Nuevos tiempos

Ya descrito en el anterior comentario el cambio de ubicación queen principio es una mejora por estar más céntrico y más cercano de uno de los dos ambientes gastronómicos que hay en Valencia (mercado de Colon y mercado de Ruzafa).
Una barra de bar amplia donde poder dar de comer y unas mesas y decoración bastantes asimétricas y no demasiado cómodas ni amplias aunque sí llenas.

Una carta de comidas que consiste en varios folios cogidos con pinza pero que acaba siendo un grupo incompleto de folios en algunas ocasiones.
Dispone de un menú llamado de "cocina de mercado", que parece el más habitual de consumo; bien versión corta con dos entrantes (19.99€) o la larga con cuatro (29.90€) con un principal (dos variantes de arroz a servir una opción, a mesa completa) más postre, sin anunciar si incluye pan, bebida o IVA.
Otro folio anuncia las sugerencias de mercado aunque parecen más sugerencias de cocina del chef que producto de temporada pues encuentras callos de ternera, manitas, navajas...

La propiamente dicha carta de comidas son otros dos folios con aperitivos de barra, productos del mar y de la tierra como entrantes; de principales (sobre 20€): pescados con dos opciones merluza de pincho y pescado del día cuyo precio no coincide con la sugerencia de mercado de hoy.
La otra opcion es carne: paletilla de cordero, pluma y chuleta de vaca.
Se completa con una amplia opcion de arroces y algunos de ellos precisan de encargo previo.

La carta de vinos es bastante amplia y variada, con algunos vinos poco habituales que se agradece encontrar.
Arrancamos con una mencía Massimo Tinto con mucha fruta y seguimos después con un infrecuente tinto de El Grifo: Ariana 2014 con más entidad y suavidad.
El servicio continuado y bien llevado, como no podía ser menos, por quien manda en la sala.

Mientras decidimos, por cortesía, unos chips de piel de bacalao con crema de boquerón. Buena idea pero estaba algo duro.
Un pan ceclamado varias veces, se hacia necesario para un aceite riojano verdoso y sabroso: 5 verdades.

Cuatro para comer y sin tener muy claras las opciones ni las raciones, decidimos compartir todo, sirviendo dos de cada:
. terrina de oreja a la plancha, pepino, zanahoria, cilantro, cacahuetes y aceite picante (14€). Con reminiscencias de ceviche, quizás el más incomprendido.
. alcachofas con patata confitada y caldo de jamon ibérico (15€). Se acompaña de un crujiente de jamón; buen producto y bien elaborado y presentado.
. huevos (2) ecológicos fritos con setas (trompetas de la muerte) y jamón de bellota. Siempre cumplen bien (volvemos a reclamar el pan y al fin llega).
. guiso de morro con garbanzos y hierbabuena (14€). Sabroso, meloso, perfecto de cocción; para comerse un pozal, pero la ración era escasa para dos e incluso justa para uno si te gusta como plato principal.

Los principales tambien los compartimos:
. parpatana de atun rojo balfego a la brasa (21€) con jugo de fesols y naps y crujiente de remolacha, servido con su quijada y todo. Todo sabor, aunque con menos elegancia de la esperada ya que te obliga a desmigarla para separarla del hueso. Buena ración.
. pluma ibérica de Joselito a la brasa, con zanahoria, yogurt y salsa española (20€). Buena ración, buena carne, buen punto (no preguntado previamente) y agradables complementos. Recomendable.

En el siguiente folio están los postres y una compañía muy interesante de vinos dulces y espirituosos; pediamos dos de fruta (¡opción que no habia en carta!) que tras muchas dudas se anuncia que solo hay manzana, con lo que descartamos la fruta.
El dulce no apetecía como opción, asi que pasamos a los cafés, al que añadí una copa (7 ml anuncian) de Alambre de 20 años (8€), traida ya servida desde la barra ¿? (la jefa ya se habia ido): un buen dulce con su ajerezada nariz y su acidez en boca; este vino simempre caminará unido al grupo 3 x 4 y al querido y añorado Gadhus.

Hay que dar tiempo a asentarse al nuevo ambiente, nuevos clientes, competencia y cocinas cercanas, nuevos camareros... pero una cosa está clara. Visto lo visto en carta y lo servido, más lo probado en mesa, los platos de cuchara (incluido el arroz) parecen una muy buena opción.

Recomendado por 4 usuarios
  1. #1

    Fer B.

    Tienes razón, hay que dar tiempo. No obstante, y corrígeme si me equivoco, dejas entrever que hay mucho trabajo por delante en todas las facetas, más allá del dominio que tiene la cocina sobre determinado perfil de platos.

    Tiempo al tiempo.

    Un saludo!

  2. #2

    Abreunvinito

    en respuesta a Fer B.
    Ver mensaje de Fer B.

    Así es.
    Necesita aaentarse todo y salir en una buena dirección para crecer y hacerse referencia en su fuerte.
    Es mi opinión y mi deseo.
    Saludos

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