Gastrobar y barra situada en la planta baja de Entrevins. Local bonito y abierto con una zona de mesas altas y barras con vistas a la calle La Paz y una zona interior con mesas.
Visita de viernes noche para tomar algo y probarlo. La carta con alguna propuesta diferente y clásicos (steak tartar, tataki atún, entrecote, pulpo).
Mientras decidimos, un buen vermú y cerveza Ambar de barril.
- Tataki de atún con crema de guacamole (11€). Muy flojo. Extraordinariamente salado y nada sabroso. El atún muy normalito y la crema de guacamole para olvidar.
- Filetes de caballa a la llama, brotes verdes, apio, aceitunas negras y vinagreta de tomate y pipas de calabaza (9,5€) No gustó nada. Adolecía el plato en su conjunto también de un exceso de sal. Los brotes sin ninguna gracia. Lo mejor del plato las pipas de calabaza.
- Coca de oli con presa de Ibérico ahumada con hierbas mediterránea, manzana verde, crema de cebolla tostada y rúcula. (9€) Plato correcto aunque sin mucha sorpresa. Mejoraría si la presa no se sirviera fría de refrigerador. Buen punto de sal.
- Taco mejicano con cordero, berenjena y ras el hanout (4€) Un muy buen bocado, sin duda el mejor de la cena. El cordero desmigado y sabroso con la berenjena. Destacable la tortilla de maíz.
Vinos por copas entre 3 y 5€ servidos a buena temperatura en copas Schott.
Tal vez hicimos una mala elección en la comida o no fue su mejor día, pero la sensación fue de decepción. Puede que vuelva a beber algo y tomar el taco, pero tardaré en volver para una cena informal. Servicio atento y correcto.