazuela al centro, un arroz de pescado con sus pequeños trocitos de calamar pero en el que destaca la presencia y abundancia de plancton dejando un sabor de mar que lo impregna todo. Muy recomendable.
. postre: pastel de chocolate caliente, praliné y tropezones. Servido sobre papel, una delicia para golosos y choco-adictos. Recomendable.
Para beber aparte de agua mineral, un blanco muy agradable Selbach Oster riesling trocken del Mosela 2015.
Para finalizar unos cafés para todos, bien preparados.
En el precio no se incluye el pescado.