Cada cosa en su sitio

Desde mi anterior comentario en Verema de este restaurante, solo he estado una vez mas y fue mas o menos igual a lo expuesto. Apuntar que el comentario es antiguo y está sujeto al cambio de puntuaciones cuando se actualizó Verema. El pasado viernes noche estuvimos cenando aprovechando la iniciativa de Cuina Oberta.

Nada mas llegar nos ofrecieron las famosas cervezas promocionales que tomamos fresquitas y bien servidas en copas, esperando lo primeros entrantes. Llegan el Bloody Mary finísimo de sabor y textura pero muy muy excaso, y un chupito de espuma de Brandada por igual, pero estupendos para abrir boca y tomar la cerveza.

Empezamos con el conocidísimo huevo a baja temperatura y el maravilloso ensamblaje con un par de picatostes y un taquito de tocino todo sobre una crema de garbanzos, al que solo le pondré la pega de quedar algo soso el huevo a mi paladar, al resto de comensales les pareció bien el punto de sal. Correcto plato en cuanto a cantidad.

Pasamos al Bacalao fresco, extraordinaria materia prima y correctísima ración, apuntaré que a mi juicio y no del resto de la mesa, estaba un pelín pasada de punto y de nuevo un pelín sosa. Pero muy rica.

Llega como plato de carne las Costillas de Ibérico, tiernísimas, dos trozos que hacían de este nuevamente un plato correcto en cuanto a cantidad, perfectamente cocinado y estupendo de sabor con el que dimos ya cuenta de la botella de vino.

De postre una crema de café con panna-cota y una hoja de cacao curiosísima que terminé comiendo sola (es que soy un chocolatero empedernido). La ración algo corta pero no se puede calificar de escasa, y cuyo sabor en su combinación me pareció muy rica. Lo acompañamos con un Fondillón de Salvador Poveda fantástico que, tan curioso estaba, empezamos con los experimentos.

Antes de seguir quiero hablar de Manoli, nada mas acercarse a la mesa nos ofreció una sonrisa (en otras ocasiones fue mas seria y esto hace bueno el dicho de “rie y reirán contigo”) y no quise ni ver las cartas de vinos, simplemente le indiqué una horquilla de precios y, como ella conocía el menú, pues de ella era la responsabilidad del mismo, al fin y al cabo para eso están los sommeliers. Yo me hubiera inclinado por una Cava o un Blanco con barrica, pero dos de los comensales eran “de tintos” y así nos ofreció un Finca la Emperatriz Garnacha cepas viejas 2007 redondísimo que acompañó excelentemente todos los platos. Con todo: temperatura, copas, envinado, cata y servicio a copa. Excelente.

Pues durante las idas y venidas de Manoli, nos preguntaba por el vino, llenaba alguna copa, nos preguntaba por la cena y el servicio, y ahí la tenias, hablando tan tranquila con nosotros mientras a sus espaldas un local TOTALMENTE LLENO ardía. Que dominio de la situación. Bueno, pues en una de aquellas se me ocurre pensar como sería el maridaje de aquel Fondillón que tomábamos con el postre con un queso azul, se lo hago saber y enseguida me dice que eso es posible y que ella también tiene curiosidad y lo va ha probar. Así que nos trae cuatro trozos de roquefort y nos reta a maridarlo también con un Oporto, a lo que accedemos y nos traen mas copas (entre las del vino, las del agua, el Fondillón y el Oporto, un camarero apuntó que la mesa era una fiesta) que llenan con un Niepoort Tawny de 10 años y que finalmente fue el que se llevó la palma en el maridaje.

Cafés, la cuenta y la una y cuarto de la madrugada.

Servicio de sala muy joven, atento, con excelente control de los tiempos, ni una sola copa vacía nunca, ninguna espera especial por ningún plato, hasta nos repusieron pan sin necesidad de solicitud.

Soy corpulento y tragón, y me fastidian las raciones y menús que te dejan hambriento, pero este no fue el caso, aunque ciertamente me comí dos panecillos. Y si encima tenemos en cuenta el ridículo precio de 30 euros para la “cantidad-materia prima-menaje de mesa-servicio de sala”, pues no se cubren ni los costos. Así se lo apunté a Manoli y ella me dijo que estaban encantados con la promoción del restaurante y que, en los tiempos que corren, tener un local lleno, para ellos es una inyección de adrenalina necesaria.

No rompí ninguna copa, pero esa mujer si lo hizo con mi corazón.

Desde aquí un abrazo para todo el equipo de La Sucursal.

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Javier46

    Creo que has puesto cada cosa en su sitio :-)

  2. #2

    Katan

    Todos necesitamos un "empujoncito" para mejorar Javier.

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