No estuvo mal. Lleno, pese a ser una noche fría de febrero, y acompañado

No estuvo mal. Lleno, pese a ser una noche fría de febrero, y acompañado de la chati. Las mesas multiplicadas y excesivamente juntas, dan una cierta sensación de agobio y teniendo en cuenta que, de noche, es escenario parejil, acabas enterándote de lo bien o mal que le va a la pareja de al lado, lo que no deja de ser curioso aliciente.
La comida es correcta. Algunos platos pasan del aprobado y otros no llegan. Es caro (unos 140 € la pareja) si se valora, exclusivamente la comida, pero las vistas de Barcelona, y el estilo fashion del restaurante lo compensan en parte.
Es un lugar para iniciar una noche estupenda con alguien (siempre que, entre sus exigencias, no esté la de comer siempre perfecto).

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar