Tras comer ahí, volvería a cenar. Ale, los cagaprisas, ¡yéndose! Los demás, seguimos.
Se siente uno extraño cuando no hay nadie en el local, pide sitio para uno y le dan vueltas al asunto. En diez minutos, ¡se llenó! No sé si es que está de moda o algo.
Revisada la carta lo cierto es que me apetecía todo, pero ya estoy mayor para excesos. Comanda y me indican que posiblemente tarden un poco, porque su cocina es de elaboración y no sale inmediatamente. Me gustó que lo adviertieran y que fuera así. Para hacer tiempo traen una generosa bandeja de pan (muy razonable el pan, todo hay que decirlo) con aceite (que no me dijo gran cosa, pero vale); en la carta aparece el asunto, esto es, no engañan a nadie. Y un aperitivo de aceitunas (gigantes. Como gordales multiplicadas por muchimil) en mojo verde de perejil (que no les quedaba cilantro, copón, ¡que todo queréis saberlo! :-p ). Yo me saco mi libro y ale, a esperar que llegue la comanda.
Llega una caballa a la llama con escaldado negro de gofio. Pintón, pero ooooye, que esto no es sólo estética, ¡está buenísimo! Al servir le añaden un caldo de la propia caballa, que en mi opinión sobra, pero en cualquier caso buenísimo.
Después una cazuela (sí, yo sigo en mis trece de las cazuelas). Una garbanzá de pulpo con morena frita y una morcilla con tonos dulces. Pueeees, otro plato riquísimo. Muy buen guiso, muy bien ligado y con ese curioso toque de la morcilla y en plato aparte la morena frita. ¡Qué rica está la morena frita y qué poco se la ve! Como para comerse dos platos más de cada.
Para terminar un dim sum de cabrito. El plato más flojo. Creo que es por que me gustan más los dim sum que han tenido una pizca de fritura.
Hay vino, aunque no carta. Llegaba yo muy acalorao, de modo que con un par de cervezas me he quedado tan pichi.
El servicio muy bien. Gente muy amable y cercana. Con paciencia infinita en algunas mesas que miraba yo por el retrovisor mientras disimulaba con el libro ;-)
Un lugar para volver ya mismo.
Nota: Me acabo de dar cuenta que lo que parecía obvio no lo es. Este lugar hace cocina canaria, pero dándole una vuelta al asunto. Que no todo son papas con mojo, sama y vieja.
Nota 2: Edito el día después. Me comunica por línea interna que lo que yo he llamado "escaldado" se llama "escaldón". Me disculpen los insulares de todas las Islas Canarias.