Llegada a mediodía a Albufeira, un municipio del Algarve portugués, uno de sus principales centros turísticos, si no el que más. Aquí se come pronto así que, como no conocíamos todavía bien sus costumbres, dejamos las maletas y echando mistos a buscar un restaurante.
Estábamos en la parte alta de Albufeira, razonablemente cerca de la playa pero muy empinado el tema, tanto que en el tramo final hay que pillar unas escaleras mecánicas para bajar y subir. Sí, sí, lo que oyen. Preferimos quedarnos arriba dadas las horas, el cansancio del viaje y el desconocimiento del percal.
Muy turística esta parte, pero de servicios rápidos, sin alma. Entramos en el que nos parecía menos pa guiris. Pese a su nombre (Alfredo’s), su interior era como muy auténtico, humilde, hogareño. Lo único que crujía eran las numerosas bufandas de equipos de fútbol de lo más variopintas que copaban dos paredes.
“Anda! Si tienen cataplanas!” Una de las recomendaciones de nuestro guía virtual, un valenciano-portugués que nos iluminó con sus consejos todo el viaje. Pues venga, de cabeza a la cataplana(*). Tenían una de jabalí, pero pensamos en dejarla para otro momento. Así que…
• Ensalada de atún.
• Gambas a la parrilla.
• Cataplana de marisco.
• Tarta casera de manzana.
La ensalada, sin ningún chiste; la gamba parrilla, gambón argentino, corto de sabor y de finura aunque de buena mordida; y la cataplana, deliciosa. Pero deliciosa oye. Qué cosa más rica. Y eso que lo principal del guiso era el mismo gambón argentino, en este caso cocido en la cataplana, pero queeeeé sabor le daban la almeja, el berberecho, el buey de mar y trozos de surimi… Con patata y cilantro. Sudé y me la terminé, adictiva cada cucharada, la patata con ese caldillo cilantroso que se iba trabando al deshacerse la misma patata, y algún tozo de marisquillo… Bien, bien, me gusta la cataplana.
Carta de vinos y servicio del mismo mejorable. Tomamos un blanco de la zona, Afonso III (en homenaje a nuestro guía virtual, aunque le falta una “L”), pasable nada más.
Servicio amable prestado por el matrimonio que regenta el negocio.
(*)La cataplana es una especie de cazuela metálica casi esférica, que se abre por la mitad para depositar en ella los alimentos y al cerrarla ser cocinados al vapor. Muy típicas del sur de Portugal, suelen ser de marisco, o de marisco y pescado o de marisco, pescado y cerdo. Pincha aquí para ver la cazuela tal como la sacan… y aquí para verla abierta, ya cocinada.
Espera, que acabo de reparar en algo. ¿Qué es eso azul que se ve al lado de la cataplana? No será una copa ¿verdad? No... no puede ser, qué va, será una campanilla de aquellas quizá para llamar al servicio, está claro.
Pindiu pindiu de ojones. Si no es por la escalerilla... Macho, como en el Corte Inglés, pero en una roca al aire libre. Y dos tramos largos. Imagina.
Jajaja, no, eran malas pero no tanto. Ésa creo que era para el refresco de alguna de mis hijas.
Una cena turística pero con muchos rincones con encanto.
Una zona donde el maldito picudo de las palmeras reales se las ha cargado a montones y da pena ver los paseos enteros con palmeras caidas (supongo que con el coste que tiene, no las han repuesto).
Alguna LAGOSTA habrá caido por el camino, pero esa cataplana. Creo que también cataplana podía taducirse por mnariscada, directamente. ¿Es así?.
Joder, yo volví enamorado de las cataplanas después de probarla en Aveiro (en mi caso era mixta de lomo de cerdo y marisco, hará unos 9-10 años) incluso me plantee intentar conseguir una para hacérmelas en casa...
Coño, de hecho, me voy a hacer este finde una prueba a lo pobre, es decir, horno, y fuente totalmente cubierta con papel albal.
Es verdad Diego, tiene muchos rincones con encanto, lo cierto es que me esperaba algo más, pero muy guapo.
Lo del picudo no me fijé oye.
La cataplana de marisco sí, pero hay de muchas otras cosas, no sólo de marisco. Es como al wok, al vapor. Rico, rico y saludable.
Abrzs
Pues casi todas las avenidas de los centros de mayor desarrollo turistico tiene palmeras en el centro y muchas de ellas han caido (no sé si han repuesto) con lo que da pena verlas.
Buen marisco y fácil de encontrar buenos precios.
Saludos
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