Ubicación impresionante, entorno aún mas impresionante. Instalaciones perfectas, personal maravilloso pero desde mi punto de vista tiene un pero y ese pero es su cocina.
El Restaurante se encuentra en los bajos de Monasterio de Santo Estevo donde se encuentra ubicado en la actualidad el Parador nacional de turismo con el mismo nombre. En pleno corazón de la Ribeira Sacra a escasa distancia de la confluencia de los Ríos Miño y Sil y en un paraje con una belleza natural inigual. Sin duda, merece la pena desplazarse por el simple echo de contemplar esos paisajes.
Estuvimos alojados un fin de semana a mediados del mes de mayo y debido a las distancias con alguna población decidimos cenar en el restaurante del Parador la noche del sábado.
En nuestro caso elegimos el menú propuesta que se compone de un entrante, un principal y un postre a elegir entre los disponibles en carta por un precio quiero recordar de 33 euros (bebida a parte).
De beber un Pombares Seleción de la DO Ribeira Sacra y una botella de agua a continuación y antes de tomarnos nota de la comida nos traen un aperitivo de la casa compuesto por dos trocitos de queso y dos lonchas de lomo. Tras 9 minutos (contados de reloj)nos toman nota. Como Entrantes una parrillada de verduras con queso de cabra para mi y mi pareja un revuelto y como principales un Lacón con Grelos y Lomo de Ternera. Los entrantes tardaron aproximadamente en traérnoslos unos 15 minutos. La parrillada de verduras escasa, muy poco variada y mal trabajada, el revuelto correcto. Un vez finalizados y tras otros 10 minutos los principales... El Lacón pasable pero los grelos totalmente amargos, duros y aguados... Y el Lomo de ternera no había por donde meterle mano.
Postre Una macedonia de frutas ( cuyo precio en carta anda por los 7 euros) y cuya foto adjunto por que creo que más vale una foto que mil palabras pero vamos una única fresa cortado con mandolina, 4 gajos contados de mandarina otros 4 de pera y 4 mini lonchas de piña...
Resumiendo nos sentamos a cenar a las 21:45 y salimos del restaurante a las 00:15, y a ello hay que añadir que cenamos mal. La única excusa posible es que ese día el salón estaba a tope, pero por lo demás...
El comedor es muy agradable y cómodo.