Una estrella rockera

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Día lluvioso en Madrid, con paraguas ad hoc llegamos a GOFIO caminando. Entrada afable, detalles, visual de las cavas de vino y del restaurante, aunque me esperaba algo más de calidez en la entrada local. Sala muy joven , informal, con desparpajo, rockera, como la sumiller.

Creo que hace falta alguna propuesta de vinos en el menú, no digo que sea maridaje, pero si recomendaciones, así como bebidas canarias ( NO VINO) que vayan acordes con los magníficos platos. La venta por botella está bien, pero queda un poco quieta en la winelist. Es mi opinión.

En cuanto al menú largo que proponen, se llega bien al final, sin estómago lleno, en mi caso con Champagne y con Trenzado de Suertes del Marqués, finalizando con Bimbache canario en damajuana.

De fondo música un poco a tope, que personalmente me encanta!.

Los aperitivos, la croqueta de pollo con todo, la pata asada y las mollejas, mis favoritos. En postres, todos estupendos, quizá el gofio es espectacular.

Presentación 9,3

Texturas 10

Temperatura 8,2

Color 9,2

Sabor 9,5

Armonía: Con vino blanco mejor el menú, pero es personal N/C

Sala 9 ( hay baile, y creo que hay espacio de mejora a lo sublime)

NOTA

En mi opinión, necesitan otro local de restaurante, más calidez, más amplitud y otra visual de color en la sala. La música que maride con los platos incluso en mesa, más armonías enológicas con propuestas de sumiller ( los vinos por copa deben aumentar) y alguna sorpresa que deleiten. Así puede venir la 2ª estrella **.

Muy recomendable y amistoso. Para volver ad hoc.