Un local que fue un primer contacto con el mundo del "esmorzar popular" y que me abrió los ojos pero que, por cuestiones laborales, hubo que aparcar hasta hace poco.
El local no ha cambiado físicamente con unas mesas sobre la acera y arropadas a modo de mini terraza más el interior con una larga barra y escasas mesas porque no lo permite la poca amplitud del local. Pequeñas sillas y mesas sin mantel y unos cacahuetes fritos y unas aceitunas, todo básico, sobre las mesas.
Entramos muy temprano y aún no hay cocinero pero sí unas cuantas tortillas de patatas con y sin cebolla. Dudamos de quedarnos ante las pocas opciones pero al final nos decidimos a seguir y tomamos:
. bocadillo de tortilla de patata y cebolla con anchoas: con media barra de un buen pan, con un relleno irregular y muy ajustado de una tortilla sabrosa, cuajada y que mejoró con las sencillas anchoas. Cumple.
. tapa de tortilla de patatas y cebolla más una cata (2 unidades) de croquetas de bacalao: las croquetas del día anterior y justas de sabor; la tortilla la misma del bocadillo.
Para beber un par de tintos de verano bien `resentados en copa grande.
Lo mejor estaba por venir y fue el cremaet: un ristretto de café sobre una amplia base del ron quemado. Muy bien.
Salimos mejor que entramos.
cremaet
bocadillo
Pues así es. aunque no fue el mejor esmorzaret.
Saludos
Estaba perfecto y potente.
Saludos
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.