Restaurante BIBO en Marbella
Restaurante BIBO
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
50,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
62 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.7
Comida COMIDA
7.5
Precio medio entorno ENTORNO
7.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.0
Opiniones de BIBO
OPINIONES
3

Primera incursión en el mundo de Dani García a través del BIBO MARBELLA.

Mezcla de comida informal/turística con propuestas del adyacente restaurante gastronómico. Local moderno y agradable, cocina vista, atención informal, y por supuesto: internacional.

Pude probar y/o compartir las siguientes propuestas:

BRIOCHE DE RABO DE TORO: Brioche de rabo de toro desmigado, láminas de champiñón, salsa DG y rúcula. Excelente, muy recomendable.

BRIOCHE PEPITO DE SALMÓN AHUMADO: Brioche pepito de salmón ahumado con pimiento verde y queso payoyo en manteca. Normalito, una de mis elecciones.

GAZPACHO DE CEREZAS: Gazpacho de cerezas, nieve de queso fresco, anchoas, pistachos y albahaca. Extraordinario.

RAPE CON RISOTTO DE GURULLOS: Rape asado sobre un risotto de gurullos, espárragos verdes y guisante. Fue mi elección como plato principal. En líneas generales muy bueno. Falso risotto muy bueno.

BACALAO A LA PARRILLA: Lomo de bacalao, piquillos caramelizados y alcachofas a la brasa. Bueno sin más.

LUBINA FRITA ENTERA EN ADOBO: Nuestra clásica lubina entera macerada en el adobo de mi madre con un toque de salvia. Buena presentación para una clásica lubina en adobo. No convenció.

POLLO A LA BRASA: Muslo y contramuslo de pollo orgánico a la brasa, puré de berenjena tatemado y tabulé de bulgur para refrescar. Lo pedimos para los niños, y la verdad: muy flojo. Un rulo de pollo relleno a la brasa que estaba frio por dentro. Las patatas ayudaron.

ARROZ CON LECHE FRESCA: Cremoso arroz con leche fresca de vaca, vainilla de Tahití, frambuesa en polvo y cítricos. De flipar: muy bueno.

CHEESECAKE BIBO DE QUESO PAYOYO: Cheesecake NYC style de queso payoyo, rosa, frutas y frutos rojos. Bueno.

En los postres, igualmente, fliparon niños y mayores con una bola de helado de fresa/frambuesa (¿?) muy buena.

Carta de vinos correcta a precios desorbitados, optamos por un correcto Sierra de Malaga fresco y afrutado PAGO EL ESPINO 2016 de Bodegas Cortijo Los Aguilares (Ronda) con 65% Petit verdot, 24% Syrah, 11% Tempranillo (38€);  y como no acabó de rematar, continuamos un extraordinario IZADI CRIANZA 2016 (30€).

Es cierto lo ecléctico de la carta, no se si para llegar a todos los públicos o para adaptarlo a una clientela foránea, aunque es cierto que Dani García tiene mucho tirón, yo diría que la mayoría de clientes éramos locales.

En este caso, nos vino bien la carta, íbamos con los niños y los apañamos con una pizza y una hamburguesa, así que me voy a centrar en lo que tomamos los dos adultos.

Ambiente y entorno pijo, toques de Andalucía, como no podía ser de otra manera, estando en Marbella, igual de ecléctico es el mobiliario, nosotros estuvimos en una mesa muy grande, con mantel estampado y cristal encima.
Servicio amable, eficiente, joven.

Empezamos con dos bocados para incentivar al estómago, un brioche de rabo de toro y un Bun de panceta, ambos cumplieron con su cometido, dos bocados rápidos y muy buenos que te dejan pidiendo mas.

De primeros compartimos:

- Tartar de Atún, tartar de ventresca, acompañado de aguacate en puré, caviar y algunas cosas mas, un plato delicado, bien conjuntado,
ideal para las calores del verano, nos gustó.
- Alcachofas fritas y lardo ibérico de bellota, alcachofas enteras, aún muy tiernas, buenísimas con el aceite y el pesto, el lardo les daba el toque definitivo.

En los segundos coincidimos, Pluma de cerdo ibérico, maceradas con miso, avellanas y limón, la pluma en su punto no, en su puntazo, plato exquisito, mi mujer dijo que era la mejor pluma que había comido, así que no añadiré nada mas, donde manda patrón, no manda marinero.

El pan, bueno, a tres euros.
Compartimos un postre, una tartaleta de limón, merengue por encima, estando bueno, lo colocaremos al final de la lista.

El vino, el vino es un escándalo, me refiero a los precios, 3-4 veces mas caro que otros restaurantes, no que en tienda, que en otros restaurantes!!... así que pedimos un Izadi Rosado que era de lo mas barato a 28€. Buenas copas, y servicio equiparable a los restaurantes con precios de vinos tres veces mas bajos.
NOTA: de alguna manera reflejaré esto en la puntuación del vino

En resumen, se come muy bien, el ambiente es bueno y atractivo, es confortable, buen servicio... lástima los precios de los vinos, que arruina un poco, la relación calidad-precio.

Brasserie, como el propio Dani García la denomina, con una carta tremendamente variada e internacional destinada a un público raramente local. En ella se mezclan, las pizzas y las hamburguesas, con fritos, ensaladas, ostras y crudos del mar, asados, carnes a la brasa de encina, en definitiva una carta amplia y ecléctica. Lo cual por una parte provoca un sinfín de alternativas y por otra que puedes acabar en la mesa con un popurrí sin coherencia. Todo dependerá de quien demande.

Entre las diferentes secciones, platos cuya base son ingredientes vinculados a la gastronomía andaluza como el rabo de toro, la pringa, el atún, la gambita frita, el choco ó elaboraciones como el gazpacho, el ajoblanco, el adobo.

La amplitud de miras del cocinero se plasma fundamentalmente en aquellos platos que toman como base un ingrediente andaluz y lo desarrolla asociándolo a alguna referencia de la gastronomía internacional. Ejemplos son el brioche de rabo de toro, los tacos al pastor con atún ó el corte del t-bone al túnido. Por esta vía, fue por donde encontramos mayor gozo culinario.

El servicio resulta atento pero no cercano, guardando cierta distancia y sin actuar de recomendador cuando se plantean ciertas dudas a la hora de realizar la comanda tanto en lo relativo a la manduca como a la bodega. Cierta extrañeza al solicitar un arroz de pescados y mariscos y decir que no disponían de ese plato ni tampoco del de jamón, setas y cerdo ibérico.

El primer bocado que nos llevamos a la boca es el brioche de rabo de toro. Destaca por su jugosidad y por la ligereza del bollo. En este se ha percutido un agujero para disponer la misma salsa que en la famosa hamburguesa de D.G. La iteración nos llevaría al placer.

Siguiendo la línea más andaluza, unas croquetas de pringa. Resultan planas y con cierta falta de fluidez. Sin pena ni gloria.

Resulta una gran combinación la ensalada de tomate con anchoas, ajoblanco y naranja. Miscelánea de productos que embauca, especialmente el ajoblanco con la anchoa y naranja. Repleto de equilibrio y contrastes. Teniendo la base para ello el plato no llega a una total redondez por el excesivo verdor del tomate kumato.

Resultan imprescindibles los tacos al pastor con atún de almadraba. El bocado tan típico de la gastronomía mexicana se muta aprovechándose del potencial binomio cerdo-atún parar parir un taco de raíces mexicanas y corazón del estrecho de Gibraltar. En la mente de un mexicano afincado en Barbate. Claramente estamos ante una fusión inteligente ibérico-mexicana como en el caso de Punto Mx. Sobresaliente.

Estéticamente la tortilla de camarones resulta sorprendente, a medio camino entre una pieza de orfebrería y un gofre. En boca resulta tremendamente crujiente, pero no nos traslada desde Marbella a Sanlúcar de Barrameda ó Cádiz. En cierta medida, el gusto no se reproduce y no hay viaje entre provincias.

El curry rojo de carrillera resulta fresco y agradable con poca presencia de picante. Pensando para paladares estándares. Sobresale la leche de coco sobre el resto de ingredientes que conforman la salsa. A la carne del gorrino se le hinca el diente con facilidad, pudiendo resultar más melosa. Presentación atractiva en una pequeña cazuela de estilo Toban Yaki sobre una vela. Bien.

Entre los diferentes platos principales, nos llamó la atención el T-bone de atún de almadraba. Si estamos en Andalucía, adaptémonos a sus productos, probemos platos que raramente tomaríamos en otras latitudes.Parte del túnido hasta hace muy poco tiempo de deshecho que sale al separar la cabeza del tronco. Jugosa, con mucha infiltración de grasa. Se presenta con hueso y todo como si fuera una chuleta de vaca. Sin duda un pescado mágico del que se aprovecha todo. Del atún, hasta el “nado”. Placentero. Producto desnudo.

De postre se comparte, un milhojas de crema de turrón y nata con frutos rojos. Estético, crujiente hojaldre, equilibrado en dulzor. Sin duda, otro de los imprescindibles. Un postre malagueño transportado a alta cocina. Brillante.

Para recordar el nivel de los preparados cafeteros. Compartía mesa con un italiano y una malagueña con años de vivencias milanistas y hubo unanimidad en el gran nivel cafetero del barista. En Madrid, normalmente en los restaurantes no es algo que brille; es más entraríamos en tonos oscuros.

En definitiva, una experiencia con ausencia de redondez que parte de una propuesta culinaria demasiado dispar. Claramente con margen de mejora el servicio que no ensalza la cocina del malagueño.

Se disfruta del entorno, de los platillos en torno al túnido y ese hojaldre crujiente de turrón y nata. Merece la pena el viaje para volver a repetir el brioche de rabo de astado y acabar la ingestión con un café que simplemente está a otro nivel.

COmo siempre post completo en http://www.complicidadgastronomica.es/?p=5003

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