Decepcionante. Empezando por la acogida. No había nadie para recibirte, pasaban los camareros delante y no decían nada, impresionantemente mal. El servicio intenta ser correcto, pero no, es de lo peor para la categoría que se le da al lugar. La comida, bien excepto un plato digno de cualquier bar de carretera: Los esparragos con Mayonesa en espuma y sorbete de espárrago. ¡Qué cosa más mala!. El resto de la comida muy bien, en la onda del archiconocido. Por cierto, por un descuido derramamos agua y nadie se acercó. Penoso.

Pues volví, y ya tenia ganas, muchas ganas!
Otra vez BRUTAL, sin duda este restaurante es para soñar y disfrutar y mucho.
Lo cierto es que, no se si por que ya iba predispuesto o que la primera vez, fue sublime, pero la verdad es que no fue como la primera vez, siempre magnifico, autentico revolcón de carta con infinidad de nuevas propuestas, quizá no tan acertadas y sorprendentes como la primera vez, pero con una calidad y originalidad admirable.
La bodega sigue siendo EXCEPCIONAL aunque se ha cambiado el Sumiller.
Esta vez nos decantamos por los menús sugerencia del Chef con su batería de aperitivos correspondientes.
De precio, carísimo como siempre, pero de verdad que vale mucho la pena, aunque solo sea una vez en la vida, dejarse hechizar por la magia Andaluza de la Hacienda Benazuza.

Un almuerzo (o cena) no consiste sólo en la calidad de los platos sino el conjunto
de elementos que rodean el mismo, sobre todo si estás en un lugar con estrellas Michelín .
En este sentido La Hacienda para mí supuso toda una decepción:
Llegamos y no había nadie para recibirnos. Después de esperar un rato tuvimos que entrar en sala para hacer notar nuestra presencia. Al llegar pedí un agua con rodaja de limón y la trajeron a los diez minutos, sin rodaja y después de servidos los vinos . Quisimos pedir menús degustación y se nos dijo que durante la semana sí pero que los fines de semana no ¿ ?, a no ser que se hubiera pedido al hacer la reserva por que tienen mucho trabajo (el restaurante no estaba ni mucho menos lleno). La vela de la mesa tuvimos que encenderla los comensales. Ya que estábamos en Andalucía quisimos pedir algún vino tinto andaluz (Principe Alfonso , Gadea ...) y no tenían !...¡ Dejaban que las inadecuadas copas de vino se quedaran vacías, sin

Como dice Karlitos, el entorno es maravilloso. La comida tambien. Tomamos el menu degustación por un precio de 105 euros, bebida aparte que realmente merece la pena, haciendo un buen recorrido por la cocina de ese genio que es Ferran Adriá. De entrada un gin fizz frozzen en espuma, un polvoron hecho de doritos. Una pomada servida en su tubo de cacahuetes para servir en unas tostaditas, ajo blanco helado, melon con nardos y aire de fruta de la pasión, gazpacho de bogavante a la albahaca y así hasta 25 0 30 pequeñas degustaciones para mantener despiertos los sabores, las texturas y los aromas. Para poner un pero, el servicio me parecio demasiado rápido. La primera partida de snacks, te traen 4 o 5 del tiron que hace que no puedas empezar a disfrutar con la tranquilidad que se merece, esta comida maravillosa. Las copas pudieran mejorar para el precio y el entorno en que se sirve. A los postre y para terminar una vuelta por sus jardines y si se puede claro esta dormir en el.

Señoras y Señores...SUBLIME!
La verdad es que no he estado todavía en el Bulli, pero lo cierto es que mucho, mucho tiene que ser para superar lo que la Hacienda Benazuza te ofrece en todos y cada uno de los sentidos...Este es sin duda “EL IMPERIO DE LOS SENTIDOS!”
Me faltan palabras! No obstante para quien quiera saber algo mas, esta misma tarde colgare en el Foro un articulo pormenorizado de tan imprescindible e impresionante encuentro con “La Otra Dimensión”
Conclusión?...Ole, Ole y Oooole!
Mi recomendación? No hay que morirse sin visitar este lugar y si es posible, quedarse aunque sea una sola noche en elBULLIhotel...Para Morirse...GENIAL, sin mas!