Nueva visita. Ccina de altura.

Nueva visita para seguir profundizando en las propuestas de este excelente restaurante peruano. Salvo en un caso, hemos procurado incluir en la comanda platos diferentes a la visita anterior.

Del capitulo bebercio, un Alma de blanco, uva godello, DO Monterrei que ha funcionado correctamente.

- Aperitivo. Leche de tigre y cortezas de piel de bacalao.

- Mejillon. Hecho al vapor, con una crema de vieira y langostinos, con un granizado de menta con jengibre e hilos de camote. Es una presentación ya conocida y que repetimos y repetimos.

- Sanguchito de ceviche de gallina. Al ají amarillo, con puré de aceitunas y crispis de yuca. Correcto.

- Estirapaguetti. Guiño a la cocina italiana, pero sin perder su esencia como cocina peruana. Chipirones cortados en tiras finas imitando a los espaguetis, sobre sopa fría de albahaca y corvina bañada con leche de tigre al parmesano y tomate seco con rocoto asado. Buen plato.

- Causa de quinoa negra. Crujiente con salsa de albahaca y escabeche limeño de ventresca de atún y queso fresco serrano. No esa malo, pero un tanto pesado.

- Misti. Plato del capitulo dedicado a los sabores del Peru moderno. Se trata de unos ñoquis de patata en salsa de cauche arequipeño con queso serrano, junto con una presa ibérica al punto y lamina de pan apergaminada con carbon vegetal. Plato original, donde destaca la calidad y el punto de la carne.

- Sorbete de chicha morada con almíbar y piña deshidratada. Postre muy refrescante.

Cafés con hielo ponen punto final a esta visita. Volveremos a seguir explorando en la carta.