Visita un domingo a mediodía.
A parte de los menús que cita Toni, tenian el menú Sertorio (12€), el cual elegimos:
- Allioli, tomate, aceitunas y ajos en vinagre (muy buenos los ajos)
- Tabla de quesos: cabrales, rulo cabra al pimentón, zamorano oveja, parmesano, torta del casar y cheddar curado (estos dos últimos espectaculares)
- Anchoas del cantábrico, enteras sin cabeza, con ajos, aceite y tomates. Muy buenas y suaves.
- Pimientos del padrón, normales. No picaban nada (por desgracia es habitual hoy en dia esto)
- Revuelto de mini habitas, jamón, pimiento rojo y huevo. Presentado con el huevo entero encima y el mismo cocinero lo revuelve en mesa. Me gustó bastante. Este plato era típico en los inicios del Mosset.
- Chuletitas lechales con tomates cherrys en rama. La rama de los tomates estaba frita entera. Las chuletitas cortadas finísimas no me emocionaron mucho. Los tomates me gustó su presentación y sabor.

La carta de vinos escueta pero interesante y suficiente. Precios de los vinos comedidos (si no estan equivocados), por ejemplo: Viña Ardanza 21€ y Protos Crianza 22€. Eso si, no indican añadas y hay un ligero desorden.
Puntualizo lo de los precios, porque tomamos un Juve y Camps Reserva de la familia 2009 que en carta estaba a 19€ y luego nos cobraron 23€.

Precio de 3 menus, mas 3 cañas, el cava, 2 infusiones y una copa de whisky DyC, total 68,65€.

Nos invitaron a un chupito de licor: yo tomé un orujo blanco, muy bueno, parecía casero.

La atención fué muy buena, y al preguntar a la camarera por los quesos, el cocinero muy amable nos hizo la explicación de todos ellos. Se nota el amor por los productos de calidad y de la tierra que tiene el cocinero/propietario.

La cervecería el Mosset se abrió en Dénia a finales de los años 90 y tuvo renombre y fama en la comarca por ser uno de los primeros locales de tapas que se salieron un poco de la cocina tradicional de la comarca. Tal vez se le podría considerar como un proyecto pionero de aquello que después se ha conocido como gastrobar: sala cuidada, producto seleccionado, preparaciones sin excesivas complicaciones pero con una presentación estudiada, ambiente distendido, precio medio... Las sartenes, los embutidos y quesos, los revueltos, el foie... no eran por aquel entonces oferta habitual en los bares de la zona donde se imponían las tapas marineras, la plancha y el rebozado. Tuvo éxito y mucho. Más tarde, desconociendo los motivos, cerró y abrió con otro nombre y bajo otra dirección. Recientemente nos enteramos de su reapertura con el antiguo nombre y nos decidimos a probar.

Cena de amigos (parejas y niños, quien los tiene) como homenaje a las mujeres de la "cuadrilla". Cervezas mientras nos acomodamos y nos ponemos a estudiar la carta. Hay una larga oferta de tapas y varios menús a precios interesantísimos: menú degustación a 10 euros (todo tapas al centro), menú vegetariano a 10 u 11 euros (no recuerdo), menú marinero a 11 euros (4 tapas del mar al centro y pescado individual) y menú gourmet por 12 euros (4 tapas y entrecot). Nos convencían más los entrantes del menú marinero, pero algunos queríamos probar el entrecot. Propusimos un mixto de ambos menús y el servicio, muy amable, colaborador y resolutivo durante toda la velada, accedió sin problemas.:

- Aceitunas y pan con tomate rallado y/o allioli.

- Ensalada de tomate, cebolla y aceitunas: Buena la selección de los vegetales y acertada la vinagreta con buen aceite y balsámico de Módena. Tal vez alguien encuentre excesiva la cantidad del aliño, pero a mi me gustó y mojamos pan de caliente.

- Gambas al ajillo: correctas sin más. Seguimos mojando y mojando.

- Calamares a la romana: Fritura correcta, para nada aceitosa, pero tamaños irregulares del cefalópodo: los unos enormes, otros parecián pequeños cachos... Presentación mejorable.

- Verduras a la plancha: Ricas y variadas: berenjena, calabacín, pimiento rojo, espárragos, ajos tiernos (jamás los había probado a la plancha)...

- Entrecot o merluza a la plancha: Yo tomé la carne y ciertamente tenía calidad y punto muy bueno. No era un cacho muy grande pero, oigan!, el precio del menú es de risa.

- Postres variados al centro: tarta de queso, de chocolate... correctos.

Los niños tomaron croquetas, jamón al corte (menudos gourmets estamos criando!)... Lo reseño sobre todo porqué sus platos hacen subir el precio final por persona adulta en 2 o 3 euros porqué, de lo contrario, el precio sería todavía más bajo.

La carta de vinos está realmente bien. Hay bastantes referencias para el tipo de local que es, varias DO representadas y unos precios ajustados. Tomamos Enrique Mendoza CS/Monastrell y Emilio Moro servidos ambos a temperatura correcta.

Comida digna, variedad de vinos, trato muy amable y precio de ganga ¿qué más se puede pedir en estos tiempos? Las chicas de la cuadrilla encantadísimas con sus rosas, por cierto, jeje.