... que este restaurante no tenga comentarios siendo un clásico en Cangas.
Siete personas, seis adultos y una niña.
A compartir
Tortines de chorizo (7)(1,50 c/u). Correctos. He tomado mejores tortos, a estos les faltaba crujiente.
Saquítos de cabrales y avellanas (5) (4,20 c/u). Una saco de una pasta crujiente (¿brisa?) relleno de crema de queso y avellanas. Encantaron.
Jamón de bellota (23). Exclente, cortado a mano.
Individuales
Menú infantil (escalopines, croquetas, patatas) (6,50). A la peque le gustó todo, especialmente las croquetas de jamón. Patatas de sarten muy buenas.
Black Angus a la mostaza (2) (21 c/u). Costilla deshuesada confitada en el horno con un suave toque de mostaza. Muy buena. Una ración servida con parmentier de Gamoneu (que encantó) y la mía (no tomo lácteos) con patatas fritas de sarten excelentes.
Rabo (18) que no de toro, que de vaca. Muy bueno. Deshuesado el guisote y servido (en timbal) con un fondo del mismo parmentier del Angus.
Fabes con almejas (2) (14 c/u). Dos muy hermosos platos con fabes, almejas y langostino en una suave salsa verde. Muy ricas.
Chipirones a la plancha (15,30). No estamos en temporada, pero apetecieron al comensal. Gran ración muy bien tratada en la plancha y con ensalada. Muy bien.
Vinos
Agusti Totello G.R. (22). Tan bueno como conocido.
Habla del Silencio (2) (18,50 c/u). Cada vez me gusta más. Crianza del 2.013. Muy rico.
Agua grande (3).
Postres
Helado ce la casa. Excelente.
Frixuelos al horno. Muy ricos.
Tocinillo de cielo. Muy bueno.
Charlota. Cremosa, suave, muy rica.
Solo cinco personas tomaron postre (la charlota fue a compartir) y se facturaron a 4,50 c/u.
Antes de la comida se sirvieron unos canapes de buen pastel de cabracho con una pincelada de salsa rosa y dos comensales tomaron unas cañas (2 c/u)
Con los postres fueron servidas dos copas de sidra de hielo (al estilo de los vinos de hielo) que sorprendieron por desconocidas y por calidad (manzanas, miel, frutas secas...)y de la que desconozco la marca, y un Tokaji excelente. Estos vinos, más los cafés y un Glenfidich con hielo fueron invitación (generosa) de la casa.
Servicio del vino correcto, se procede al cambio de copas de vino por las de cava (dos comensales) y se solicita mejora en las de vino (sin problemas) para los otros cuatro.
Servicio bastante profesional y muy amable, interesándose el maitre, que creo que es el dueño, por nuestras opiniones y por si todo estaba correcto. Muy bien en este aspecto.
Mesa amplia, caminos de papel y servilletas que, aunque de papel, son gruesas y de buena calidad.
Para repetir sin duda.
En el precio medio contabilizo a la peque como medio comensal dado que tomó menú infantil.
Todos los precios incluyen Iva.
