Sábado por Santander, a la vuelta parada en Pedreña por estas fechas.
Me encantan los asadores. No lo voy a negar, me pirrian las sardinas y el bonito a la brasa. Para mí, lo esencial y básico en un asador.
Mila y un servidor habíamos estado en otra ocasión, también en el Tronki pero esta vez le tocaba a este. Tuvimos que esperar unos 10 minutos para tener una mesa en la terraza exterior.
La idea estaba bien clara:
- 2 docenas de sardinas. Perfectas de tamaño, igual demasiada sal (pero como quitando la piel se elimina no hay problema) y de punto clavadas!!!!
- 2 ruedas de bonito. Buenisimo tamaño, perfecto punto... sabroso, jugoso y mil calificativos mas. Hacia tiempo que no comia en un asador el bonito tan bien preparado.
No comimos postre, pero la tarta de queso no tenía para nada mala pinta.
De beber, una coca cola y dos mahou.
El servicio, teniendo en cuenta afluencia y meneo de este tipo establecimientos, perfecto.
¿Total? 57€.
Volveremos alguna vez más este verano, eso seguro.