Barbaridad de setas

Mucha fama tiene este veterano bar/restaurante del casco histórico con sus setas en temporada. Merece la pena entrar y ver sobre la barra sus cestas con diversidad de setas. Esa noche magníficos boletus, rebozuelos, trompetas de la muerte entre otras.

Barra muy poblada de pintxos, entre los que destancan sus hojaldres rellenos y minibocadillos, al margen de raciones a precios bastante altos.

Esa noche sábado, no cabía un alfiler. Mucha, demasiada gente para poder disfrutar de su oferta como se merece.

Probamos para tres personas:

- 3 x Hojaldre de txistorra: Masa fina y crujiente. Simple pero sabroso.

- 3 x Tartaleta de txangurro: Su canapé clásico que se toma caliente. Bien pero sin echar cohetes.

- Ración de pimientos de Gernika: Ración demasiado escasa pero bien fritos (8€).

- Ración de setas plancha con huevo: Ración riquísima de boletus pero nuevamente demasiado escasa. Se nos hizo cara (19.50€).

Para beber, puede que sea el mejor bar de la zona para tomar vinos. Buenas opciones por copas para nada comerciales (esa noche el gallego Lalama o el canario 7 Fuentes entre otros). Además no hay problemas para pedir alguno de los vinos del restaurante (un par de parejas francesas a nuestro lado se estaban tomando un Finca Dofí y un Trasnocho como el que quiere la cosa). Nosotros tomamos un par de cervezas y un par de copas de Lalama correctamente servidas.

Precio total: 57.50€ (inc IVA, dos copas de vinos, dos cañas y un refresco).

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría tomar un par de pintxos y un par de raciones entre dos personas, sin bebidas.