Decepción

Ayer por la noche estuvimos 4 amigos en el restaurante degustando el menú de CUINAOBERTA y nos defraudó.
El local bien planteado, con las mesas muy separadas, muchas mesas redondas, manteles y servilletas de tela, luz sobre el centro de la mesa y una temperatura perfecta. El suelo de madera con el consiguiente ruido de constante paso de personas (servicio de sala).
Las copas Spiegelau y el envinado de éstas con el vino fue de agradecer. El servicio de vino excelente, llenando las copas antes de que se acabaran.
El aperitivo a base de "Versión de bloody mary" y "Brandada de bacalao" era minúsculo y no le cogí la gracia, no sé.
Después nos sirvieron el Huevo asado a baja temperatura con humus. El huevo, pues eso, un huevo, lo mejor era el humus, con un sabor diferente y atractivo que nos gustó a todos.
Posteriormente nos sirvieron el bacacalao fresco con guiso de alubias tiernas y hay que decir que el pescado era muy fresco y estaba en su punto, exquisito pero poca cantidad.
El plato de carne que seguía, costilla de ibérico rustida y cremoso de patata, esta también en su punto y fue una delicia pero, como con el plato de pescado, poca cantidad.
Una de las anécdotas a contar fue que con el plato de carne también tuve el placer de degustar un trozo de plástico (como los que llevan la etiqueta de la ropa) porque se ve que la carne viene con una especie de etiqueta y no la quitaron al cocinar...............se lo dije a una de las camareras y pidió disculpas sin más.
El postre decepcionante, parecían unas natillas de café y un heladito de nata que cabía en una cuchara de café.
Despues de cenar, mientras degustábamos la cerveza, una de las copas se rompió con solo apoyarla en la mesa, sí que son finas sí.
El trato del servicio de sala muy seco, nos quedamos con hambre y no creo que regrese el año que viene. Por ese mismo precio disfruto de más de la comida en cualquier otro sitio, lo siento pero es así.
La entrada al local de lo más normal y los baños muy pequeños y nada del otro mundo.