No salimos mal del paso

Contando que era el último domingo de agosto y todo estaba de bote en bote. Uno de los integrantes del grupo miró referencias de este restorán y no salían malas, claro que no fue en Verema porque ahora acabo de leer el comentario de Gabriel.
Lo dicho, llegamos a Carrión de los Condes y fuimos directos aquí, como que estaba todo lleno nos tomaron nota,apuntaron en la lista de espera y nos dijeron volviéramos en 20 minutos.
Así lo hicimos y tras una corta espera nos pasaron al comedor. Este recuerda un poco a un salón de banquetes, de hecho estoy convencido que ahí se celebra más de una boda y más de 2.
En seguida nos tomaron la comanda, personal muy joven, todo chicas salvo 1 y de trato agradable.
En la carta no aparece por ningún lado el menú, yo creo que a no ser que preguntes lo tienen bien guardado.
Compartimos una ensalada templada bastante original, con el tomate y los champiñones marcados a la brasa, lechuga, surimi y gambas.
De segundos un entrecot, bien hecho, sabroso y con cumplida gaurnición, 2 lechazos, bastante buenosaunque a mí me gustan más crujientes y unos pimientos rellenos de marisco, ración abundante.
El cordero acompañado de unas patatas estupendas.
De postres unas ricas peras al vino tinto y una tarta de chocolate correcta.
La carta de vinos es muy sencilla, elegimos un rosado de Cigales, vino sin complicaciones de trago fácil y agradable(10€ la botella).
La verdad es que no comimos mal, los platos estaban bien elaborados y el servicio me pareció competente y cercano. Es un restorán de batalla acostumbrado a lidiar con un montón de clientes los fines de semana por lo que vi. Nos sirvió para salir del paso con dignidad.
Lo unico criticable en mi opinión es la ausencia de menú en la carta siendo que está anunciado en un cartel en el exterior y hace de reclamo.
Con café, vino y agua mineral salimos a 25€ per capita.