Puesto que una no cumple cuarenta y alguno todos los días y que curiosamente además hoy cumplo 3 añitos en Verema, pues esto se merece una celebración, no??
En esta ocasión y tras leer el satisfactorio comentario de Antoni_Alicante, nos aventuramos con un bono descuento de menú maridado que nos pareció que valía la pena.
Subiendo una escalinata se encuentra el amplio restaurante. A nuestra llegada nos acompañaron amablemente a nuestra mesa. Sobre ella nos esperaban unos crujientes de yuca que acompañamos con una cerveza y un vermú Yzaguirre. Y empezamos!
De Aperitivos, servidos al centro y siguiendo una secuencia más que estudiada, pudimos degustar: bocadito de foie, mini-oreo de crema de garbanzos y aceituna negra, cherry en tempura, papel de remolacha, airbag de guacamole y cuajada de mejillón con huevas de trucha. Gran explosión de color y de creatividad con muy buena ejecución y un resultado redondo. No me pidáis que me quede con uno!
Platos:
~ Tartar de salmón, encurtidos y sabayón. Al centro de un plato con una suave crema de espárragos, como si de un gran islote se tratara, se levantaba un perfecto tartar de sublime ejecución y exquisito sabor. Sobre el islote se coloreaba el esplendor de sus plantas y flores. Como diría Concha, para elevar a los altares!
Maridado con un Verdejo Rueda, Mocen 2011, fresco y afrutado.
~ Huevo asado a baja temperatura y emulsión de almendras. Emergiendo a la superficie de una esponjosa crema aparecía "ella", la yema del huevo. Sí, ésa que siempre te dice "cómeme". Pues para qué resistirse! No hacen falta palabras para describirlo, simplemente "tremendo"!!
Acompañado de un grato, fino y chispeante Cava Puig Munts.
~ Merluza con pil-pil y base de patata y cebolla confitada. El plato más flojito de la cena. Merluza de buena calidad, pero conjunto falto de sabor y de enganche. Ainsssss!
Esta vez con un Pasamonte blanco ligero y poco expresivo.
~ Carrillera ibérica ahumada con sarmientos de viña, puré de tubérculos y milhojas. Sobre un exquisito puré descansaba tranquilamente una tierna y sabrosa carrillera bañada en un jugo de rabo de toro que le aportaba una deliciosa potencia al plato. Ternura y sabor a tope!
Maridado con un corpulento Monte Toro Roble 2009. Has visto Gabriel? Distintos lugares mismo vino ;-P
Y de postre Tarta de chocolate con helado de panna cotta. Cargadito de chocolate, consistente y generoso. Madre mía, cuánta tentación junta! Estupendo colofón para los adictos al chocolate, como yo!!
Nos ofrecieron varios tipos de pan: rústico, con frutos secos y un tercero con queso azul y nueces de macadamia. Éste último me guiñó un ojito! Rebanados en el acto y frente nuestra atenta mirada. Muy ricos!
Junto con el pan nos sirvieron una degustación de aceite y de mantecas, que nos supieron a gloria. Esto es un no parar!
Por último, Fer un cafelito que acompañaron de unos generosos petit fours donde predominaban los chocolates. La última tentación!
El amplio local, pese a la dominancia del color blanco, resulta acogedor y muy agradable, a lo que contribuye la luz tenue, la amplia y estudiada distribución de las mesas y la dulce música ambiental. Otro local que me transmitió paz!
Las mesas, todas redondas si no me equivoco, perfectamente vestidas con mantelería blanca de muy buena calidad y acompañadas de sillas muy cómodas, ideales para una larga velada. Que estamos hablando de una estrella Michelín!
Por supuesto, vajilla, cubertería y demás, de diseño y en perfecto estado de conservación. Brillantes, brillantes!
El servicio, a la altura de un restaurante de esta categoría: profesional, uniformado en clásico negro, muy correcto y educado, super atento a cualquier necesidad del comensal y al buen ritmo de los platos. Magistral!
En resumen, estupendo restaurante que se aprieta el cinturón para adaptarse a los tiempos. Muy buena RCP de esta forma.