Restaurante La Serena en Altea
Restaurante La Serena
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
63,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
66 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
10.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.8
RCP CALIDAD-PRECIO
9.3
Opiniones de La Serena
OPINIONES
2

VISITADO: Septiembre de 2016
COCINA: De mercado y moderna
PRECIO: €€€€ (menos de 50€ por persona sin bebidas)
En este caso el menú fueron exactamente 50€
WEB: No tiene página web.
LOCALIDAD: Altea
ZONA: Centro
DISTINCIONES: De lo bueno lo mejor; Relacion satisfacción precio; Recomendado; Terraza

La Serena esta hermanada con uno de mis restaurantes favoritos, Maralba, y uno puede ver la mano de Fran Martinez en muchos de los platos del menú, tanto en sabores como en presentaciones, lo que es una buena noticia.

Este restaurante se encuentra dentro de un hotel y en la entrada hace referencia a esa relación con el restaurante almanseño en el que hacíamos referencia en el titular de este artículo. El restaurante se encuentra dentro de que es el hall de este pequeño hotel, esta puesto con gusto aunque también se nota que se ha intentando adaptar lo que había con un gasto controlado, lo que da un resultado final muy aceptable. Dispone asimismo de una terraza atractiva con una pequeña piscina, donde se puede disfrutar del menú o de un simple aperitivo.

El restaurante ofrece únicamente dos menús de degustación uno corto y otro largo, muy parecidos por 35 y 50€ respectivamente. Decidimos el menú largo al ser comida y la verdad es que se come bien, salimos muy satisfechos pero no pesados.

Eramos 4 personas para una comida, los únicos comensales del restaurante aunque si había una pareja en la terraza.

Snacks:
Muy buenos todos los snacks y donde destacaría la musola en adobo y la coca de alga nori con hígado de rape.
─ Bombón de queso San Antonio.
─ Tomate marinado con caballa en semicuración.
─ Torta crujiente de sardina.
─ Nuestra musola en adobo.
─ Sopa de melon.
─ Coca de alga nori con higado de rape.

Entrantes:
Los entrantes los calificaría entre extraordinarios y excepcionales, desde una "simple" ensalada a ese canelon espectacular o esa sepia, bestial....
─ Ensalada con royal de tomate ala brasa, sardina semicurada y jugo de lechuga.
─ Canelon de gamba blanca con sopa picante de crustáceos y aguacate.
─ Sepia en textura con raviolis de sus hígados.

Principales:
─ Pescado de roca (salmonete) con jugo de caldero. Quizas lo menos llamativo de la comida...
─ Cordero con chalotas y emulsión de tomillo. Impresionante, tres tipos de cordero, medallon, mollejas y falda....espectacular de verdad.

Postres:
Buenos los dos postres pero no fue lo que mas sorprendio de la comida, como sucede en Maralba son postres muy ligeros, basados en fruta y nada pesados.
─ Esponja de citricos, sopa de eneldo y pipas de calabaza.
─ Gianduja, frutos rojos y sopa de yogurt.

Bebida:
─ Godeval (1 x 20€). Un clásico conocido.
─ Viñas de gain (1 x 28€).
─ Agua.

Precio:
─ La nota de esta comida fue de 63€ por persona todo incluido.
─ La nota de esta comida fue de 50€ por persona sin incluir las bebidas (vino, agua, cafés, cervezas, refrescos, copas…).

Video en youtube: https://youtu.be/Zh01yGD1x5Q

Aquellos que me conocen saben que siempre he hablado bien de Maralba. Este restaurante, situado en la localidad de Almansa (Albacete), reúne tres cualidades que, aparte de haberles hecho merecedores de una estrella Michelín, aportan al cliente un grado altísimo de satisfacción: una comida rica y variada (se pueden probar muchas cositas diferentes), un trato profesional a la par que cercano y una excelente relación cantidad-calidad-precio. Siempre he lamentado encontrarme relativamente apartado de esta casa, pero ahora, con la dirección gastronómica del restaurante La Serena por parte de Maralba, a uno le queda ya bastante más cerca y más asequible la posibilidad de disfrutar más a menudo de todo cuanto nos ofrece la “casa madre”.

Fran Martínez, cocinero, y Cristina Díaz, jefa de sala, son el matrimonio que, desde hace ya más de diez años gestionan el restaurante de Almansa. Su arriesgadísima opción por instalarse allí ha ido dando frutos poco a poco y Maralba ya es un restaurante referente en la cocina castellano-manchega. Desde la primavera de 2015, además, han asumido la asesoría gastronómica del restaurante La Serena en Altea. Un paso más hacia la proyección personal y profesional de esta joven pareja que deja bien claro que no sienten temor alguno por asumir retos de tal magnitud.

El restaurante La Serena se emplaza en el hotel que lleva ese mismo nombre. Situado en pleno casco histórico de la ciudad de Altea, una de las más bonitas de la Costa Blanca (para mí la que más), se aconseja llegar a él caminando, dando un paseo por las estrechas callecitas que configuran este barrio. Calles empedradas, casas encaladas, macetones en sus puertas, empinadas cuestas y laberínticas escalinatas configuran el centro de la ciudad y encuentran su culminación en el punto más alto de esta pequeña loma, donde se sitúa la iglesia parroquial. También se puede optar por reservar el paseo para después del festín y acabar tomando un café o unas copas en la misma plaza del templo.

El hotel/restaurante se ha habilitado en una antigua casa de pueblo y se han combinado acertadamente elementos propios de la arquitectura de la zona y otros de carácter más moderno. Tiene un coqueto comedor interior decorado con mucho gusto y una terraza en la que fuimos acomodados. Una pequeña piscina sin coronación, las excelentes vistas a la parte más alta del pueblo, las mesas vestidas con blancos manteles y la iluminación intimista de la terraza consiguen crear un ambiente muy agradable y propicio para cenas pausadas, sin prisa alguna, disfrutando de los platos y del encanto de las noches mediterráneas en las que el calor nos concede un mínimo descanso con respecto a las temperaturas diurnas.

Llegamos a la hora de cenar con hambre, eso es cierto, y, por ello, no dudamos para nada en pedir el menú más largo que se ofrece por 50,00 € y que está compuesto por 6 aperitivos o snacks (distribuidos en dos pases), tres entrantes, un plato de pescado, otro de carne y dos postres. Existe otra menú con menos pases y, lógicamente, más económico. Estas fueron las preparaciones que disfrutamos:

- Torta de sardina: Semejante a la tortilla de camarones típicamente sureña, pero elaborada a partir de la piel de la sardina. Se presenta sobre el sustento de un tenedor, tal como se hace en Maralba, pero ésta personalmente me pareció de sabor menos intenso que la que preparan en la casa almanseña.

- Coca de hígado de rape: La base es una fina masa elaborada con alga nori y, sobre ella, se coloca una pequeña porción del paté de hígado de rape. Este producto alcanza tan intensidad sápida que en algún otro restaurante me ha resultado de tanta potencia que he acabado apartándolo. En La Serena, sin renunciar a ese sabor intenso ni mucho menos, se domestica un poco la potencia desbocada y se consigue con ello un bocado sustancioso y elegante.

- Pepino encurtido con sisho morado: Bocado refrescante y estival cuya misión es justamente esa: conseguir lavar el paladar y prepararnos para afrontar el siguiente pase de snacks.

- Bombón de queso local: Es uno de los snacks estrella en el restaurante Maralba y el que aquí se nos ofrece no le va a la zaga. Dos cambios significativos: el queso manchego se sustituye en La Serena por un queso artesanal de cabra de la vecina localidad de Callosa d’en Sarrià y la forma del mismo que no es esférica como allá, sino simulando aquí una pequeña bola de queso. Explosión literal al tomarlo y estallido de sabor en boca. Un placer.

- Corneto de brandada de bacalao: Snack a semejanza también del que se sirve en Almansa pero el tradicional atascaburras manchego es sustituido por esta emulsión de carácter mucho más mediterráneo. Delicadeza y elegancia en este pequeño cucurucho.

- Mejillón yodado: Molusco desconchado de gran tamaño presentado en cucharita de porcelana con el fondo iodado que intensifica el sabor del mismo. Potencia.

- Caballa en jugo de ensalada verde y olivas negras: Una delicia. Producto sencillo y económico, pero que, con el tratamiento preciso que aquí se le da (Fran borda los platos de pescado y así parece que ha sabido transmitírselo a Borja, el cocinero de La Serena), proporciona altas dosis de placer. Verdura tersa y fondo delicioso con esa vinagreta de color oscuro.

- Calamar en texturas con royal de cebolla y jugo de jengibre: En la línea del plato anterior. Un gran producto, una cocción perfecta (en este caso varias, pues el calamar se presenta rebozado, a la plancha…) y un fondo o ligazón de gran intensidad sápida. Delicioso también el bizcocho de tinta de calamar que acompaña al plato.

- Arroz con velo de galeras: En Maralba descubrí el carpaccio de galeras y aquí este fantástico arroz cuyo auténtico mérito es ese velo que lo recubre elaborado con la carne de las galeras en un ejercicio de técnica que se me antoja complicado. Sabor marino a raudales y originalidad en un plato con ese producto que no puede fallar en los restaurantes de la costa mediterránea: el arroz.

- Pescado de playa con ajoblanco de codium y ravioli marino: Buena porción de gallo de San Pedro (creo recordar) y unos acompañantes que aportan aquello que una buena guarnición debe dar al plato: ligazón, sabor complementario sin destacar sobre el principal, redondez, si se me permite la expresión. Un señor plato.

- Cordero con rabanitos y cebollas tiernas: Estética interesante para un plato de carne y perfección nuevamente en los puntos de cocción. Muy ricos los daditos de carne meloso-crujientes que acompañan que me recordaron las preparaciones con morro o careta. No es fácil brillar en los platos carnívoros dentro de los menús degustación. Creo humildemente que aquí se consigue un resultado sobresaliente.

- Esponja de cítricos, sopa de eneldo y pipas de calabaza: Cítrico y herbáceo a la vez, combinación por la que se apuesta últimamente en muchos restaurantes en busca de postres “higienizantes” y frescos. Se huye de postres extremadamente golosos o empalagosos.

- Texturas de pera: Otro postre que no resulta excesivamente dulce. Bonito el cuenco en el que se emplata pero presentación un tanto anárquica que no resulta excesivamente atractiva. Correcto.

Mención especial merece el pan artesanal que elabora Elia, la propietaria del hotel, y el aceite de la cooperativa de Millena, un pueblo de la sierra alicantina. Hicimos hueco en nuestro estómago para disfrutar de ambos placeres.

Empezamos la velada con unas cervezas Alhambra especial. Acompañamos los snacks y los entrantes del menú con una botella de cava Agustí Torelló gran reserva. Con el plato de pescado disfrutamos de una copa de Enrique Mendoza Chardonnay y con la carne nos ofrecieron una copa de vino tinto: El tren de la vida de Bodegas Ampelos de Almansa. Con los postres tomamos unas copas de Pedro Ximenez cuya referencia no recuerdo y concluimos con unos Gin Tonics de G-Vine con Fever tree.

Por todo lo escrito y descrito, el lector puede deducir fácilmente el alto grado de satisfacción que la experiencia nos aportó y la felicidad que sentimos al poder disfrutar de esta casa con mayor asiduidad. La propuesta culinaria nos parece de altura con unas elaboraciones repletas de sabor, un producto seleccionado y un toque de autor que la diferencia de la mayoría de restaurantes de la ciudad. El entorno es encantador y el servicio se presentó voluntarioso y agradable durante toda la velada, incluido el propio Borja, el cocinero, que se acercó a nuestra mesa para interesarse sobre nuestras opiniones. Y la relación calidad-cantidad-precio me parece realmente excepcional visto el trabajo que esconden todos y cada uno de los platos. Me parece que, con un poco de suerte, el próximo otoño nuestra provincia de Alicante puede acrecentar l número de restaurantes galardonados por la prestigiosa guía roja. De momento, ya cuentan con toda mi admiración, reconocimiento y gratitud. Adelante.

Podéis ver este mismo post ilustrado con fotografías en: http://www.vinowine.es/restaurantes/la-serena-un-pequeno-maralba-junto-al-mar.html#comment-3003

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