A mi no me ha gustado ... el atún crudo con una simple salsa de tomate natural y la lubina con una salda muy empalagosa el sorbete muy simple para 4 euros la atención poco profesional y muy caro para lo que degustamos
“Pequeño local con pretensiones” en donde disfrutar de una buena experiencia gastronómica en la localidad de Getafe.
Interesante carta de vinos, nos decantamos por CARMELO RODERO (crianza) servido en todo momento de manera adecuada. De las propuestas cerveceras destaca la presencia en grifo y botellas de magnifica LA VIRGEN.
Atención constante de los propietarios del lugar (incluido chef), desconozco composición y origen del local, en donde, una clientela más que consolidada garantizan el éxito del local.
En reunión entre amigos, y para compartir, degustamos de:
“Croquetas de jamón ibéricas”, que sin duda son un buen comienzo. Bien de sabor y de textura.
“Ravioli relleno de pato y compota de manzana con salsa de pana y trompeta de la muerte”. Excelente. Realmente una gran recomendación y uno de las estrellas del local.
“Lomitos de caballa macerados en salsa ponzu sobre verduras escabechadas en vinagre de manzana”, otras gran elección, gran trabajo.
La estrella la carta es el “pulpo a la brasa”. De manera incompresible se nos presenta una masa incomestible, al córtalo en cocina debió de ser más que evidente. El plato es sustituido rápidamente sin reparo alguno, y si bien los nuevos tentáculos mejoran la impresión inicial, la sensación final no fue la esperada.
De principales:
“Callitos de bacalao y sus garbanzos”, muy buenos (melosidad en estado puto), pero superados por otra de las propuestas solicitadas: “verdinas con faisán y hongos”, muy buenos, un éxito. Para rematar una correcta “pluma ibérica” (algo cruda para ser cerdo).
En líneas generales un sitio muy interesante.
Tres en uno porque quiero comentar tres visitas a la vez.
Al fin un bar que ofrece algo diferente a las bravas, alitas, calamares, etc. Local pequeño con 5 o 6 mesas y barra. No es, tal vez, un local para ir a comer el primer día que vas. Es un sitio en el que sorprenderte, descubrir una cocina honesta y, entonces, convencerte de que allí vas a comer bien.
La primera visita a Cachito's fue por recomendación de mi cuñado que es amigo del dueño y cocinero. Estuvimos en Semana Santa a tomar un vino y ver el panorama. Pedimos unos vinos de Toro (no recuerdo ahora cual) y nos pusieron de aperitivo un plato de potaje con mucho sabor a bacalao y unos garbanzos y alubias perfectos de cocción. Eso nos animó y pedimos otro vino para picar alguna ración. Tomamos unas albóndigas de rabo de toro (tiernas hasta el límite), foie fresco a la plancha y carrilleras ibericas muy gustosos. Nos dieron a probar un chupito de gazpacho ecológico muuuuy bueno y nos invitaron a una tierna y melosa torrija de leche. Sobre 25 euros sumó la cuenta.
Segunda visita en el mismo plan. Cuatro personas, una botella de Nicte rosado y para comer:
Albóndigas de rabo de toro
Bacalao remozado, muy jugoso y tierno por dentro y con rebozado crujiente.
Chipirones a la plancha rellenos de chorizo. Una combinación que a mi no me acaba de gustar pero sí a los demás. El punto de plancha y la textura del cinturón, perfectos. Gustaron mucho.
Tataki de atún con verduras. Muy bueno. Desconozco el precio porque no pagué yo.
El último minicomentario data de finales de mayo. Seis comensales. Repetimos Nicte para beber. Buena temperatura y cubriera.
Pulpo a la parrilla. Tierno, sabroso. Un acierto.
Chipirones a la plancha. Riquísimos. Perfectos de punto. Mucho mejores que rellenos de chorizo.
Anchoas de Cantabria. Buena calidad.
De segundo arroz. Arroz con buey, boletus y foie. Punto muy bueno del arroz (tal vez un pelín entero). Increíble sabor otorgado por el foie. Por encima unas tiras de lomo de buey a la plancha muy bueno de punto y sabor. Sobró bastante arroz y me lo llevé a casa. Dos días después, recalentado, me solucionó una comida. De postre unos sorbete de gintonic, baileys y chocolate... bueno... prescindibles. Tampoco pagué yo esa vez pero calculo que salimos a unos 25 euros por persona.
Definitivamente, merece la pena. Volveré a probar un menú degustación y algunas cosas más con buen aspecto. Carlos, el propietario, está disfrutando con su propuesta y esa alegría se nota en su cocina. La vajilla y la cuberteria no están a la altura... bien que no es un restaurante al uso pero...
Unas 30 referencias de vino. El servicio del mismo,