Atencion con este sitio. Puede dar mucho que hablar (para bien, claro)

31-5-2015. Mediodia.

Despues de leer las reseñas ya publicadas, todas coincidentes con las buenas maneras que apunta este local, mi curiosidad innata, el estar abierto en domingo mediodia (punto positivo, que me ofrece muchas posibilidades) y el reencuentro, despues de muchos años con esta zona de la capital, hacen obligada una visita.

Al salir del metro, me encuentro con un paisaje diferente a mis recuerdos, ya no queda nada de lo que, vagamente, tenia almacenado en mi baul de los recuerdos, ya no estan los multicines donde veia, pero no entendia, peliculas clasificadas en el genero de "arte y ensayo", siempre en version original; ya no está aquel restaurante chino, donde debuté con esa cocina, creo que se llamaba: el jardin de no se qué, ... , el camino era primero al cine y luego a cenar,.... Como cambian los tiempos!

Local abierto hace muy pocas semanas, con decoracion sencilla, predominio de colores blancos, por ende luminoso, manteles y servilletas de tela; sala joven, dispuesta, atenta, conocedora del producto, saben crear una atmosfera muy agradable.

Carta de vinos, interesante, con precios razonables, de ella optamos por un Luna Beberide, DO Castilla y Leon, de uva Gewurstraminer.

Carta no muy amplia, que ira cambiando con bastante frecuencia, lo cual es positivo, al igual que el hecho de poder pedir, practicamente entera, toda la carta en version de media racion. Esto tambien ofrece muchas posibilidades.

Viendo esa posibilidad, optamos por pedir casi todo (excepto un plato principal, que nos llega separado en dos platos), en media ración con la siguiente formula: 4 entrantes a medias, 2 principales a medias, 1 principal entero y 1 postre. Todo ello con el interes de hacernos una idea amplia de la cocina del lugar.

Comenzamos con unos cuencos de aceite arbequina de Lleida y un picual de Almeria, junto con una seleccion de diferentes tipos de pan.

Como aperitivo previo, un gazpacho verde con ceviche de mejillon, sabroso, buen preambulo.

Los entrantes (media racion)

- La huerta de Madrid. Diferentes tipos de verduras, tratadas cada una de forma diferente, hervidas, asadas, ..., todas al dente, sobre una cama de crema de patata con un polvo de aceitunas. Muy buen plato, excelente textura y sabor global.

- Chopitos, crujiente de jamon, huevo de oca y quenelle de queso. La recomendacion es mezclar todos los ingredientes. Plato interesante.

- Gamba de Huelva, espuma de ajoblanco y granizado de amontillado. Plato original y sorprendente. El contraste entre el picor de la gamba con el granizado y la suavidad de la espuma, esta muy lograda. Plato recomendable.

- Canelon (hecho con pasta wanton), de criadillas de tierra, con una crema de gurumelos y verduritas. Plato fuera de carta. Sabroso e interesante.

Los principales

- Gyozas de carabinero con sopa tensuyu. Plato muy comentado en las redes, que se esta convirtiendo en un plato de referencia del lugar. Despues de degustarlo, me adhiero a la opinion, esta tremendo. Plato para repetir y recomendar.

- Atun rojo con cebolla en diferentes texturas. Perfecto punto del pez, perfecta conjuncion de sabores entre el atun y loas diferentes presentaciones de la cebolla. Muy bien.

- Pulpo a la brasa, con diferentes salsa con base de tinta de calamar. Correcta textura del pulpo, lo que no es facil, plato que se deja comer.

El postre

- Ensalada caprese. Se trata de unos de los postres mas originales que me he encontrado recientemente. Se trata de un trampantojo muy original. Panacota de albahaca, mermelada de tomate imitando a tomates cherry, aceituna liofilizada para potenciar el aspecto visual, y otra cosa mas que no recuerdo. A nivel global esta bastante bueno, algun purista pondria pegas al color verde de la panacota, no obstante y a nivel de sabor, no sobra la albahaca, le aporta un punto de sabor.

Petit fours, cafes con hielo y chupitos de pacharan (obsequio de la casa) ponen punto final, a esta grata experiencia.

Hemos encontrado una cocina muy interesante y una sala muy agradable, que hara que volvamos sin ning