Divertido , original , canalla.

Hacia un porrón de años que no visitaba este local, mogollón y fue como volver a aquellos momentos ya que se mantiene en el mismo orden de cosas.

Local dirigido por gente joven, trasgresora y canalla, de estética mexicana, puesta al día, ya que en sus inicios fue esa la comida que se practicaba, pasaron a internacionalizarla con otros países de habla hispana con matices orientales , para acabar recientemente con un apartado de comida japonesa , que es por lo que he vuelto .

Siguen manteniendo sus orígenes gastronomicos con una cocina de fusión hispano-oriental y gracias a Nobuko Kani, una joven japonesa que le dio un curso de sushi al amigo con el que fui, tienen un espacio de sushi bar.

Casualidad este día no estaba ella, sin embargo había un joven africano con gran maestría en esta cocina.

Nos dejamos aconsejar por el joven que nos atendió, creo que era dueño, como recordaba, se sentó en una silla mientras nos tomaba la comanda, este detalle es muy común en este local y la verdad os hacéis una idea de lo informal de la clientela, que suele ser gente joven, suferos de la zona y demás tribus, ya que esta en un enclave magnifico entre playas y vegetación.

Pese a no ser todavía temporada de playa y eso que hacia resolillo, estaba bastante concurrido y es que su cocina y su ambiente son muy divertidos.

Empezamos con una degustación de shasimis cinco piezas de rico salmón y otras cinco de atún, muy ricas y a 18€+iva.

A continuación una degustación de nigiris, dos de salmon, dos de atun y dos de langostino con sesamo, 14€+iva , mismo precio que las seis piezas de gunkan con huevas y txangurro , también a muy alto nivel .

Seguimos con un plato de oshi waku de salmón ahumado, unos pequeños emparedados a base de sushi, salmon y huevas con mascarpone, os dejo foto.

Pedimos también un wok de pasta para picotear entre los cuatro, un rollo de maki en tempura, sus buenos ocho trozos y acabamos uramaki a la parilla, soberbio, magnifico, sorprendente y adictivo, eran de langostino con macarpone y mango y el sabor de la parrilla los hizo mágicos.

Para acabar compartimos un poco de wagyu que comparamos con un poco de black angus y que tras los sabores tan vivos de la comida japonesa, se quedaron ambas carnes, en la puntuación de sabor, flojitas, ya que como el buey, son carnes de textura exquisita pero de corto recorrido respecto al sabor, al menos para un amante de la vaca vieja.

Compartimos un par de postres, volcan de cacao y torrijas de coco, ricos.

Para beber un blanco gessami y otra de resling loosen, sencillito, la primera a 18,5€+iva y la segunda a 17,5€+iva, dos martin millers con tonica a 10,2€+iva, un valenciano y una infusión.

En conclusión un local muy divertido, con dos tipos de cocina con algo en común, pero diferenciada y que puedes combinar, unas vistas cojonudas y un ambiente canalla.

El sushi bar, tiene sillones, de distintos diseños, en un principio se te hace extraño pero luego estas súper cómodo.

  1. #21

    Joseangel

    en respuesta a Gastiola
    Ver mensaje de Gastiola

    Ya me parecía raro que no me hubieras dicho nada antes. Pensé que sería porque últimamente andas muy ocupado. Ya contarás que tal y que la noche sea propicia (las noches de junio son especiales). Un abrazo Jon.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar