Restaurante Velo de Flor (CERRADO) en Zalla
Restaurante Velo de Flor (CERRADO)
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

Añadir tipo de cocina

Añadir vino por copa

Precio desde:
33,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
43 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.7
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.5
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
7.0
RCP CALIDAD-PRECIO
8.1
Opiniones de Velo de Flor (CERRADO)
OPINIONES
4

Mi primer comentario de este local y el ultimo, ya que ha cerrado sus puertas al publico, como comentaba el amigo Gastiola , no se si abrirá con el mismo nombre y en otro sitio o Álvaro acabara trabajando para un tercero.

En cualquier caso siempre es una pena que se cierre un negocio y más con el cariño que se pone en ello.

Álvaro no trabaja del todo mal en esta ubicación , sin embargo su amor por lo vinos y la gastronomía, hace que su frustración o al menos así lo entiendo yo, no le permita seguir así, estamos en zona difícil y hablo de Vizcaya en general, demasiada riojitis y cuatro referencias comerciales, Álvaro es un espíritu libre , le encanta el mundo del vino, es increíble la variedad de referencias de las que dispone, nunca he gozado tanto en un local como el de Álvaro , no en mi tierra , es que no lo hay , vinos de casi todas las D.O , naturales , extranjeros , sorprendentes , exclusivos , de garaje , de terruño de la Ostia .

Es por eso que espero que este Cordobés no se rinda y si no encuentra algo por ahí, nos sorprenda con un nuevo Velo de flor o como quiera llamarlo, mas céntrico, pero con esas referencias que el mima y que en donde esta, no consigue que lleguen al corazón del consumidor de la zona.

A lo que vamos, la comida es casera, sencilla y rica, de la que gusta a todo el mundo, carta corta y concisa.

Un croqueton para cada uno, tiene de jamón y de hongos, yo probé de los dos, cremosidad, buen crujiente y rico sabor, 60 gramos de rico sabor.

Patatas con al-olí, con piel y en pequeños cascotes, yo creo que las asan y luego las fríen a fuego fuerte, ya que estaban muy bien hechas por dentro y crujientes por fuera, de las mejores que he comido.

Roast-beef de vacuno con mantequilla de mostaza, yo diría más bien con salsa de mostaza, no tenía textura de mantequilla, rico entrante, nos gusta la carne no muy hecha, así que bien.

Como plato principal Ana y Uxue se pidieron torreznos de Soria, huevos rotos y patatas, no pudieron con todo y un servidor, pisto, huevo y boletus, rico, muy bueno el pisto con sabor a hongos y el huevo como unión de ambos.

De postre yo, unas natillas casera y mis chicas unas creps de chocolate.

Para beber le comente a Alvaro mis gustos y entre tres botellas que me saco , me deje aconsejar y opte por un vino natural , Portugués , muy de mi gusto , Maria Da Graca 2014 , la puntuación en el aparto vinos es por la cantidad de referencias y por el buen saber , el servicio es como la comida , casero , sin mas ceremonias , a mi tampoco me suelen gustar , así que no las eche de menos , la ignorancia es osada .

También me saco un poco de tinto, El hombre Bala, después del portugués no me hizo mucho tilín, tampoco me cobro, se agradece.

Un gin-tonic de una ginebra sevillana, Wint, últimamente me pasa como con las cervezas artesanas, que me apetece probar lo de cada zona.

En resumen una bonita velada, se me olvidaba, aproveche una feria gastronomica en Zalla y mate dos pájaros de un tiro, espero volver a juntarme con Álvaro y sus referencias vinícolas, sea donde sea que el prefiera.

Aclaro , el servicio de vino lo he puntuado por la cantidad de referencias y el saber de Álvaro , no por el propio servicio en si , que prácticamente no ha existido .

Desgraciadamente no me ha dado tiempo a despedirme como es debido. Me dieron la mala noticia de su cierre y les prometí nueva visita, incluso reservé una botella de vino para la ocasión pero entre una y otra cosa no ha podido ser. Una mala noticia para los amantes del mundo del vino.
Nos acomodamos en su pequeño comedor y enseguida somos atendidos por Laura con la que tratamos del asunto sólido de la velada. Que ella nos comente lo que nos puede ofrecer hoy.
Alvaro por su parte se “pierde” en su bodega para pensar un poco lo que podemos beber hoy. Conoce bien mis gustos y algo se le ocurrirá.
Comenzamos con un par de croquetones de jamón y chorizo. De tamaño XL. Crujientes, jugosos, sabrosos, estupendos.
Pasamos ahora a unas papas aliñas con tronco de bonito, vinagreta de cebolla y pimiento verde. Cuando el producto es bueno y la mano es “mimosa” el resultado no puede ser sino estupendo. Me encantan las patatas, me encanta el bonito, me gusta la vinagreta. ¿Puede pedir uno más? Pues no. Estupendo plato y muy consistente, por cierto.
Degustamos ahora unos mejillones con tomate casero. De nuevo buen género y ese tomate que está para mojar pan. Plato con poco misterio pero que nadie diga que es sencillo. Todos habremos comido bastante peores. En esta ocasión están para chupar dedos “a manos llenas”. Riquísimos, la verdad. Damos buen uso de los estupendos panes e incluso, a pesar de mi “negativa”, repetimos.
Terminamos el asunto con una carne con tomate y pimientos. Qué recuerdos me trae este plato. Mi amatxu era una excelente cocinera. Todos decimos lo mismo, pero la mía además de en casa, lo fue en algún otro sitio y con fama ganada. Más de una madrugada, llegando a casa con el periódico bajo el brazo, me encontraba esa cazuela con carne con tomate y ni siquiera calentarla, sin sentarme, pan y tenedor y a ponerme las botas. Ya llegaría el “tirón de orejas” al mediodía pero….
Los pimientos verdes de los que me comería dos docenas sin problema alguno. Que manjar.
Hoy hemos elegido entre cuatro botellas que Alvaro nos ha ofrecido, una ya la he bebido en una de mis catas de cuadrilla y otra descansa en mi pequeña bodeguita a la espera de un buen momento. La que hemos bebido hoy ha sido concretamente un Ribeiro, un Coto de Gomariz añada 2011. 70% Treixadura, 15% Godello, 10% Albariño y 5% Loureira. De color amarillo con toques verdosos. Aromas a fruta pero con una mineralidad bien marcada. Curiosamente me aparece un ligero dulzor pero la acidez es maravillosa e invita al trago pausado. Cuerpo sobrado, de esos vinos que pareces “masticar” más que beber. Cada día me aguanta más una botella, cada día disfruto más del trago pausado. No tendré ni idea de vino pero que me quiten lo “bailao”. Un estupendo vino que nos hace pedir un poquito queso acompañado de unos trozos de membrillo. Estupendo queso Idiazabal con la que el Ribeiro “casa” estupendamente.
Un par de cafecitos y un agradable rato en la barra del bar. De esas charlas donde los problemas del mundo tienen fácil solución. Que la vida les depare un buen futuro. Si queréis ver alguna foto: http://gastiondo.blogspot.com.es/2016/10/restaurante-velo-de-flor-zalla-y-alla.html

Se come bien aquí. En cocina está la madre de Laura y desde luego que hace las cosas estupendamente y además con toques muy atrevidos. Eso sí, con sabores auténticos y reconocibles.
Pero aquí se bebe aún mejor de lo que se come. Son dos amantes del vino como pocos y puedes encontrarte verdaderas sorpresas que dificilmente podrás disfrutar en otros sitios.
Lo primero decidir lo que vamos a beber. Mi hijo es más amante de sabores más frutales. A fin de cuentas sabe beber mucho mejor que yo a sus años. Yo tiro más hacia sabores “maderosos”. Así que tras pensarlo un momento, Alvaro nos aparece con dos cositas diferentes. Poco o más bien nada dudo. Había probado un hermano menor hace poco y me encantó así que daba por supuesto que este me iba a enamorar.
Asi que nos pimplamos una botellita de Dorado, de la bodega Quinta do Fieital cosecha 2000. Variedad, como ellos lo ponen, Alvarinho, Precioso color, hace honor a su nombre. Alvaro decide decantarlo e incluso darle un poco de frescor puesto que está demasiado “caliente”. Al principio le cuesta dar lo que tiene pero a medida que pasa el tiempo va demostrando lo que es. Un excelente vino. Mezcla de dulces y amargos. Correctísima acidez. Vino de los de beber despacito, disfrutando con cada trago. No es de trato largo, es de trago “eterno”.
Nos colocan la estupenda cesta de panes, a cual más rico y apetecible y hoy tenemos intenciones de no comer en exceso. Que llevamos una temporada….
Pencas con morcilla. Una especie de pintxo con una base de riquísimo tomate y a modo de pan las pencas con la morcilla dentro. Me encantan las pencas, las “txuletas de huerta” como escuchaba decir a mi amatxu. Además la morcilla, que está muy sabrosa, ofrece un “maridaje” estupendo con la verdura.
Calamares. Pero de los ricos, de los auténticos. No esas cosas redondas que ponen por ahí. Menuda diferencia de unos a otros. Estos están cojonudos.
Tataki de atún rojo. Se nota la procedencia de Alvaro. Es cordobés y tanto en algunos platos como en algunos vinos la tierra tira. Excelente producto que poco trato necesita. Con no estropearlo está todo hecho. Esto es un manjar de dioses. Esto es….. la repera.
Mollejas. Me gusta pedirlas cuando las veo y sobre todo me gusta pedirlas cuando tengo la seguridad de que no las van a “matar”. Así que en este caso, disfrutamos un montón con ellas. Están en su punto. Sin “aceites” superfluos, sin taparlas con exceso de panes rallados. Me ha costado decirle al txiki lo que eras las mollejas pero me sorprende cuando me dice que si está rico..... le importa un bledo.
Aparece Alvaro con otra sorpresa. Una botella pequeña, de bonito diseño. Resulta que no es otra cosa que un vino de la misma bodega que el anterior, de casi la misma añada pero un tanto diferente. Un Dóloroso 2001. Al parecer se elaboró con uvas recogidas a dinales de noviembre de ese año, con botrytis y que alcanzó sus 17 grados de forma natural. Mira que no soy… o eso pensaba yo, de manzanillas, pero reconozco que esto está riquísimo. Impresionante sobre todo en boca. Disfrutando.
Tenemos vinos en copa y que mejor que una tablita de quesos para rematarlos. A mi hijo le gustan más que a mi, que ya es decir. Así que 5 quesitos con sus mermeladas que nos hacen terminar la velada con un sabor de boca de los que asegura la vuelta. Cafecito en su terraza y hasta otra.
Para ver las fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/2015/08/restaurante-velo-de-flor-zalla-se-come.html

Alvaro y Laura, una joven y muy agradable pareja han abierto hace un par de años este restaurante que además de dar bien de comer, le da mucha importancia al mundo de los vinos y puedes encontrar cosas que no es tan sencillo encontrar.
Nos acomodamos en una de sus mesas. El local es coqueto y alegre visualmente, sin grandezas pero todo bien vestido e impoluto. Nos acercan su carta, una carta diferente, no es sin más de primeros, segundos y postres. Tienen varias cosillas. Pretenden jugar con sabores muy conocidos, con producto de calidad pero reconocible y a la vez darle un toque de originalidad y una presentación muy agradable a la vista y diferente.
Como soy como soy, les comento si no es posible que nos guíen un poco por su cocina y que sean ellos los que decidan ofrecernos pasito a pasito una muestra de su trabajo.
Así que le ponemos “trabajo” a Laura y nos quedamos con Alvaro que aparece con una botella de Nicolás Joly Les Vieux Clos 2008. Vino de la zona del Loira. Un vino que se elabora sin “ayudas” químicas. De la variedad Chenin que en palabras del propio elaborador, es tan difícil como un hijo rebelde.
Incluso nos comenta Alvaro que muchas de las botellas salen “malas” al abrirlas y que no hay “reclamación” que valga. De la bodega salen perfectas.
Unas más que hermosas copas Riedel en las que comprobamos el precioso color de este vino. Un amarillo pero tirando a dorado. Muy limpio.
Tiene una nariz que dicen muchas cosas pero que yo no se, como siempre, interpretar. Me resulta un tanto diferente a todo lo bebido hasta ahora pero me gusta. En boca tiene una entrada potente pero lo que más me marca es el resultado final que hace que disfrutes un buen rato y que te centres en ese postgusto tan agradable.
Hemos disfrutado padre e hijo de un buen vino y además a un precio mucho más que ajustado. Da gusto descubrir cosas nuevas y diferentes y mucho más aún si hacen que pases una velada estupenda.
Cesta de panes. Cuatro pequeñas piezas, dos de ellas de pan integral están hechas a mi gusto, crujientes. Muy ricos y en cuanto han visto que desaparecían, nos han traído una nueva remesa.
Ensalada de ventresca de atún. Con tomate, patata y lógicamente ventresca. El aliño estaba para untar pan sin conocimiento. Buena materia prima y conjunto excelente. Una de mis ensaladas preferidas y tantas y tantas veces degustada.
Croquetas. De bonito y de jamón y huevo. Dos estupendas croquetas por barba de tamaño XL (60 grs cada una). Presentadas en una bonita cesta de freir. Por fuera están tremendamente crujientes y por dentro están muy bien conseguidas. Dicen que andan sacando unas 400 semanales. Eso es una estupenda señal. Nos han encantado.
Patata brava y patata ali-oli. Preciosa presentación de este plato tan visto en mil sitios pero que asi da la sensación de estar comiendo algo diferente. Las dos están muy sabrosas. Con la patata como me gusta, poco hecha. La brava es brava, no con tomate del malo. Te deja esa agradable sensación picante.
Cada plato que sale delante de nuestros ojos es más original. Se lo he comentado, al parecer en cocina hay gente con ganas de agradar y además con buen asesoramiento. Pues desde luego que lo consiguen.
Torta Inés Rosales de sardinas en aceite y vinagre con emulsión de tomate y aceite. No conocía yo estas tortas. Son un producto sevillano. De unos 12 centímetros de diámetro, totalmente natural y hechas con harina de trigo y aceite de oliva virgen, azúcar y especias. Tienen un toque de anís muy característico. Al parecer se hacen a mano y se envuelven individualmente en papel parafinado.
En nuestro caso concreto la mezcla de sabores está muy lograda en mi opinión. No tanto en la de mi hijo que no está tan acostumbrado a sabores un tanto diferentes. Pero es un buen comedor y muy “odediente” y no deja ni una pequeña miga.
Pulpo, verduras y parmentier. Mucho más que curiosa y original presentación de un plato degustado en numerosas ocasiones.
Rico el pulpo, muy rico el puré de patata, estupenda conjunción con las verduras. Es para comerlo todo mezclado y el resultado es excelente.
Rissoto de hongos. De nuevo bonita presentación y muy bueno de sabor. A mi parecer demasiado hecho. Pero merece la pena el resultado. En cuanto ponen el plato delante el aroma a hongo invade mis papilas olfativas.
Txerripatak (Manos de ministro). En su salsa bizkaina. Sin trampa ni cartón, con sus huesos. Esto es como comer caramelos muy pero que muy ricos. Han ido ganando según he ido degustando el plato. De menos a más.
Mi compi de mesa de hoy no es precisamente amigo de este tipo de textura gelatinosa y se lo ha comido…” por obligación”, eso sí, no ha dejado ni medio resto en el plato. Menos mal que no te gustan…..
Pasamos ya a los postres. De nuevo presentados con mucho gusto.
Yogur con naranja. De textura cremosa y con piel de naranja. No soy yo demasiado amigo de este producto pero estaba muy sabroso.
Crepes de chocolate y naranja. El que me acompaña no es amigo de postres. Eso dice él, pero en esta ocasión parece que le conocían. Han acertado de pleno. El chocolate es su pasión. Están muy, pero que muy ricas.
Para acompañar a los postres, un Coteaux du Layon 2012. Un dulce muy suave y muy agradable.
Pues lo dicho, un gran descubrimiento, volverán a verme, sin duda.
Para ver las fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar