Restaurante Cervecería Alhambra en Valencia
Restaurante Cervecería Alhambra
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
7,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
10 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.0
Comida COMIDA
5.4
Precio medio entorno ENTORNO
4.6
RCP CALIDAD-PRECIO
6.2
magro con tomate
pinchos
bocadillo
Bar Alhambra Albóndigas con pisto
Bar Alhambra Tortilla de patata
Opiniones de Cervecería Alhambra
OPINIONES
6

A pesar de vivir muy cerca nunca entré en este bar, hay otras opciones nada desdeñables en el barrio y como las reseñas que leia siempre hablaban de tortillas me parecia una oferta poco variada.

El otro dia fui, no volveré. No hace falta decir mas, ya lo dijo Abreunvinito. 

La cervecería, que no bar como se suele publicar (pues hay varios bares Alhambra en Valencia y alrededores) ha sufrido un traspaso tras los problemas agudos de salud sufridos por el matrimonio que pusieron el lugar en todas las guías gastronómicas con sus famosas tortillas (especial la de patatas).

Con la reapertura los comentarios en las RRSS no eran muy positivos pero nos animamos a ir. El local interior no ha cambiado; en el exterior, y con la permisividad postcovid, se han ampliado las mesas (a costa de aparcamientos de los vecinos) en lo que ahora se llama terraza pero que no deja de ser comer en la calle con sombrillas. El ambiente es entre coches aparcados pero se está bien.

En la barra cantidad de tortillas variadas de buen tamaño aunque lejos del tamaño famoso, con buen aspecto; las otras opciones de cocina han desaparecido (al menos hoy) quedando un testimonial magro con tomate. El pan bien sin ser sobresaliente, el relleno adecuado por las buenas raciones de pinchos; el gasto incluye solo aceitunas sin cacahuetes. Parar beber una cerveza (San Miguel especial) y una Radler. En lo sólido:

. bocadillo de tortilla de morcilla y de tortilla de patata y ajos tiernos

. 3 pinchos de tortillas de ajetes y gambas, alcachofa y de bacon con queso

. tapa de magro con tomate

Las tortillas todas tienen de base la patata (troceada menudita) lo que hace que sepa poco al otro ingrediente, incluso siendo de morcilla haciendo que predomine con mucho el sabor de la patata que aporta dulzor en exceso salvo que se añada sal por encima de lo saludable. Para mi gusto es un error: la tortilla de morcilla debe sabe a huevo y morcilla y no a patata. El magro también ha ido a peor con un tomate frito muy líquido y una carne algo más correosa que antes.

No hubo cremaets. El servicio fue rápido pues siendo una hora intermedia de la mañana habían pocos clientes.

  • magro con tomate

    magro con tomate

  • pinchos

    pinchos

  • bocadillo

    bocadillo

De nuevo visitando este aclamado templo de la tortilla de patata y se nota su presencia en guías mochileras y en internet porque hay mucha gente jóven incluso extranjera. Local lleno en la terraza, en la barra, en la barra contra lateral (frente a la ventana) y hasta en segunda fila de espera. Me imagino lo que será en horario de almuerzos.

Dos para tapear a medio día y nos acogemos a la contra-barra y menos mal que hay muchos clientes que cogen bocadillo para irse. Para beber una bien tirada cerveza de barril en amplia copa y lo mismo en versión clarita de gaseosa.

Para comer, nos subestiman y nos dicen que quizás sea excesivo, tomamos:

. dos raciones de tortilla de patata con su correspondiente raciones de ese pan crujiente. Bien formada por fuera, semicruda por dentro, patata bien cocida. Como la famosa de Betanzos. Muy recomendable.

. albóndigas (x 4) de carne, con tomate frito. Buen tamaño, correctas de sabor. Bien el tomate frito.

. magro con tomate: buena ración, bien de sabor y ese común denominador del tomate frito casero, perfecto de punto, dulce, sin acidez, nada fluido.

. longaniza y chorizo con habitas: se nota que la comida se prepara con amor y con tiempo dejando unas habitas tiernas pero de buena consistencia; el embutido corriente y calentado al microondas.

Si no hace día de terraza, algo de agobio e incomodidad hay para comer, pero merece la pena y más a ese precio.

Siguiendo las recomendaciones tan acertadas de G-M (Aurelio) y Aloof (Alfonso) como escasas últimamente, es un local que hay que conocer.

Se trata de un bar de barrio con unas pocas mesas en la acera, una larga barra llena de platos tras el cristal obligatoriamente legal. Si llegas a la hora de comer ya son pocas las opciones y menos las tortillas variadas, pero a la hora del almuerzo es un espectáculo. ¿Material? Adecuado al tipo de local y al precio cobrado, no se puede pedir ni esperar otra cosa: servilletero de papel, cubiertos y platos más que básicos, sillas de propaganda en la terraza, vaso de cerveza de los chinos...

Para comer ya Benito no está y solo queda su mujer tras la barra para rematar la faena del día. Gente en las sillas de la barra y alguna mesa exterior ocupada, casi todos con bocadillos. Opciones para elegir más limitadas pero variadas y sin que falte su famosa tortilla de patatas. En la pared recortes de periodico cantando alabanzas de la misma.

Autoservicio para la terraza: ración de tortilla de patata y pisto con carne (ternera guisada) más una ración de pan y ¡qué pan! Es siempre necesario para mojar esos guisos caseros con el tomate perfecto de punto de sal y de dulzor, sin aceite. ¿De segundo? Otra ración de tortilla de patatas, otro pan para mojar el guiso de hígado mejorable en la presencia de aceite, bien de textura y bien de sabor.

Dejo aparte el tema de la tortilla de patata: la mejor del mundo para algunos; para mí, la mejor que he probado nunca.

Me olvidaba que la bebida fue solo cerveza de barril. No es sitio de florituras en vinos.

15'00 h... día tenso... la tarde se presenta dura... ¿Voy a comer el menú de todos los días? ¿Y si me doy un caprichín? Y derrepronto visualicé la tortilla de patata que había visto recientemente en un post, la del Bar Alhambra, uno de esos lugares que tengo pendientes y a los que nunca voy porque parecen más hechos para los almuerzos de mi amigo Oti que para una comida.

¡Taxi! A C/ Calixto III, por zona Juan Llorens.

Oye, pues esto es un bar pero bar, bar. Un bar de barrio sin ningún encanto pero… con mucha gente. Las 15’20 h y eso estaba lleno, la terraza, la barrita-terraza, la barra-barra, la repisa-barra paralela a la barra… Encontré un hueco al fondo de la barra, pegado a la cocina, y ahí, de pie, como me gusta a mí, esperé mi turno pacientemente. ¿Pacientemente? Miento como un bellaco. Estaba a 150 pulsaciones por hora, con el stress matutino todavía sin metabolizar y la tarea pendiente de la tarde que me corroía y no me dejaba disfrutar.

Y… una señora para atender a todos. Joé, me he equivocado, aquí me van a dar las uvas, pa mis nervis. Qué leches hago yo aquí. Y lo mismo debía preguntar el resto: qué hace aquí ese trajeao calvorota.

Pues oye, más rápido que deprisa, la señora que parecía que iba al tran-tran, se ventiló la faena y me preguntó que qué quería. ¡Oño! Pues si no me ha dado tiempo ni a pensarlo. --Pues… la tortilla, desde luego, y una ensalada ¿tienen alguna? --De gambas y de cangrejo --Pues de gamba… Y ahí pone que es muy típico el lomo apaleao, póngame uno por favor --Se ha acabado --Pues unas albóndigas de estas, que tienen una pinta estupenda, y ese pisto… mmm --¿Se lo pongo junto con las albóndigas? --¡Oño qué bien, pues sí!

Pues eso:

Ensalada de gambas.
Tortilla de patata.
Albóndigas con pisto.

¡Al ataquerrrrrrrrrrrrrrr!

La ensalada, no valía gran cosa.

La tortilla… pues la pedí por imposición legal, ya que me pareció demasiado grandota (es enorme) y exteriormente como muy seca. ¡Los coj… seca! Era jugosa del carajo, vaya tortilla rica. Servida tumbada por el corte, con la patata enterita y visualmente presente, nada de batidos, sensación de inacabada, el huevo poco homogéneo, más bien ligerito de cuajo, incluso con zonas “blancas”… sí, pero qué cosa más rica. Se conoce que queda sellada por fuera, de ahí el aspecto de seca, y que por dentro se cocina en sus jugos.

Y las albóndigas, notables, aupadas hacia el estrellato por ese pisto de ensueño, dulce y untuoso.

Para beber, en un vaso de chato con minipié, un Ederra 2014. Bueno, aquí esto es lo de menos, aunque no estaría de más... Pero cayeron dos copitas.

Y tan ricamente, vuelta al curro con las pilas cargadas y el objetivo de regresar pronto a Alhambra a probar el dichoso lomo apaleao y alguna otra de las muchas tortillas que hace, tortillones, y repetir la de patata, amigo, esa nunca faltará en mi comanda en este bareto.

Y los tíos (la mujer de fuera es la esposa del cocinero) cierran sábados y domingos. ¡Olé sus….!

este es un local de toda la vida donde se hacen unas tortillas enormes
con un peso de 2 a 3k cada una.las variedades son:patata,patata y cebolla,morcilla,bacon,esparragos estas ultimas para que tengan la
consistencia que se requiere se hacen acompañadas tambien de patatas.
nosotros pedimos uno normal y otro mas pequeño pero de tamaños grandecitos los dos.fueron de tort.de patatas y continuan haciendolas
como siempre,al ser tan gruesas no llegan a cuajar del todo asi que
a quien le gusten mas hechas no hay solucion.pedimos albondigas en salsa,resultonas,ensaladilla,igual y vino y agua min.no pague yo pero
creo que fueron 13e.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar