Local reducido y algo incómodo, pero no por ello debes dejar de acudir.Platos bien presentados, directos, sin artificios, donde prima el buen género por encima de todo (bacalao a la muselina de ajo, revuelto de boletus, foie caliente) ; montaditos espectaculares (foie, lomo, bonito...) Buen surtido de vinos, el cava "Soler Jove" servido a la temperatura correcta. Postres correctos. Buen café. Además el trato que recibes tanto por parte de Toñi la dueña, como de Santi y Adolfo, siempre atentos, es inmejorable. Uno de mis sitios comodín.

Exquisito en todos los sentidos,no recomendado para el que busque lujos y servicio de mesas.Pero es de esos sitios que todo el mundo deveria probar.
Las tapas son de lo mas encreible que he encontrado.

Excepcional la plancha del "Aperitivo" con una materia prima de primera calidad. Los berberechos al vapor, por poner un ejemplo, magníficos. Los montaditos de foie mi-cuit imprescindibles. En el lado negativo el local es muy reducido y no reservan así que la espera -a veces bastante larga- es inevitable. La carta de vinos es aceptable, corta pero con algunas referencias interesantes. Las copas no acompañan ni hay un servicio del vino. Disponen de armario de conservación. Servicio muy profesional, atento y simpático.

Menos mal que ya lo dice su nombre BAR, que nadie se confunda por que aquello por mucho que se empeñen los comentarios de abajo, no deja de ser un bar con un buen surtido de tapas, pero nada mas.La oferta es atractiva si te interesa tapear en un angosto y reducidisimo espacio en que no cabe de duda de que eres muy bien tratado, lo cual se agradece, por que luego pagas a precio de 3 tenedores lo que tomas, eso si no decides picotear el marisco, en ese caso ya compite con Kailuze.Creo que el unico atractivo de este bar es que son honestos con el tratamiento de una materia prima fresca, pero totalmente clasica a mas no poder.Siento que la desilusion por haber comprobado como habia gente que llegaba a hacer cola, se me haya disipado al haber ido, por cierto...hay que llevar dinerito, cash, no aceptan los plasticos.

Local superminusculo,pero en el que encuentras lo que tienes que encontrar cuando vas a cenar,buena comida ademas de un trato fantastico por parte de Toni,siempre tan atenta con los clientes,pulpo,montaditos...todo delicioso,vino a buena temperatura y bueno pues ya sabeis,local xiquito en el que no puedes reservar y hay que ir prontito para pillar un hueco en una mesa,pero vale la pena,repetiremos.

Me habían hablado de este sitio en diferentes ocasiones pero hasta éste domingo no me decidí a ir.
Bien, nos encontramos con un bar de barrio minúsculo pero con una amplia y variada materia prima. Sólo puedo hablar bien de Apertivo Bar ya que todo lo que comímos estaba excelente, pulpo a la gallega, verduras a la plancha, gambas al ajillo, excelentes los montaditos, anchoa, foie, mojama y una muy grata sorpresa con los postres.
Sorprendente el armario de conservación para los vinos en un sitio así.
Muy recomendable para los amantes de la buena mesa que no le den importancia al entorno.
Repetiré.

Efectivamente, no es el lugar en el que pasar una velada tranquila disfrutando de un ambiente relajado. Se trata de un local pequeñísimo, muy ruidoso, por la cantidad de gente que hay en la barra esperando turno, y poco cómodo. Pero los que vamos y volvemos a ir (y volveremos de nuevo), sabemos que aquí se va a disfrutar de tapeo selecto, de buena materia prima. La plancha pierde esa connotación negativa y pasa a ser la protagonista de la noche.
La pérdida de Leo ha sido sentimental, profesionalmente, este localito no ha perdido su buen hacer y su calidad.

Desgraciadamente se nos fue LEO, pero afortunadamente aun nos queda su herencia y su legado, ya que su mujer (Y me niego a decir viuda) Toñi, maneja con mano firme la esencia de lo que LEO quiso hacer del Aperitivo. Si bien efectivamente el local no reúne las condiciones de diseño y comodidad deseadas, lo que si que es innegable es que en este local encontraremos propuestas distendidas de calidad para dar y tomar, al nivel de grandes restaurantes de Valencia, que con mas diseño e instalaciones, no dan esta calidad, ni por asomo! Mi opinión? OLE Con Mayúsculas!

Todo un clásico de la "plancha" en Valencia. Han sabido sobreponerse a la falta de Leoncio y siguen ofreciendo una cocina basada en el producto. El local es muy reducido y no reservan con lo cual es dificil encontrar mesa sin esperar un buen rato. Carta de vinos aceptable, corta pero con referencias interesantes. Las copas no acompañan. Armario de conservación.

Efectivamente, es un local que si no te lo recomienda algún amigo no entrarías por su aspecto exterior (el típico bar de barrio). Sin embargo, Leoncio es un maestro de la plancha y compra una gran materia prima. Entre todo lo que preparan allí me encanta el bacalao a la muselina de ajo, los varios montaditos que ofrece, los berberechos al vapor, los revueltos, etc. A Leoncio le gusta el vino y siempre ofrece cosas especiales para el buen aficionado.
Hay que llegar muy pronto o muy tarde para coger una de las escasas mesas sin tener que esperar.