¿Mal día?

Estando de viaje nos pilló la hora de comer por Soria. Como no lo conozco mucho me dejé guiar por internet, y entre las opciones para comer bien pero en un tiempo razonable esta fue la que más me llamó la atención.

El local tiene una decoración curiosa. El nombre del restaurante hace referencia a la chistera de un mago, y todo gira alrededor de la magia, desde las sillas, que llevan cada una la firma de un conocido prestidigitador, al techo, en el que aparece una carta de la baraja francesa. Copas de vino un poco de batalla y mantelería a la que, sin estar vieja, no le vendría mal una renovación. Buena vajilla y cubiertos normalitos, que no se cambian entre plato y plato.

Nos asignan una mesa y nos dicen que salgamos a la calle a ver el cartel que tienen con el menú para ir eligiendo. Francamente es una tontería, pero es la primera vez que me obligan a tomarme esa molestia, y creo que tampoco cuesta mucho hacer un papel con el menú del día o aunque sea cantarlo una vez que están los comensales sentados.

De los 7-8 primeros y otros tantos segundos nos quedamos con:
+ Risotto de boletus: Para mí le faltaba algo de tiempo. El arroz un poco tieso y sin que hubiera llegado a adquirir el punto de melosidad que espero en un risotto. Sabor correcto.
+ Níscalos gratinados: Hubieran estado bien si no fuera por la cantidad de tierra que tenían, que deslucía su buen sabor.
+ Atún rojo a la plancha: Mi pareja lo pidió poco hecho y se lo trajeron no muy pasado, pero tampoco como quería. A pesar de ello no estaba mal.
+ Carrilleras asadas: Lo que más me gusto, servida con su hueso y muy sabrosa y jugosa. Eso sí, la ración un poco justa y la guarnición de patatas panadera flojas de temperatura.

Como postre probamos una buena tarta de queso y una cuajada que también debía estar bien, porque mi pareja no me la dejó probar. Un par de cafés con hielo coronaron la colación.

En cuanto al vino, lo que incluía el menú era una frasca de un tinto que para el que le guste esa opción pedía a gritos gaseosa.

El servicio un poco lento, pero quitando el asunto de hacerte salir conocer el menú, correcto.

En resumen: Por un menú de 18€ espero más, francamente. Creo que entre semana se queda en 12, pero aún por ese precio se puede dar un vino digno y cuidar más los detalles que penalizan una experiencia que se promete más grata al entrar. Vistos los comentarios de otras personas en otros sitios quiero pensar que se trató de un mal día.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar