Un alto en el camino de Santiago

Situado en L'Aveyron, en el precioso pueblo medieval de Conques, patrimonio mundial de la humanidad de la Unesco, y parada obligada en el camino francés de Santiago, se encuentra el Auberge de Saint Jacques, uno de los pocos establecimientos hoteleros y de restauración abiertos en esta época del año en el pueblo. Solo había otro restaurante abierto y cerraba a las 18h15.

Como podéis imaginar, el restaurante estaba a tope. Llegamos a Conques un jueves y almorzamos y cenamos en el mismo lugar, pero solo voy a relatar nuestra comida del mediodía, pues la cena fue frugal y carece de interés.
El comedor está ubicado en dos niveles, nos situaron o mejor nos situamos en el primer nivel, ya que nadie se ocupó de nosotros cuando llegamos, en una mesa junto a la ventana. Las mesas son amplias, bien separadas las unas de las otras y están vestidas con manteles y cubiertos sencillos. Las copas, como en la mayoría de restaurantes de mi país, eran pequeñas de borde grueso y sin ningún encanto, totalmente inadaptadas para un buen servicio del vino. El servicio de sala es correcto, sin más, y el servicio del vino se ciñe al descorchado de la botella y primer taste.
Ofrecían 3 menús a 19,50 €, 29,50 € y por encargo a 39,50 €. Optamos por comer a la carta.
Mientras esperábamos nuestras viandas nos ofrecieron como snack, una tacita de purée de pois-cassés (puré de guisantes secos), buena textura y sabor.

Comenzamos con el plato principal, yo pedí un plato típico regional Tripoux rouergats con Aligot maison los callos están presentados en forma de paquete. La parte exterior es una panza de ternero cosida y rellena de "crepines" troceadas y condimentadas a las que se añade jamón. Todo cuece a fuego lento varias horas en una salsa a base de vino blanco, zanahorias, concentrado de tomate, diferentes especias y plantas aromáticas. El Aligot es una mezcla de puré de patatas y de queso "tome" fresco, crema de leche espesa, ajo, pimienta y sal.
Los tripoux estaban buenos, pero los hubiera preferido un poco mas picantes. El Aligot estaba correcto, sin mas.
MC tomó otro plato típico de l'Aveyron Filets de Caille, crème de topinambour, figues et jus de vin au romarin avec Aligot maison (Filetes de codorniz, con crema de topinambur, higos y zumo de vino al romero con Aligot maison) Buena presentación, buena cocción, buen sabor y buena calidad de producto. El Aligot, como el mio.
De postres MC tomó un Exotica » (Crème prise citron vert, compotée mangue ananas, passion et vanille ) (Crema untuosa de lima, compota de manga, piña, fruta de la pasión y vainilla) Lo encontró bueno.
Yo opté por un plato de quesos regionales, Roquefort, Tome de oveja, un queso de bufala, un queso de cabra y un Laguiole Muy buenos quesos y mención especial para el roquefort.
El pan que acompaño la comida, bueno, sin más.
Para beber, tomamos un vino blanco regional AOC Gaillac Domaine La Croix des Marchands -Blanc Sec Perlé 2013 cepages Mauzac, Muscadelle, Loin de l'œil. Vino joven acidulado, de aguja, y un "pichet" de agua del grifo, gratuita pero con gusto a cloro.
Finalizamos con 2 buenos cafés.
La cuenta ascendió a 37,75 €/persona, la RCP es buena. Cocina tradicional aceptable. Tienen una carta bastante corta que aparentemente no se renueva, sin platos del dia, y productos de temporada, se echan de menos, las setas, las castañas, las nueces en repostería (zona productora de estas dos últimas) y ciertas piezas de caza. Si se visita el pueblo, merece una parada.