Teníamos ganas de ir y con previa reserva de más de una semana, nos presentamos allí. Diminuto urban-taco-bar; cinco mesas altas con taburetes de colores. Incómodo "no más" aunque nos resultó tranquilo y hasta el joven servicio nos hizo pasar una velada acogedora.
Carta no especialmente larga pero por supuesto con vocación mexicana: antojitos (sopes y panuchos), quesadillas y tacos. Lástima que haya descartado el picante como motor de su oferta.
Los platos nos los fueron sirviendo uno tras otro y a un ritmo pausado; la cocina se toma su tiempo con tranquilidad.
Cena para dos:
- Como atención de la casa, unos totopos de maíz y salsa de tomate con un ligero toque jalapeño.
- Guacamole "la tomata" (7€): Sencilla versión del guacamole pero que resultó un verdadero vicio: suave y cremoso. Aquí prima el aguacate sobre el cilantro, la cebolla o la lima. Por encima, unas pipas de calabaza que aportaron un toque distintivo.
- Chilaquiles rojos con pollo y queso fundido (10€): Plato que consiste en unos totopos cocidos en salsa de chile y caldo, presentados en esa misma salsa, pollo deshebrado y queso. Sabroso y contundente platillo. Muy rico.
- Quesadillas de trigo y huitlacoche (7€): Dos soberbias tortillas de trigo dobladas y rellenas del hongo de maíz y queso fundido. ¡Qué sabor tan profundo! Muy conseguidas.
- Tacos de cochinita pibil y x´nipec (6.50€): Dos tacos de maíz con el tradicional guiso de cerdo adobado en achiote, acompañado de cebolla morada y con el aderezo de una salsa a base aceite, chile y cebolla morada. Una delicia. No desmerecen para nada de los probados en Punto MX.
- Tacos al pastor de ibérico con salsa de tres chiles (7€): Un par de tacos de maíz esta vez con daditos de cerdo ibérico aderezado con una salsa de la casa a base de tres chiles: guajillos, cascabel y de árbol. También muy ricos pero por detrás de los anteriores tacos.
- De postre, carlota rellena de crema y sorbete de frambuesa (6€): Como buen golosón, pedí este postre francés muy bien ejecutado. Un bizcocho plano abierto por la mitad relleno de una crema ligera y sedosa con sabor a lima muy rico. El sorbete cremoso y con muy buen sabor.
Para beber, pocas opciones de vino pero las que hay son de mérito y en vinoteca, por ejemplo, 30.000 Maravedíes. Aquí, creo yo, se viene a por sus margaritas, micheladas o cervezas. Interesante oferta de tequilas. Recomendaría probar algunos de los cócteles que ofertan. Nosotros probamos la margarita clásica, dos margaritas de tamarindo y la margarita de pepino. No sabríamos si quedarnos con la tipicidad de la clásica, con el regusto agridulce de la tamarindo (con el borde con sal y polvo de chile) o con la carga aromática de la pepino. Para otra ocasión, intentaremos con alguna michelada. Puntúo bien el servicio del vino por la calidad de sus cócteles.
Precio total: 71.50€ (inc IVA, no cobran servicio y las cuatro margaritas).
Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría un un antojito, un par de quesadillas, un par de tacos y postre, sin bebidas.