Decenas de veces habré comido en este asador, casi siempre de chaval en mis interminables veranos con mis padres por allá, mañana de baño en Somo y después a comer en Ezquerra. Y casi siempre sardinas y bonito, aunque otras veces marmita, jargo o chuletillas. Buen producto, buen manejo de las brasas y todo muy sencillito, muy familiar.
Saludos,
Eugenio.