Un punto diferente

La habitual marca de la casa en paradores a la hora de las cenas, aquí cambia algo: la carta de comida tiene un soporte físico diferente, estructurada como en un restaurante, está más centrada en producto local, es algo más corta; lleva el nombre de los responsables de la sala y de la cocina.
Varias entradas: ensaladas, crema, lasaña, salmorejo, judias. Unas sartenes: de migas, de huevos de corral. Tres principales (algo corto de posibilidades): merluza, ternera y jamoncitos de pollo con posibilidad de seleccionar las guarniciones. También carta de postres.

La carta de vinos es más actual y amplia con mejor representación local; hay carta de cervezas, aguas, licores, infusiones, cafés diferentes.
Buena sorpresa para ser el parador más antiguo.

Cena para dos incluida en paquete gastronómico. Por libre hubiera costado 29€ por persona.
Un aperitivo de la casa consistente en una tosta con mantequilla salada, un buen aceite, Picualia, y un pan correcto amenizan la corta espera. Agua Mondariz y para beber una media de Ramon Bilbao crianza 2011 ya que solo bebía yo; buena temperatura, dado a catar y autoservicio habitual.

De primeros elegimos:
. lasaña de verduras artesanas gratinada con queso, bien hecha, buen punto de pasta y verduras.
. judias del Barco estofadas con presente de matanza: amplia ración (puchero individual), buenas alubias con bastante compañía que luego no repetía.

De segundos elegimos:
. lomo de merluza de pincho celeiro a la plancha: buen punto, buena ración. Servida con verduras rehogadas básicas.
. entrecotte de ternera de Avila: algo más hecha de lo pedido, buena materia prima servido con verduras plancha normalitas. La carne muy buena.

Para postres:
. pastel de helado de almendras sobre una base de natillas, resultando como un suave biscuit glacé.
. melocotón (natural, pero algo insulso) con yogurt natural muy bien presentado, en cascada.

Sin cafés, ni otros extras. Buen servicio, cambio de platos y cubiertos, mantel... propio de la académica formación de la red de paradores.

  1. #1

    Gabriel Argumosa

    ¿Academia de la red?

  2. #2

    Abreunvinito

    en respuesta a Gabriel Argumosa
    Ver mensaje de Gabriel Argumosa

    Hasta hace poco tiempo (ahora no estoy seguro) los trabajadores se formaban en el parador escuela de Santo Domingo de la Calzada. De ahí lo de academia de la red de paradores.

    Al final son muy académicos pero algo despersonalizados y se refleja en la cocina, servicio, etc.. pero mantienen un poco de cuño laboral de calidad. No son aprendizajes autodidactas, que repiten los mismos errores.
    Saludos

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