Claros y oscuros

Una casa principal en el centro del pueblo, aloja este restaurante, en dos pisos, con una decoración clásica, algo regia, los dos salones son algo estrechos, pero la disposición de las mesas es muy buena tanto para los comensales como para los camareros.
Buena vajilla y mantelería, un servicio amable, dedicado, con ganas decididas de hacer sentir bien al cliente.

La carta es sugerente y hay algunas sugerencias fuera de ella. depende a la hora que llegues, mas bien tirando a tarde, tienen el cabrito casi a punto.

Nosotros para empezar elegimos dos Hojaldres de puerros y gambas.
Dos cuadrados de hojaldre con los trozos de puerro dentro, un par de gambas peladas nadando sobre una crema con base de leche y probablemente, con el jugo de los puerros, muy cremoso y suave, el hojaldre muy bien hecho, podría parecer pesado por la crema, pero no lo es, quizás cuando empieza a serlo, ya se ha acabado, disfrutamos mucho con este plato.

De segundos pedimos unas manitas de cerdo con foie y una carrillera de ternera al vino tinto.
Tanto la carrillera como las manitas llevan exactamente la misma guarnición, las mismas salsas, de acompañar la carne, el puré líquido, las tres mermeladas.
Con el foie de las manitas, las mermeladas pueden pegar, pero con la carrillera al vino, no. Me sorprende que utilicen las mismas salsas, creo que el plato pierde algo de personalidad, al margen de esto, las carnes tiernas y gustosas, las manitas con bastantes huesos.

La carta de postres, no muestra el precio, mal, y ya se porqué, pedimos uno y nos cobraron 8€, era un flan de queso con helado de queso, que estaba muy bueno, pero con unas bolas de nata de spray.

El vino, la carta es inmensa, pero el camarero ya nos avisa, no tenemos todos los vinos de la carta y lo que es peor, nos sigue avisando (en un ejercicio de honestidad digno de resaltar) y de los que tenemos, la mayoría están a una temperatura terrible, no nos caben todos en el armario climatizado, así que dejamos la carta y directamente preguntamos, que tienes en condiciones?, finalmente un Muga crianza (18€), copas correctas, descorche y fuera.

En resumen, lo mejor de todo, el primero, unos segundos correctos y un trato al vino indigno de la comunidad que les ampara.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar