Habiendo pasado por delante varias veces y con el gusanillo de la curiosidad picado, nos decidimos finalmente el pasado Viernes por la noche a tomar algo en este Bache... paso a comentar la experiencia:

Local de dos plantas, acogedor y modernete en lo decorativo; dado que a las horas a las que llegamos no había mesa disponible sin reserva y que somos gente de barra, allí que nos plantamos para picar algo y tomar unos vinos. Cabe destacar que la barra se encuentra junto a la cocina abierta sin ningún exceso de ruido ni olores (chapeau por los arquitectos, si señor).

Mientras ojeamos la carta y nos sirven las bebidas, el simpático camarero nos sirve un chupito de rico salmorejo, con lo que empezamos a disfrutar de la velada; comimos lo siguiente:

- Ensaladilla de carabineros con emulsión de sus cabezas: ensaladilla consistente en timbal de patata y huevo prácticamente hechos puré, 6 mini carabineros coronando y la mayonesa y la emulsión alrededor. Presentación barroca para un resultado sápido francamente destacable. Ración generosa que gustó mucho.

- Huevos de campo con camarones sobre papas revolconas y polvo de alga nori: aunque la combinación pueda sonar a priori algo descabellada, principalmente por la inclusión en el global de los camarones y el polvo de alga nori, hay que reconocer que el platillo no está malo. Bien cocinada la yemita de huevo y muy ricas las revolconas; además el aporte del alga nori no resulta superfluo y se da un buen encaje con el resto de componentes. El gran problema del plato es que el camarón se presenta en abundancia y solamente cocido con lo que mantiene una textura áspera nada agradable en boca. Quizás friendo bien los bichos y desgrasando bien se podría arreglar el desaguisado, porque realmente entiendo que la combinación puede quedar resultona. Aun así, no repetiríamos.

- Gyozas de carrillera: plato bastante visto que queda bien solventado por los cocineros; pasta fina, tostado correcto de la gyoza y relleno sabroso y meloso. Correctas+, si se puede decir así.

Acompañamos el ágape con dos copas de una excelente manzanilla pasada (no recuerdo marca, lo siento) a 5 euros c/u y 3 copitas de un blanco francamente agradable y del que tampoco recuerdo mucho más... el pan de muy buena calidad servido en rebanadas y aparte unos picos completaron lo tomado. El total pagado 54 euros. Repetiremos sin dudarlo.

- Lo mejor: buen servicio y ambiente, buena comida, buenos vinillos y buena RCP... poco más que decir. 

 - Lo peor: el plato con camarones.

Cena de 18 personas del grupo Sherry Women. Como ya es habitual, menu cerrado maridado con generosos a precio imbatible de 30 €.

El local ya esta descrito anteriormente. Algo justo  el sitio para el grupo pero estuvimos bien,

El  servicio super amable.

El menu muy abundante consistio en:

* Aperitivo de crema de boniato sobre patata.  Bueno.

*Ensaladilla rusa de carabineros con emulsion de sus cabezas. Muy buena

* Huevos de campo con camarones y patata revolcona. Genial  combinacion

*Croquetas de puchero, Muy buenas de sabor pero rebozado algo recalentado

* Gyozas de carrillera.  Ricas . La salsa que acompañaba demasiado salada  para  mi gusto

* kebab de chicharrones. Original mini kebab con un pan muy muy rico

* Cabezada de cerdo a baja temperatura sobre parmentier de patata. Bueno. Quiza demasiado predominio del toque ahumado

* Payoyo cake cream. No lo probe apenas ya que no soy de postres y estaba hasta arriba.  Pero entusiasmó.

Para beber:

- un par de  finos que no recuerdo

- Oloroso Juan Piñero

-Amontillado Don Zoilo

- Palo cortado Montagudo

- Vino de naranja de Huelva

No valoraré la RCP ya que no vi la carta. Pero  la comida y atencion estuvieron  de notable  y si que vi la carta de vinos y ésta es bastante sugerente con gran presencia de pequeños elaboradores "sureños"

Mucha curiosidad por conocer la cocina de este joven chef que al margen de su formación, conocimientos, trayectoria, etc, se ha dado a conocer, - al gran publico -, por sus apariciones televisivas.

Del local, poco que añadir a lo ya publicado. Dos plantas, la de calle mas informal, destinada basicamente a tapas, raciones y la planta superior, pues con igual aspecto informal, mesas desnudas (formadas por tablillas con separacion entre ellas, pues bien, la separacion llena de migas. Si tomas la decision de utilizar unas mesas de ese tipo, al limpiarla, uno se debe asegurar que no queden residuos), servilletas de papel, mas bien malillas, silleria un tanto incómoda, cuberteria y platos de tipo informal, haciendo juego con el sitio.

Racion de pan ridicula, cuatro trozos de pan con espesor inferior a un dedo, y unos trozos de picos/regañás, al modico precio de 2€.

Aperitivo previo de un loncha de plátano macho con una crema de berenjena ahumada encima. No esta mal.

Como teoricos primeros y por orden de aparición/desaparición.

- Ensaladilla de buey de mar con emulsión de crustaceos. Interesante. Buen sabor, generosa ración, quizas exceso de mahonesa.

- Croquetas de puchero. Un poco compacta, pero con muy sabor, recuerda los caseros caseros de nuestra infancia.

- Patatas bravas con mahonesa de ajos fritos y brava de chipotle. Patata simplemente frita, mahonesa sin recuerdo sapido al ajo frito, el chipotle no se notaba apenas, solo un tenue recuerdo. No nos ha convencido.

- Gyozas de carrillera. La originalidad del relleno de carrillera, no elimina el aburrimiento que supone, el que todo el mundo ofrezca su propia versión de la gyoza. Ojo, estaba muy buena, pero empieza a ser cansino este tipo de propuesta, por mucho que ingenien acerca de su relleno. Y repito, estaba muy muy buena.

- Patata asada, con tuétano y boletus (Plato fuera de carta, ofrecido como sugerencia). A la vista de la foto y en las redes, me han apuntado que tiene una presentación desfasada y puede que sea cierto, pero en cualquier caso, la sensación en boca, es brutal. La mezcla del tuetano, el boletus y la patata asada es impresionante. Un platazo.

- Caballa en escabeche con tagliolini. Otro recuerdo de los sabores de la infancia. Los escabeches de la abuela, equilibrado, intenso sabor, con una caballa fresca y un acompañamiento de una pasta templadita. Un platazo.

- Piña, tequila y coco. Postre muy fresco. Piña macerada en tequila, coronada con una espuma de coco que le aporta un toque mas que interesante.

Cervezas sin alcohol, hay que conducir inmediatamente despues, nuestros imperdonables cafes con hielo y ponemos punto final.

Como resumen, cocina informal, desenfadada, con buena base, pero con margen de mejora. Habra que darle un tiempo y volver para comprobar su evolución.