Situado en la calle Egaña, un poco más allá de la zona más agitada de esta calle donde en más de una ocasión hemos cenado o hemos tomado algún pote.
Allí estaba el antiguo Asador Aranda. El local es muy parecido al Ibañez,, el típico asador castellano. Maderas elegantes, trabajadas. El horno a la vista, allí se preparan asados de calidad.
Llevan abiertos dos semanas, pero afortunadamente y siendo viernes, el comedor donde nos ubican está lleno. De lo cual me alegro.
Abajo tienen otros dos comedores, uno más amplio y uno al que le he echado el ojo inmediatamente, me imagino allí con los “compis” de afición. Una mesa para ocho personas.
Al frente del local se encuentran dos socios, Joselu y Gonzalo, acompañados estupendamente por la mujer de este último.
Una vez aposentados en nuestra mesa, de buen tamaño y muy elegante, nos aparecen con un plato de algo que nos abre los ojos y no digamos las sensaciones….. un plato de jamón que tiene una pinta impresionante.
Nos comentan que es de Huelva, concretamente jamón de Lazo. Al parecer ellos han estado de visita en la zona y desde entonces lo trabajan. Curado en tejaderos de madera y teja árabe. No recuerdo haberlo probado antes pero prometo que no va a ser la última ocasión. Está….. bueno, eso mismo, está riquísimo.
Dos panes que me hubiese gustado que fuesen más crujientes, un pase por ese horno…..
La carta de vinos es mediana pero tienen cosas fuera de ella y alguna más que atractiva. Asi que conociendo un poco mis gustos, me ofrecen un blanco, como no puede ser de otro modo. Un rioja que creo no haber probado (alguno puede sacarme de dudas), un Marqués de Murrieta. Capellanía 2009. Algunos dicen que es un vino blanco con alma de tinto. Esto no lo entiendo. Yo quiero que sea un vino blanco con alma de vino. Me ha, bueno, más mérito tiene que a Arantza le haya encantado. Ella es más de afrutados y este marca la madera, no exageradamente pero la marca. La fruta está presente pero, como a mi me gusta, sin sobresalir.
Cien por cien Viura, con 20 meses de crianza en barricas de roble francés. Realmente me ha sorprendido y mucho. Está rico, muy rico.
Comenzamos con foie gras de pato casero con mantequilla y mermelada de tomate. Como reza el titulo lo hacen ellos mismo y está cojonudo. Lo de la mantequilla, que al parecer es típico del país vecino es la primera vez que lo probaba y realmente “maridan” estupendamente. La mermelada, que Arantza disfruta con agrado, está rica pero a mi el foie me gusta como es. Buen comienzo.
Aparecen ahora unas antxoas con pimientos rojos. Estupendamente “afeitadas” no encuentras ningún estorbo. Están impresionantes. Tienen el “pelo” que tienen pero mejor será comerlas de vez en cuando de esta calidad que comerlas más habitualmente y no disfrutarlas. Untar pan en ese aceite.............
De pescado pedimos atún. Cada uno lo pide a su gusto propio. El mío… poco pasado, en ese punto parecido a una txuleta al punto. A fin de cuentas tienen un color muy similar. Ella lo pide muy hecho, incluso le tienen que dar un toque más. Es curioso lo distintos que son nuestros paladares. Yo con el mío disfruto mucho que es lo importante y ella lo mismo, así que todos contentos.
En cuestión de postres, sigo dejando que sea Arantza la que decida y se decanta por la tarta de queso. Nuevamente los diferentes gustos hacen que cada cual la deguste a su estilo. La mía sin mermelada, se agradece. Con un helado de turrón o avellana muy rico y una natilla caldosa de base. Yo hoy hubiese comido de “postre” otra ración de jamón.
Con el postre nos sacan un moscatel pero ha sido tal la impresión del vino blanco que este último ha pasado desapercibido. Cada cosa que no me ocurre…….
Un cafecito y una infusión y nos enseñan el resto del local. Charla con Gonzalo que así como yo, es “poco amigo” de la conversación y nos vamos con esa sensación de satisfacción que tanto me gusta.
Para ver las fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/2015/02/restaurante-asador-egurra-bilbao-buen.html