Cena para grupo en este lujoso y encantador hotel en el Tibidabo.
Comenzamos con un aperitivo de pie muy abundante y consistente en :
-Chips de vegetales
- Jamon ibérico
-Tataki de salmon con gorgonzola
- Rape envuelto en bacon
-Croquetas ibéricas
Todo aceptable
Ya en las mesas, muy bien preparadas:
- Esparragos trigueros marinados con mozzarella de bufala trufada y rucula. Bien pero la teorica trufa del queso no se percibia
- Filete de dorada con risoto de judías y chorizo. Muy bueno. Especialmente el orginal rissoto
Como postre. Una crema de chocolate con frutos rojos. Yo no la tomé.
Los vinos fueron un verdejo bastante aceptable (no recuerdo el nombre) y una garnacha del Penedes que tampoco recuerdo y era muy flojita.
El servicio muy eficiente y profesional como debe ser en un establecimiento de esta categoría. Aguantaron estoicamente el alargamiento de la velada que nos amenizaron un un carrito de gin tonics Origins de Schweppes muy bien preparados por un barman especialista.
Restaurante correcto con cocina un poco sofis pero caro caro caro, yo estoy acostumbrado a pagar menos por los mismo o parecido, no cene mal . para que os hagais una idea un menu degustacion de 4 medios platos con maridaje de vinos 120€ . cristaleria bien
El restaurante es diminuto. Comimos en la terraza, las vistas nulas. La terraza es agradable. Nos decantamos por el menú degustación (escoger un plato entre dos en primeros y segundos) ya que la carta es muy reducida, tres primeros, tres segundos y tres postres... La comida muy buena, aunque no se arriesgan mucho por la cantidad de platos (poco a escoger). La carta de vinos, en cambio, es muy extensa en comparación con la carta de comida. Los precios de la comida, caros, pero acordes a su calidad, la de los vinos, absolutamente desproporcionada. Multiplican los precios x4, incluso con los más caros. Una barbaridad. El servicio fue correcto, aunque un poco tensos...muy jóvenes y se nota que aún están formando al personal de sala. En general bien. Una pega fue que tardaron excesivamente en traerme la tarjeta de crédito...denota desconfianza y deberían cuidar ese asunto. 75 euros por barba. Recomendable pero con semejante carta, es difícil repetir porque si no, vuelves a comer lo mismo. Supongo que al ser un hotel, pensarán que sus clientes son pasajeros que tardarán en volver, pero si pretenden captar al público de la ciudad, se equivocan con ese planteamiento.
Lo mejor la vista, es inmejorable, restaurante mas bien romantico y con ganas de gustar, pero se quedan cortos. Copas correctas schott. La carta de vino extensa con varias D.O y champagne
el vino exageradamente caro, o carisimo, es algo espectacular, una pena, no poder pedir algo decente para solo acompañar el sitio y las vistas, ya q te crugen. Buen servicio, la comida podria mejorar, en fin, no volveremos. p/p 70.
Las vistas magnificas, el servicio correcto, y los vinos carisimos.
Por poner un ejemplo, un Marques de Alella blanc classico a 26 euros+IVA, sencillamente una tomadura de pelo.
La comida correcta, sin ningun aspecto a destacar.
No volveremos.
Restaurante muy correcto, perfecto para una velada agradable. Una ubicación sobre Barcelona envidiable, pero hasta que no habran la terraza no se puede aprovechar.
Comida acorde a las expectativas (que ya es mucho) y servicio de vino justito, cada vez que queriamos rellenar la copa había que buscar a alguien del servicio.
Respecto al servicio, mejorable, nuestra mesa fue atendida por una "novata" que estaba muy nerviosa y transmitía mucha inseguridad en la preparación de los platos en la emsa auxiliar. En mi opinión, en un restaurante que pagas 80 Euros por comensal, no solo todo tiene que ir rodado, sino que se tiene que exigir.
Seguramente, por el precio, hay restaurantes en BCN con una RCP, difícil que volvamos de nuevo.
Restaurante del Hotel La Florida. Vistas espectaculares sobre la ciudad, sobretodo ahora en verano desde la terraza.
Se respira lujo de calidad por los 4 costados, servicio impecable, de alta escuela, pero nada estirados. En su sitio sin ser pedantes, muy amables y correctos.
Extensa carta de vinos, un poco cara (Clos Mogador 2001 a 80€), en consonancia con el local y con los precios de la carta (comida a 70€ por persona sin las bebidas).
Cocina catalana moderna, bien ejecutada. Me ha gustado, se cena bien, en un marco excepcional y bien servido. Esto se paga, pero vale la pena probarlo.