Fuimos un grupo de 15 personas a cenar el sabado por la noche. Se habia reservado un salon privado. La carta es bastante amplia y sugerente. Mi impresion para empezar no fue buena con el servicio del vino y he de decir que es lo unico a lo que le doy un suspenso. Nos lo sirvió una señora que golpeaba la copa con la botella cada vez que servia. Ademas antes de servirnos los segundos nos enseña una botella que tenia menos de un tercio y nos pregunta muy asombrada si queriamos que abriera otra... a lo cual le dijimos que por supuesto dado que estabamos en mitad de la comida, o antes y que eramos 15...y ya no volvio a preguntar si no que iba sirviendo vino, con el golpecito correspondiente, hasta el final de la cena. Pero cual fue mi sorpresa cuando ya en la sobremesa con unos gin tonics, alguien dice: ¿ aqui en Barcelona es costumbre llevarse el vino a casa ?? es que han dejado dos tercios de botella ( Les terrases, por cierto y nada barato..). Es decir que nos pregunta una estupidez a media comida pero para abrir una botella y servir una copa probablemente ya en los postres no dicen ni mu... En fin.
A pesar de todo valorare la comida que fue mejor de lo esperado. Loos entrantes a compartir:
- buñuelos de bacalao: bien
- escalibada : muy bien
- Chopitos : muy buena fritura
- jamon: normal
- pan con tomate: muy bueno
- anchoas: excelentes
Los segundos yo tomé un rodaballo a la plancha que de aspecto parecia de piscifactoria pero la calidad resulto excelente por lo que quiza me equivoqué y entre otras cosas el precio no era de piscifactoria (unos 35 euros). Mi pareja tomó lubina salvaje al horno y estaba tambien excelente. El resto tomó diversos pescados y todos opinaron muy bien.
El postre: una tarta de tiramisú aceptable. Parecia casera.
Los GT y wiskies muy mal servidos. Mi wisky en un vaso de tubo ¡¡¡¡¡ y otro con cocacola en vaso bajo de wisky ¡¡¡ optamos por no decir nada a la señora porque era como hablar con la pared.
El resto del servicio atento. El precio no lo sé porque no pagué yo