Una formidable experiencia gastronómica

Preaperitivos, aperitivos, prepostres, postres, petit fours, carro de quesos, variedad de panes, de aceites, de sales…. Si a esto le unimos una excelente cocina, una carta de vinos fuera de lo normal, un gran servicio y un buen marco… nos da como resultado un enorme restaurante, refinado y equilibrado.

El local sorprende desde la puerta, con grandes ojos de buey, que da paso a una antesala cuya decoración anticipa lo que vamos a encontrar en la estancia principal: moderna y con tonos vivos contrastados. Un gran cubículo de cristal envuelve la cocina con una larga mesa a modo de barra con capacidad como para 8 comensales. Al otro lado, una bodega también acristalada, expone varios de los dispares caldos que se ofrecen. La adecuada distribución de las mesas proporciona intimidad sin restar sensación de amplitud. Mantelería, vajilla, cubertería y cristalería impecables, de lo mejor.

Cocina de autor, de mercado y estacional, de alto vuelo.

De los aperitivos, destacar la “Tosta de ibérico sobre agua de tomate”, presentada con el agua de tomate en un vaso, y en su borde, a modo de tapa, la tosta de jamón, degustada masticando todo a la vez… un deleite.

Estuvimos dudando qué partido jugar pues había 3 tipos de menús degustación a cual más atractivo además de la opción de la carta, hasta que Albert, siempre atento, y observando que nos inclinábamos por el menú de “La carne natural” pero que nos parecía demasiado copioso para cenar, nos propuso acertadamente una pequeña variación sobre el mismo.

El menú venía maridado con 5 vinos de Bodegas Hispano Suizas y, con la variación comentada, quedó de la siguiente guisa:

• Ostra con ensalada de verduras
• Garguillou de cochinillo de Segovia y cangrejo rojo con sobrasada ibérica
• Muslo de pintada de Extremadura con pera rellena de su propio hígado.
• Guiso de garbanzos con pierna de cordero raza churra, y sus mollejas
Postres
• Sopa de coco con helado de naranja y fruta cítrica
• Ravioli de chocolate con helado de vainilla y crujiente de especias

Mucho, mucho nivel en todas estas creaciones. Si me tengo que quedar con una, y con mucho dolor por dejar las otras en segundo plano, sería el Cochinillo. Una fantástica aleación del mejor cochinillo con sobrasada y cangrejo rojo. Todo ello junto en boca, precipita en un bocado memorable.

El maridaje propuesto con vinos de Bodega Hispano Suiza (Tamtum Ergo Pinot Noir Brut Nature Rose – Impromptu – Bassus Pinot Noir – Bassus Premium - Dulce) perfectamente secuenciados, y servidos por la experta mano de Raquel Torrijos en variadas copas Schott de alta gama, resultó fantástico.

Coronamos la cena con una selección del carro de quesos entre los que brillaba con luz propia el Heretat de Pere (cabra, valenciano) y el Rogue River Blue (vaca, azul, americano)

Del servicio… qué decir del servicio capitaneado por Albert. Inmejorable.

Termino como comencé: una formidable experiencia gastronómica.

  1. #1

    Almolo

    A punto estuve de acudir ayer. Menudo festín me he perdido

  2. #2

    Javier46

    Hubieramos coincidido. Y te aseguro que te perdistes un festin. Pero bueno, Torrijos seguira estando.
    Un saludo

  3. #3

    Francescf

    Ya veo que te dejo marca... tanta que todavía no has ido (27/03/2009) y ya estás cantando las delicias. ¡A ver si te pasaste un pelín con los vinos! jaja.

  4. #4

    G-M.

    Ups, va a ser eso!
    Ansiedad de anticipación.

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